Según el Informe de la Profesión Periodística 2013, publicado por la Asociación de la Prensa de Madrid, el número de mujeres que se dedican al periodismo ha aumentado, pero siguen estando mal representadas en los altos cargos entre los puestos de directores o directores de informativos. Asimismo, de los 10.560 parados registrados en la profesión periodística, el 63% son mujeres. Los datos reflejan que las periodistas todavía tienen dificultades para ascender en su carrera profesional en las mismas condiciones que sus compañeros.
La incorporación de las mujeres al periodismo ha sido lenta. No es hasta la llegada del S.XX cuando nos encontramos con Carmen de Burgos, “Colombine”, la primera mujer que ocupa el puesto de redactora dentro de un periódico en España. En ese momento existían ya algunos nombres femeninos que se habían dedicado en mayor o menor medida a la labor periodística, como Francisca de Aculodi en el S.XVII, Beatriz Cienfuegos en el S.XVIII, Emilia Pardo Bazán o Concepción Gimeno en el S.XIX, o Concepción Arenal, quien vistió ropas masculinas para poder asistir a la Universidad e integrarse en las tertulias políticas y literarias de la época. La imposibilidad que tenían las mujeres de recibir una educación avanzada, unido a su labor como madre y cuidadora del hogar reconocida socialmente, eran los grandes muros que impedían que ellas pudiesen integrarse en los ámbitos públicos de la sociedad, como el periodismo.
En 1910 la Gaceta de Madrid publicaba la Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública que permitió por primera vez la admisión de mujeres en todos los centros docentes. Esto fue posible gracias a la lucha constante de mujeres como María Elena Maseras, la primera alumna en matricularse en España, Dolores Aleu, la segunda en conseguir el título doctora, o la ya nombrada Concepción Arenal.
Desde que se aprobara el decreto el número de mujeres que ingresan en las universidades no ha dejado de aumentar. Según los “Datos y Cifras del sistema universitario español” referente al curso 2012-2013 y publicado por el Ministerio de Educación, actualmente el 54,3% total de los estudiantes universitarios son mujeres y “su presencia es mayoritaria a todos los niveles de formación universitaria”. Sin embargo el porcentaje de hombres que consiguen empleo tras cursar estudios universitarios es del 71,9% frente al 57,3% de mujeres. Además, entre el personal universitario, de los 10.285 catedráticos, tan solo el 18,4% son mujeres. Lo que respecta al personal administrativo y de servicios el porcentaje de mujeres ronda el 60%.
En 2010, cuando se cumplían 100 años de la aprobación de la Real Orden, de las 77 Universidades españolas tan solo había 11 mujeres rectoras, según la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. Elisa Pérez Vera, la que fuera la primera rectora universitaria, explicaba en una entrevista para el periódico Ideal: «Ahora las catedráticas representan el 15 por ciento del total y en 1982 el 13 por ciento. Es ridículo que sólo haya aumentado un dos por ciento en casi treinta años”; según Pérez Vela esto se debe principalmente a dos razones: «por motivos puramente biológicos, por su función reproductora de la especie”, y por «una resistencia que todavía es perceptible en todas las capas sociales a eludir y evitar que la mujer llegue a puestos directivos».
Los datos reflejan que aunque el número de mujeres que cursa estudios universitarios es mayor, son hombres los que adquieren la mayoría de los puestos de trabajo y se sitúan a los más altos niveles de la carrera profesional. Lo mismo ocurre en la profesión periodística. La Asociación de la Prensa de Madrid ha publicado en el Informe de la Profesión Periodística 2013 datos relativos a la ocupación femenina en las redacciones. Su contenido refleja que ha aumentado la presencia de las mujeres trabajando en las empresas periodísticas, llegando a ocupar el 52,3% de los puestos, sin embargo, cuando se analiza el reparto de cargos por géneros, “el número de hombres que desempeñan tareas de director o de director de informativos duplica ampliamente al de mujeres”. Además, de los 10.560 periodistas registrados como parados, el 63% son mujeres.
En 2011, con motivo del Día Internacional de la Mujer, Reporteros Sin Fronteras publicaba un informe sobre la situación de las mujeres dentro de los medios de comunicación. Jean-François Julliard, Secretario General de RSF, afirmaba que “el papel de las mujeres en los medios de comunicación y la protección a las periodistas son factores clave para reforzar la libertad en los medios y la diversidad de opiniones. En algunos países las mujeres son excluidas de los medios de comunicación, pero en otros se han hecho progresos significativos. En cualquier caso, sigue haciendo falta garantizar la verdadera igualdad en una profesión aún dominada por hombres. El lugar que ocupan las mujeres en los medios de comunicación sigue siendo un reflejo del puesto que ocupan en la sociedad”.
Además de las dificultades para llegar a puestos de poder, las mujeres tienen mayor dificultad para conseguir contratos indefinidos y se enfrentan al acoso moral y sexual en sus puestos de trabajo. Según un informe publicado por el Instituto de la Mujer, el 18,6% de las mujeres entrevistadas se siente discriminada en su trabajo. Y según la Oficina Internacional del Trabajo en la Unión Europea, entre el 40% y el 50% de las mujeres han denunciado alguna forma de acoso sexual en el lugar de trabajo.
Este año 2013, la Organización de Naciones Unidas (ONU) lanzó una campaña contra la discriminación de la mujer que consistía en buscar en los navegadores de Internet con la función “autocompletar” expresiones como “las mujeres deben”, “las mujeres deberían” o “las mujeres no pueden”, a efectos de mostrar los resultados más buscados. Algunos de ellos fueron “las mujeres no deben votar”, “las mujeres deben estar en casa” o “las mujeres deben ser controladas”.
Todos estos datos reflejan una realidad que muchos quieren ocultar: la existencia de un “techo de cristal” que impide a las mujeres avanzar en sus carreras profesionales en las mismas condiciones que los hombres. En el caso del periodismo, la escasa representación femenina en los puestos altos de las redacciones es alarmante, ya que es a esos niveles donde se decide qué noticias van a salir en las portadas al día siguiente y qué enfoque se le va a dar. Por este motivo, sigue predominando una visión muy masculina del mundo. Esto se puede combatir con la creación de un sistema educativo que eduque con perspectiva de género, e invirtiendo en campañas de concienciación ciudadana, así como en políticas que velen y aseguren el igual trato a hombres y mujeres. Actualmente, las universidades españolas cuentan con Unidades de Igualdad que realizan actividades de educación y transmisión de los valores de igualdad de género; porque éste es un problema de todos y todas.
Fotografía: APM/Laura Martínez