Revista Digital

Bienvenidos al Lolita: ¿Ir para marcharse?

Lo nuevo de Antena 3 – Globomedia viene para quedarse. Écija comprueba una vez más su éxito como productor y creador de series nacionales. Parece que al fin, vamos abandonado la ficción histórica para volver a los dramas corales.

Me enfrento a esta serie una noche más, y la verdad con pocas ganas de verla. Intento dejar atrás mis prejuicios con Globomedia e intento relajarme frente al televisor. Lo consigo, mínimamente, y solo me crispa algunos detalles sueltos, no del guión -lo que me sorprende-, sino de la interpretación y realización del tercer capítulo de este nuevo dramedia.

35 (1)En un principio, cuando vi el primer episodio, me hice la misma pregunta de siempre: ¿Por qué? Por qué tenemos siempre los mismos productos audiovisuales, año tras año, sin innovar, sin dar cabida a la creatividad de los guionistas españoles. Y siempre me respondo de la misma manera: si quieres ver algo bueno, no acudas a la televisión generalista. En cierto modo es normal, es difícil programar, y más aún cuando dependes de la publicidad para tu financiación. Pienso en los grupos multimedia españoles, propietarios de las cadenas de televisión españolas –Atresmedia y Mediaset– como dos entramados bien diseñados, dos empresas sujetas a sus clientes, que no somos los espectadores sino los anunciantes. Es normal pensar, que el cliente tiene toda la razón y que ese cliente a su vez quiera llegar al mayor número de futuros nuevos compradores. Esa y no otra es la razón por la que hacer algo nuevo en televisión sea tan difícil, casi una quimera. No es que no tengamos buenos creadores, o equipos, ya hemos comprobado que esa premisa es falsa. Conseguimos llegar al público internacional con nuestras películas, y muchas de nuestras series nacionales son vendidas y emitidas en muchos países de Europa. Y pese a ello, dudo, sigo dudando porque soy de las que piensan que si se educa al espectador, éste será cada vez más exigente y por ende los productos televisivos mejores. Un ejemplo de ello es parte de la producción de Canal + Televisión (Crematorio, 2011), o de la nueva TVE (sobre todo la que fue del 2006 al 2011 aproximadamente) con series como la ya consolidada Cuéntame cómo pasó, u otras como La Señora o incluso Los misterios de Laura.  Pero claro, es lo mismo de siempre: Canal Plus que es televisión de pago (también conocido como Pay TV) y por lo tanto no se tiene que atener a los anunciantes, mas sí a sus espectadores y clientes porque pagan un cuota mensual a cambio de esa calidad; y TVE  es como todos sabemos la televisión pública y puede, si se quiere, innovar en su programación aunque las deudas que lleva décadas arrastrando la asfixie.

35 (2) (1)Por ello, con escepticismo me quedo pasmada ante las nuevas propuestas de nuestra televisión española. Que debemos de admitir, apuesta en un alto porcentaje por el producto español y eso dice mucho de los Grupos Multimedia nacionales. Y es así, como le doy no una segunda, sino una tercera oportunidad a Bienvenidos al Lolita, el nuevo dramedia de Atresmedia. ¡Por fin! Parece que vamos dejando atrás la historia y volvemos a series creadas a partir del contexto social actual, algo difícil para los guionistas estando en la situación social en la que nos encontramos inmersos, porque o bien pueden triunfar o bien la pueden fastidiar. Pero, aunque piense que en ese sentido Bienvenidos al Lolita ha arriesgado, sigo pensando que es un producto casposo. La renovación de Un paso adelante, en vez de una escuela es un cabaret-hotel donde sus trabajadores bailan, cantan y viven. Vale, hasta ahí lo puedo entender. Lo que no toleran mis ojos, y mis pobres oídos, es ver a tales sujetos cantar – ¿no os chirria ver a Natalia Verbeke o a Cristina Peña “cantar” y “bailar”?; o, Nerea Camacho -¿en qué momento hubo alguien que pensó que podía ser una buena actriz?-. Ahora en serio, si no me creo como espectadora que Natalia Verbeke, Cristina Peña, o Roberto Álamo pudieran ser grandes bailarines y cantantes en un cabaret, tampoco me creo la trama Greta-Jota que me parece insulsa, un intento de recrear la trama Lucas-Sara de la serie Los Hombres de Paco. Es decir, una vuelta a lo mismo de siempre; un revoltijo de lo que ya se ha hecho anteriormente pero con nuevas caras (Rodrigo Guirao, Pablo Espinosa, Sara Vega), y usando como telón de fondo la crisis económica actual. En definitiva, una serie llena de lugares comunes cuyo objetivo es llegar a un espectro amplio de la población; de ahí, que haya personajes de varias generaciones como el de Lola que roza la tercera edad (Beatriz Carvajal o Luis Varela),  los personajes de Cúper y Violeta representando a esa población cuarentona, la veintena por parte de Camilo o la entrañable Fany (Maggie Civantos), y la adolescencia –cómo no- por parte de Greta.

-Lo mejor: ver a Jorge Bosch otra vez en televisión.

-Lo peor: la subtrama Greta-Jota y la ñoñería de los personajes.

Fotos obtenidas de la web oficial de Antena 3: http://www.antena3.com/series/bienvenidos-al-lolita/fotos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 ideas sobre “Bienvenidos al Lolita: ¿Ir para marcharse?”