La pasión de Miguel Herrero por la televisión ha quedado demostrada y plasmada en sus tres libros: Revisitando los 80, Los 80 responden otra vez, y el que hasta esta semana será su último libro publicado, Telepasión por los 90. El próximo 14 de octubre sale a la venta su cuarto trabajo dedicado al mítico programa Un, dos,tres. Pero antes de que su cabeza se llenase todavía más de calabazas, botibotas y tarjetitas por allá hablamos con él sobre como vivió, televisamente hablando, la década de los 90. En sus libros nos ha contado la historia de la televisión de esas décadas, pero realmente estos fueron los 90 de Miguel Herrero.
¿Antena 3 o Telecinco? Inicialmente era de Antena 3 porque me gustaba el estilo que tenía al principio con concursos como El gordo, programas infantiles como La merienda, y me gustaba ver que había gente que hacía programas en directo, como Hermida los sábados por la tarde. Pero después es verdad que Telecinco con todo ese color que emanaba de su programación terminó ganándome con programas para la edad que yo tenía en ese momento, como VIP Guay, Hablando se entiende la basca, o con los dibujos animados al medio día. Fue una transición de Antena 3 a Telecinco. Pero si tuviese que elegir entre las dos te digo Telecinco.
¿Supertele o Tele Indiscreta? Me encantaba Tele Indiscreta, la gran revista, más que una revista. Para mí era mi infancia, mi cita semanal era ir al kiosco a por la Tele Indiscreta, me hacía una ilusión que quien no lo ha vivido no lo puede entender. Una cita obligada con la felicidad relacionada con el contenido televisivo: curiosidades, anécdotas, y regalaba muchas cosas: posters, coleccionables de los culebrones, pegatinas, un cartoncito para guardarlo, carpetas de cromos de Parque Jurásico e Independence Day. Pero por la época de ¿Quien sabe donde?, en el verano del 93, empieza a centrarse en ese tipo de programas y yo me traslado a Supertele, que también me ofrece un mundo maravilloso, con un estética muy original y reportajes muy interesantes. Si tuviese que elegir te digo Tele Indiscreta.
¿Cristal o La dama de rosa? Ninguna de las dos me llenó plenamente. Pero me quedaría con Cristal, sobretodo por la sintonía y porque fue el lanzamiento de Jeanette y Carlos Mata, aunque La dama de rosa tenía cierto encanto con el bigote de él.
¿Hola Rafaella o Qué apostamos? Me quedo con Hola Rafaella, que me parece el show más completo que ha tenido la televisión en toda su historia. Me encantaba. Llegué a tener un cuaderno en el que me apuntaba los invitados de cada semana, incluso de las marcas patrocinadoras, y los anuncios que emitían dentro del propio programa. Era una locura. Tenía concurso, era musical, entrevistas a estrellas como Mel Gibson, sorpresas, moda, magia con el mago Monty… Era la perfección. ¿Qué apostamos? era más un concurso con sus pruebas. Aunque veía los dos.
¿El semáforo o No te rías que es peor? En mi pueblo como yo vivía tan cerca del colegio, tenía tres minutos para llegar a clase, y siempre te ibas al colegio sin saber cual era el premio final de No te rías que es peor. Yo comía con ellos, con Estadella en la primera etapa y Ramón García en las otras dos, con Miguel Ortiz y Miriam Díaz Aroca. Y El semáforo me encantaba otra vez con Estadella, Chicho, Asunción Embuena y Marlene Mourreau divertísimas, el público pegando la cacerolada… No me perdí ni un Semáforo y de No te rías que es peor me vi el 90%. En esa época los teleadictos como yo casi no teníamos vida. Mi vida era la televisión y no me siento arrepentido de eso. Tus intereses eran el mundo de la tele, saber todo y ver todo.
¿Club Disney o Club Megatrix? Club Megatrix me pilló un poco mayor y casi no lo vi y eso que he visto infantiles hasta una edad bastante avanzada. Veía Picnic, y muchísimos Club Disney hasta el 93 porque me encantaban. Con sus series nuevas divertidas como PatoAventuras, Chip y Chop, el clásico que no era habitual tener en televisión ya que los tenían capados, en aquella época estaban vetados y solo podías ver a Mickey en alguna ocasión contada, como un regalo que te hacía Disney en Navidad o fechas especiales. Los presentadores te enseñaban Eurodisney, había concursos que recuerdo haber enviado carta….
¿La Quinta Marcha o Música, Sí? La época de Ponte las pilas y La Quinta Marcha a principios de los 90 no iban conmigo, no me interesaba ni el bacalao, ni ese lenguaje enrollado. De hecho cuando el Un, Dos, Tres estaba dedicado a la gente joven eran los programas que menos me gustaban. Prefería los dedicados a los abueletes con la varieté con Sara Montiel y Olga Ramos. De hecho prefería Música Sí, que tenía detrás a Susana Uribarri, la hija de Jose Luis Uribarri. Ella adaptó el Aplauso de su padre, muy bien adaptado a casi el nuevo siglo. De hecho hoy en día en programas como Cachito de hierro y cromo, donde hablan de las mejores actuaciones de los últimos años siempre sacan Música, Sí. Pasó Tina Turner, Cher, Christina Aguilera, Mariah Carey, Celine Dion, Donna Summer,empezaron Mónica Naranjo y Alejandro Sanz… todo el mundo importante pasó por allí.
¿El Gran Juego de La Oca o Sorpresa, Sorpresa? Fuí de Sorpresa, Sorpresa porque El gran juego de la oca en esa época estaba enemistado con Antena 3. Yo siempre he sido de Televisión Española y la llegada de las privadas provocó que ese programa que te gustaba duraba dos meses. Y justo ese año estaba cabreado con Antena 3 que tenía más audiencia que TVE y justo no lo seguí mucho. Pero con Sorpresa, Sorpresa ya estaba reconciliado con la cadena me encantó esa época. Me ví todos, hasta el de Ricky Martín que fue mentira… Además fueron unos años con grandes programas en Antena 3 como Lluvia de estrellas o La Parodia Nacional.
¿Cosas de casa o Padres Forzosos? No me llenó ninguna. De Cosas de casa el personaje de Urkel me irritaba. No podía entender que alguien se riese tanto con un personaje tan grotesco y me parecía como mala. Me quedo un poco más con Padres forzosos, que aunque no me llenó, pero como era del Canal Plus de los 90, al que tengo un cariño especial y me siento muy identificado ya que fue muy importante para mí. Me hacía mucha ilusión los momentos en que se decodificaba y podías ver una cadena que no podías ver hace cinco minutos. Recuerdo muchísimo Los 40 principales, y los dibujos animados que echaron como El Inspector Gadget. Lo + plus también fue muy importante en mi vida con los guiñoles.
¿Pressing Cacth o Humor amarillo? No fui muy de los dos. Pero me gustaba Humor amarillo. Esos años de Telecinco me gustaron mucho, me veía casi toda la programación: Entre platos anda el juego, Su media naranja, Vivan los novios, El huevo de Colón, Telecupón. Era tanto color. Sin embargo TVE esa época se quedó un poco apagada.
¿Sensación de vivir o Melrose Place? Tampoco fui de ninguna. Sensación de vivir iba contra el Un, Dos, Tres. Para mí era imposible. Era el rival directo. Aunque había una emisión los domingos y alguna vez lo vi, pero no me entusiasmó nunca, ya que los problemas que a ellos le pasaban a mí no me ocurrían. A mi me daba igual que Brandon y Brenda se enrollaran con no se quién o estuviesen trabajando en una pizzería. Y Melrose Place menos todavía, ya que esos ambientes en Disnatía me hacían gracia pero en gente joven creo que me daban un poco de envidia, que esa gente fuera tan perfecta, tan guapa, tan ideal y que vivieran en un sitio tan de maravilla.
¿Twin Peaks o Expediente X? Rotundo Expediente X, en aquella época en esta y en todas. No entendí Twin Peaks en su momento. En el origen no tenía la cadena, era sólo de oídas, y cuando la repitieron me costaba entenderla y era demasiado pequeño para que me atrajera una serie de ese tipo, con un asesinato tan truculento. Yo estaba más por comedias más ligeritas como Blossom, Nido vacío o Quién es el jefe. Sin embargo Expediente X me gustó desde el principio. Recuerdo su primer capítulo un lunes por la noche en Telecinco, muy a primera hora, porque no era habitual que se emitieran series extranjeras a esas horas. Además un producto de esa calidad y con esa temática. Fui seguidor muchos años hasta cuando la emitían los domingos un poquito más tarde. Formaba parte de mi domingo perfecto junto con El megahit de Telemadrid. Recuerdo el capítulo en el que salía un chico viendo a Homer Simpson.
¿Bola de dragón o Los caballeros del zodíaco? Los caballeros les vi algo pero nunca me estusiasmaron. Pero recuerdo que en aquella época también echaban Matrimonio con hijos que me parecía una chorrada, y luego unos años después me volvió loco y me partía de risa. Con Friends me pasó lo mismo. Recuerdo Los caballeros del zodiaco los sábados por la mañana en La 2, dentro de Dibuja2. Esos programas me gustaban mucho. Hasta la llegada de las privadas no habíamos tenido dibujos animados nunca por la mañana.
¿Bioman o Power Rangers? No puedo decir mi opinión de ninguna. Para mí todo ese mundo manga estaba alejado de mis gustos estéticos. Me gustaban las series que venían de Estados Unidos. Para mí era como Godzilla, pero con Godzillas malos. Era como un teatrillo.
¿Aquellos maravillosos años o Blossom? Seguí las dos, pero empaticé más con la chica. Me veía más cercano a las vivencias de Blossom, una chica soñadora, muy casera, muy familiar y con un hermano muy guapo. Era muy buena serie con una sintonía preciosa, con unos guiones muy buenos y con grandes cameos. Salió Alf, la madre de La hora de Bill Cosby, Sofía de Las chicas de oro, incluso se encuentra a El principe de Bel Air en el ascensor cuando aquí en España no sabíamos quien era.
¿Crónicas marcianas o Esta noche cruzamos el Missisipi? Vi las dos pero me gustó más Crónicas. Al Missisipi se le fue la cabeza. Empezó con un ritmo muy bueno de entrevistas a famosos, pero luego derivo en todo lo más truculento de la sociedad: zoofilia, la Veneno, y casos superextraños que aprovechó la revista Supertele para sacar un especial con ellos. Sin embargo el Crónicas marcianas de los primeros tiempos no tiene nada que ver con el que recuerda la gente. Entrevistas a Mayra, Massiel, Sara Montiel. Llegaron a tener a Los Chiripitiflauticos, o grupos internacionales. Luego ya con Boris Izaguirre y Gran Hermano se convirtió en otro programa.
¿Campeones o Chicho Terremoto? En principio ninguno, pero si que ví Chicho Terremoto. Recuerdo que Tele Indiscreta regala unos posters gigantes de Campeones, y los tiraba, y fíjate ahora son una reliquia para los fans. Porque era algo que no me interesaba. Pero Chicho sí me hacía gracia, su vocecita era muy divertida.
¿El principe de Bel Air o Salvados por la campana? Salvados por la campana sí que la ví. Me gustaba ese hablar a la cámara pero no me sentía identificado con ellos. Recuerdo haber visto Hola Miss Bliss, la precuela en la que salían Zach, Screech y el director cuando la emitieron en La 2, posteriormente a su emisión en Antena 3.
¿Ally McBeal o Friends? Me gustó Ally McBeal pero en general con las series me canso enseguida de ellas. Eso de seguir temporada tras temporada. Esto de las temporadas es de ahora. Antes era «vuelve El coche fantástico», pero distribuían las temporadas como querían y uno nunca se enteraba de que temporada estaban echando. De Ally me cansé pronto.
Terminamos haciéndole elegir entre dos épocas del Un, Dos, Tres, de las que hablará más en profundidad en su próximo libro también editado por Diábolo Ediciones sobre la historia del Un, Dos, Tres ¿el de Jordi Estadella y Miriam Díaz Aroca o el presentado por Jose María Bachs? Sin duda alguna el Un, Dos, Tres de Estadella y Miriam. Es una de las mejores etapas televisivas de todos los tiempos. Ahora que he estado haciendo el cuarto libro, y he visto tantos programas del Un, Dos, Tres te puedo decir que es para quitarse el sombrero porque Jordi Estadella es uno de los mejores presentadores de esa época, junto con Costantino Romero y Joaquín Prat. Inigualables. Jordi y Miriam hicieron una pareja perfecta y la vuelta de la Ruperta como mascota, tras una época de el Boom y el Crack, el Chollo y el Antichollo y la Botilde, la convierte otra vez en un ídolo para todos los que no la conocíamos de pequeños. La etapa de Jose María Bachs la explico bastante bien en el libro del Un, Dos, Tres. Chicho reconoce que una etapa con la otra fueron demasiado cercanas ya que de Jordi a Bachs pasan tres meses de una a otra, cuando los grandes cambios en el programa habían sido de una década a otra. El choque fue demasiado grande de la alegría de la pareja a un señor catalán, que reconoció antes de morir, que si no hubiese sido por que tendría que haber indemnizado a la productora hubiese dejado el programa en la segunda semana, ya que en el Un, Dos, Tres además de ser presentador tenías que ser actor.