Espasa publica en nuestro país el libro sobre la creadora de la serie Girls, Lena Dunham, en el que nos descubre sus anécdotas más divertidas y repasa singulares momentos de su vida.
Lena Dunham es guionista, productora ejecutiva, directora y protagonista de la serie Girls. Por si eso fuera poco, con tan solo 28 años ha dirigido dos largometrajes (Creative Nonfiction y Tiny Furniture), ha sido nominada a ocho premios Emmy, ha ganado dos Globos de Oro, es la primera mujer que ha obtenido el Premio del Sindicato de Actores de América y colabora activamente con The New Yorker. Cuenta con una gran cantidad de detractores y con innumerables fans, aunque esto no parece que le haga perder el equilibrio; a menos de un mes del estreno de la cuarta temporada de su serie, escribe una obra muy personal en la que reflexiona sobre diversos temas.
No soy ese tipo de chica está enfocado especialmente a los fans de Girls y de la actriz, aunque puede complacer a otras lectoras jóvenes. Muchas anécdotas recordarán a escenas que se han visto en las tres primeras temporadas de la serie. Sin embargo, se abstiene de comentar cómo fue la realización de ésta, o de incluir anécdotas del rodaje o del trabajo con los actores; no es, por tanto, una obra que amplíe conocimientos o aporte contenidos sobre la serie emitida en HBO. Asimismo, está muy ligada al género audiovisual: son frecuentes las referencias a películas o series de televisión como Amigas para siempre, Esplendor en la hierba, Los puentes de Madison, Perros de paja, Padres forzosos, Sensación de vivir, Dallas o Felicity.
Dunham no escribe una obra de gran calidad literaria, aunque resulta muy amena, fresca y divertida, en la que cuenta sin tapujos algunos de sus momentos más bochornosos e hilarantes, al estilo de un episodio de Girls, que provocan la sonrisa del lector. La guionista y escritora cuenta su vida, los trabajos que realizó, sus parejas, sus primeras experiencias sexuales, los problemas con sus padres o sus trastornos como si el lector fuera su mejor amiga en una noche de confesiones. Reflexiona sobre la atracción, el sobrepeso, la autoestima y la desnudez y lo hace con simpatía, sin remilgos ni censuras, enriqueciendo el relato con sus ideas feministas y ejemplificando ciertas cuestiones con anécdotas propias.
Podríamos dudar una y otra vez sobre la veracidad de las historias que nos narra, más aún cuando la propia autora indica que incluye ficción en algunos recuerdos y pasajes. Independientemente de ello, No soy ese tipo de chica te hace reír y pasar un rato muy agradable, logrando que te olvides temporalmente de las preocupaciones diarias y, en ocasiones, eso es más que suficiente.