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El deseo en ‘Insolación’ de Pardo Bazán

Este año, por motivos académicos, estoy leyendo a Emilia Pardo Bazán y han sido unas lecturas muy interesantes: después de Los Pazos de Ulloa (1886-1887), me he sumergido en Insolación (1889). La primera es una obra mayor, con claves naturalistas y que se convierte en un testimonio sobre la forma de vida rural de la España de finales del XIX enfrentada con la urbe; la segunda, aunque sea una novela más breve y sencilla, es tremendamente amena y cautivadora.

Insolación comienza in media res, presentándonos a la protagonista de la novela, Asís Taboada, que ostenta el título de Marquesa de Andrade, sufriendo una jaqueca producida por una resaca. El lector, que desconoce el suceso que ha ocurrido, previo a los efectos del alcohol, asiste divertido a las tribulaciones e intimidades de una treinteañera viuda y contempla las normas sociales que se mantenían en la capital durante el siglo XIX.

Aunque Los pazos de Ulloa difiera enormemente de esta novela, sí apreciamos en ambas una crítica a la limitada educación femenina («ustedes se educan menos y peor»), evidenciándose en Insolación los calificativos con connotación negativa que a menudo recaían sobre las mujeres instruidas (literata o marisabidilla); asimismo se revelan los juicios sociales hacia el comportamiento y actuaciones de las mujeres que se regían por unos rígidos códigos de conducta. También coinciden en el reflejo y denuncia de los matrimonios concertados, habituales en este siglo y a lo largo de la Historia entre la aristocracia y que suponían uniones no deseadas para ellas que podían desembocar en una permanente infelicidad.

No obstante, solo en la obra de 1889 se muestra el deseo femenino, la atracción que siente Asís Taboada hacia un personaje masculino. Pardo Bazán reconduce a su protagonista hacia un desenlace esperable, aunque irregular para un lector actual: el final resulta poco real en su planteamiento, pero acorde a las convenciones de su época.

A su vez, la novela plasma distintas zonas de un Madrid decimonónico, como la pradera de San Isidro, la orilla del Manzanares, la plaza de la Cebada o la calle Toledo, mientras revela rasgos costumbristas al mostrar una estampa de la vida popular madrileña. Es curiosa la forma en que se expone el habla madrileña de la gente humilde frente a la forma de expresar el andaluz que habla don Diego Pacheco.

Insolación ha sido publicada recientemente por Penguin Clásicos en su labor por recopilar los clásicos internacionales en un formato reducido y con un precio muy económico. Esta edición incorpora una introducción de Eva Acosta, que sitúa al lector en el contexto y en la obra de la autora, e incluye unas claves formales y temáticas muy instructivas. Leer a Emilia Pardo Bázan supone un verdadero disfrute literario.

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