Isabel Allende regresa al panorama literario con El amante japonés (Plaza & Janés), una historia con influencia japonesa que hará las delicias de sus seguidores y de los enamorados de la cultura del país del Sol Naciente.
Una joven moldava llamada Irina Bazili comienza a trabajar en Lark House, una residencia de la tercera edad, en la que tendrá que atender y cuidar a los ancianos. A través de los recuerdos de algunos abuelos de la comunidad, retrocederemos a etapas históricas fundamentales en la Historia como la Primera Guerra Mundial, la depresión de los años 30 o el ascenso del nazismo. Así se presentan hechos verídicos como el ataque a Pearl Harbor, el Holocausto y la aparición de los guetos. Una de las habitantes de Lark House es Alma Belasco, una artista cuyas telas se lucen en galerías y se venden a precios desmesurados. Las dos mujeres indagarán en un pasado marcado por las circunstancias históricas y por los envites del destino.
Pese a tratar el tema de la vejez, Allende no construye una historia especialmente triste o dura, evitando que los lectores nos enfrentemos a los temores que nos producen la senectud o el terror ante la muerte. No deja de ser una novela amable, en la que asistimos a una historia de amor única que supera las fronteras temporales y geográficas, y cuya perseverancia nos emocionará. Únicamente encontramos algunas escenas desagradables que desempeñan la función de denuncia social sobre un tema espantoso que lamentablemente está de plena actualidad.
El amante japonés se aleja del género policial con el que se inició en su penúltima novela, titulada El juego de Ripper (2014), y recupera el tono que ya definió a El cuaderno de Maya (2011). Parece que la escritora chilena ha abandonado definitivamente el realismo mágico con el que deslumbró a lectores de medio mundo con obras como La casa de los espíritus (1982) y se arriesga con nuevos temas y espacios, en los que germina su creatividad, ofreciéndonos siempre novelas bellas y amenas. Habiendo obtenido más de veinte premios entre Europa, Hispanoamérica y Estados Unidos, Allende es una de las escritoras actuales que goza de más éxito de crítica y público.
Con El amante japonés retoma el tema de las sagas familiares y vuelve a crear personajes carismáticos e inolvidables que lucharán ferozmente por perseguir la felicidad, intentando ahuyentar con ello la soledad. La documentación recogida por la autora sobre la cultura japonesa es fundamental para comprender a uno de los personajes de la novela: Ichimei Fukuda, el remitente de las delicadas epístolas. La deliciosa narrativa de la autora junto a las turbulentas y fascinantes vidas de Irina y Alma atraerán a los lectores más apasionados.