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‘Londres Noir’: conspiradores, piratas, caníbales y asesinos

El pasado sábado La Felguera Editores tuvo a bien invitarnos a la presentación de la colección True Crime y su primer lanzamiento, Londres Noir, el libro negro del crimen. Nos dieron cita en el Callejón del Infierno de la Plaza Mayor de Madrid, que para el que no lo sepa es la actual calle Arco del Triunfo, una de las ocho entradas de las que dispone la plaza. La elección del lugar no fue casual: cerca de allí vivió en el siglo XVIII Martín Merino y Gómez, más conocido como el cura Merino o el Apóstata. Hombre librepensador de gran cultura, pasó a la historia (aunque no mucho, pues no es nuestro país de glorificar sacerdotes que no sean creadores del Opus Dei) por haber intentado asesinar sin éxito, en 1852, a la reina Isabel II. Por este hecho fue condenado a muerte.

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Así, Carlos Arévalo y Servando Rocha —autor de El ejército negro—, megáfono en mano, deleitaron a los asistentes por una ruta nocturna por el Madrid que no suele aparecer en recorridos turísticos, teniendo como hilo conductor la historia de Martín Merino. Un Madrid oscuro y apenas conocido, donde se dieron cita, calle a calle, regicidas, magnicidas, epidemias, prostíbulos, anarquistas (en Madrid se editó el primer periódico anarquista de España), necrófilos, matanzas y sacerdotes. Incluso matanzas de sacerdotes. Hicimos el truculento recorrido desde la Plaza Mayor pasando por la Iglesia de la Santa Cruz, hasta la Puerta del Sol, subiendo hacia la Plaza del Ángel para terminar, como no podía ser de otra forma, en la Parroquia de San Sebastián en la calle de Atocha, iglesia en la que el cura Merino atendía a sus fieles. Merino fue condenado a garrote vil y ejecutado a la misma hora en la que intentó perpetrar el regicidio. Nosotros, la noche del sábado, rogamos una oración por el alma de tan insigne sacerdote, y pusimos velas a la puerta de la iglesia en su honor. ¿Qué mejor manera de presentar una colección de libros basados en crímenes reales que esta? Ninguna. Y probablemente Londres Noir, el libro negro del crimen, sea una de las mejores maneras de inaugurar la colección True Crime.

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Todos conocemos el A sangre fría de Truman Capote, y algunos El Adversario de Emmanuel Carrère. O, apurando, la tremenda autobiografía del escritor de novela negra James Elroy, Mis rincones oscuros, libro en el que un Elroy adulto decide buscar al asesino de su madre de la mano de un policía jubilado. Pero si buscamos los orígenes del género hay que ir mucho más atrás: a los relatos puritanos en el siglo XVI en Norteamérica, o un poco después, en el siglo XVIII con nada menos que el gran Daniel Defoe, que escribió algunas biografías de criminales durante su estancia en la infame prisión de Newgate. Entre ellas, la conocida The true and genuine account of the life and actions of the late Jonathan Wild, famoso bandido que durante años se hizo pasar por defensor de la ley. Y es aquí donde aparece nuestro Londres Noir, en la prisión de Newgate.

Portada_prensa_Londres_Noir-e70e3Originalmente esta obra fue un boletín mensual de ajusticiamientos de dicha prisión creado por el vigilante de la misma: The Newgate Calendar, the malefactors bloody register. Contó con varias ediciones en un único libro de más de mil páginas del que la gente de La Felguera ha hecho una jugosa selección a todas luces impagable. En él se dan cita conspiradores y revolucionarios, piratas, asesinos, caníbales y profanadores de tumbas. The Newgate Calendar fue el predecesor de los famosos Penny Dreadful, los terrores de a penique, y de la novela gótica y detectivesca. La excelente y cuidadosamente editada selección nos trae historias como la del legendario bandido Dick Turpin, inmortalizado en la novela Rookwood escrita por William Harrison Ainsworth, y en los años 70 y 80 del siglo XX por la serie de televisión protagonizada por  Richard O´Sullivan. O los terribles asesinos Burke y Hare, personajes en los que Robert Louis Stevenson se inspiró para su cuento El ladrón de cuerpos —en él el Dr. Knox tiene a dos rufianes que le proporcionan cadáveres—, el cual, por cierto, fue adaptado al cine varias veces, la más conocida de ellas por Robert Wise en 1945, con Boris Karloff y Bela Lugosi. A modo de prólogo, este Londres Noir nos ofrece el lujo de disfrutar del espeluznante relato de primera mano que Charles Dickens escribió sobre su visita a la terrible prisión de Newgate que nos sitúa convenientemente en el lugar donde dieron con sus huesos los protagonistas del resto de relatos del volumen. El libro se cierra con un apéndice dedicado a la Maiden, la guillotina escocesa, que da para ponerse la mano en el pescuezo y comprobar que sigue ahí. Tremendo todo.

La colección True Crime, dedicada a la narración sangrienta, biografías de criminales e investigación y crónica criminal, seguramente aún tiene muchas sorpresas que ofrecernos, y mientras algún impío escritor tiene a bien ponerse a escribir la biografía del tremendo cura regicida Merino, probablemente no tengamos otra cosa mejor que leer.

 

Imágenes de la ruta: La Felguera (Twitter)

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