Conchita Wurst, la mujer barbuda, arrasó en Copenhage y se alzó con el triunfo en Eurovisión 2014. Nuestra compatriota Ruth Lorenzo y su “Dancing in the rain” consiguió un décimo puesto aunque se mereció mucho más.
Un año más, la semana eurovisiva ha llegado a su fin. Un año más, los millones de eurofans tienen que despertar de su sueño y pasión por la música europea y volver a su rutina diaria pero lo hacen dejando atrás una edición de Eurovisión que no tuvo un claro vencedor hasta el momento de las apasionantes votaciones. Conchita Wurst fue, finalmente, la que alrededor de las 12 horas de la noche del 10 de mayo se mostraba nerviosa, con lágrimas en los ojos, e incrédula al ver en la pantalla que estaba a punto de coronarse como ganadora y llevar a su país, Austria, su segundo triunfo en Eurovisión (hecho que no ocurría desde el año 1966).
“Rise like a phoenix” consiguió 290 puntos y una ventaja de 52 puntos con respecto al segundo clasificado de la noche, Holanda (con 238 puntos). A pesar de las críticas que sufrió Conchita por parte de los países soviéticos que pedían sin cesar su retirada del certamen musical, debido a su apariencia más que extraña y peculiar, conquistó a Europa. “La Conchi”, como muchos ya la llaman, alcanzó un primer puesto, impredecible hasta el último momento y que podían haber alcanzado países como Suecia, Armenia, Holanda, Grecia o, incluso, nuestro país.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras y Conchita Wursth sabe este refrán al dedillo. No, no es una mujer y no, tampoco es transexual. Conchita no es más que un mero papel para llamar la atención de los millones de apasionados de este certamen y, a la vista está, lo ha conseguido. Su nombre real es Thomas Neuwirth y ha dado un vuelco a la imagen eurovisiva para reinvidicar la igualdad. ¿Creéis que si Conchita o Thomas o como quiera llamarse no hubiera salido a un escenario con la combinación exótica de un vestido y una barba hubiera ganado Eurovisión 2014? ¿Creéis que su canción sin esa imagen se hubiera llevado el triunfo de la noche?
Nuestra representante Ruth Lorenzo y su balada “Dancing in the rain” consiguieron un honroso décimo puesto y 74 puntos (empatando así con la anfitriona Dinamarca). Pero Ruth merecía más… mucho más… Una impecable actuación, una soberbia Ruth Lorenzo, una grandiosa puesta en escena, un chorro de voz que dejaba boquiabiertos a todos los que la escuchaban no se merecían ese décimo puesto. Todos los españoles sabemos que Eurovisión mueve montañas de política y con actuaciones como la de nuestra Ruth, más lo creemos.
La murciana no ha conseguido traernos el oro a España pero ha logrado que los españoles volvamos a tener cierta ilusión por este certamen, nos ha hecho volver a sentirnos orgullosos de una canción y de una representante y nos ha hecho creer que tendríamos alguna oportunidad por alcanzar el Top Five. ¿Un poco ilusos? No.. simplemente que el resultado no refleja el talento, la voz y la profesionalidad de Ruth.
P.D: desde la Huella Digital tampoco queremos meter mucha leña al fuego pero escuchen “Skyfall” de Adele y la canción ganadora de Conchita Wurst y compárenlas.
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