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«Clouds of Sils Maria» de Olivier Assayas

clouds of sils mariaEs difícil aceptar la madurez dentro de un mundo volátil que fulgura, la quiebra intergeneracional es inminente no lo olvidemos. Entre otras cosas el realizador francés Olvier Assayas nos habla de ello.

La cinta podría recordarnos en algún momento a Eva al Desnudo; pero más bien se trata de una reelaboración de bergfilme, un tipo de género cinematográfico donde la montaña es el personaje principal. Esta tendencia tuvo una gran aceptación en Alemania hacia los años veinte del pasado siglo. En este tipo de películas los personajes se enfrentan a los peligros naturales, para finalmente terminar por alcanzar la plena sabiduría, finalizar completamente iluminados. Assayas; en un momento dado; inserta un cortometraje de 1924 dirigido por Arnold Frank, titulado Das Wolkenphänomen von Manoja. Más que mostrarlo (lo hace suyo en realidad hasta glorificarlo), nos sugiere que es capaz de relacionar de manera clarividente el arte del pasado con el mundo del hoy – en este caso el uso compulsivo del móvil, de Internet, del cine de los superhéroes-. Esto mismo afecta a los personajes. Ese conflicto entre la madurez y la juventud se refleja de manera mayúscula mediante la relación de María con su asistente, dos personas que sienten respeto pero no consiguen entenderse. Se establece un sugerente y atractivo juego de dependencias que viene marcado por el vacío existencial que sufren ambas –la temática  del realizador resucita, se regenera con nuevas ideas; ese choque entre lo viejo y lo nuevo, el arte que se glorifica frente a lo popular-

El realizador se interroga sobre el cine del presente, su atemporalidad, la mítica (los mitos), las ambigüedades. Nos consta que surgen recelos con respecto a la juventud, el paso del tiempo nunca se detiene. Esta visión se refleja en el personaje de Juliette Binoche, hasta el punto de que la cinta puede ser un documento sobre la función de esta y su personaje como actriz. El personaje anhela la juventud, el amor juvenil, el tiempo definitivamente la ha atrapado. En un momento, frente a un joven realizador que ofrece a María (Binoche) un trabajo dentro de un cinta futurista esta llega a afirmar y cito al pie de la letra; que todos somos hijos de nuestro tiempo y que este determina nuestras acciones. Frente al tiempo están los paisajes, los territorios. Esas zonas alpinas filmadas como lugares míticos. Los efectos que producen las nubes bajas crean efectos serpiente, como si algo se tornara de repente oscuro en la existencia de los personajes y perfilase y dibujase otros destinos. La cinta está concebida como una huida hacia la naturaleza; que desde lo misterioso dialoga con los personajes, determina sus pasos, sus anhelos. Frente a la niebla surge la desaparición. Entre lo teatral y la vida, el documento y la ficción, la cinta avanza hacia cuestiones que se plantean acerca del paso del tiempo, de la vida que se erosiona, es decir del Ser frente al devenir. Ya nunca más seremos los que fuimos.

Imagen: Arte France Cinéma

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