Paisajes fantásticos, lenguaje recargado y poético, propio de la obra de Lorca en la que se inspira, personajes profundos y una trama que nos mantiene enganchados y tensos a cada suceso que acontece al desenlace final, es lo que nos ofrece La novia, película basada en Bodas de sangre de Federico García Lorca, adaptada en esta ocasión a la gran pantalla por la directora española Paula Ortiz, quien tras su primer largometraje, De tu ventana a la mía, ha vuelto con una historia de amor y tragedia que sin duda encogerá y cautivará el corazón de muchos espectadores.
La trama gira principalmente en torno a tres personajes, la novia (Inma Cuesta), el novio (Asier Etxeandía) y Leonardo (Alex García). Además en este reparto también aparecen actores como Leticia Dolera en el papel de mujer de Leonardo, Luisa Gavasa como madre del novio, o el recientemente fallecido Carlos Álvarez-Novoa como el padre de la novia.
Una extraordinaria música a lo largo de todo el metraje, es uno de los grandes aciertos, convirtiendo escenas menos relevantes, o de menor carga emocional, en partes que no quieres que acaben. Y es que verdaderamente el trabajo de Shigeru Umebayashi en este apartado musical está muy bien conseguido. Por contra, quizás su principal pega es la excesiva lentitud en algunos tramos, adaptándose demasiado a la obra teatral de Lorca en vez de buscar un poco más la diferencia que puede suponer el paso a la gran pantalla.
La novia no es la primera adaptación al cine de una obra de Lorca. Antes ya encontramos la adaptación de la dramática Yerma, que sería llevada a las salas en 1999 por Pilar Távora y con Aitana Sánchez Gijón, así como otra de las creaciones más representativas del autor granadino, La casa de Bernarda Alba, la cual fue llevada al cine por Mario Camus en 1987. Pero además La novia no es la única adaptación a la gran pantalla de esta misma obra, donde también encontramos Bodas de sangre, dirigida por Carlos Saura en 1981. Lo curioso de aquella película, y una clara diferencia con la adaptación que ha realizado Paula Ortiz, es el carácter musical, ya que en la representación gana protagonismo la danza, provocando un gran contraste con la actual versión, donde si bien la música está presente, destaca más por el trascurso de la trama en escenas dialogadas donde además podemos contemplar paisajes inexistentes en el guion de “Bodas de sangre” elaborado por Carlos Saura con la ayuda esencial de Antonio Gades, del cual sacó la idea de esta producción.
Inma Cuesta, quien desempeña el papel principal de esta nueva adaptación, quizás ha realizado una de sus mejores interpretaciones hasta la fecha, y eso que la actriz valenciana no es novata en el mundo del espectáculo, ya no solo dentro del mundo del cine, donde entre otros papeles ha estado nominada en dos ocasiones a mejor interpretación femenina protagonista en los premios Goya, la primera ocasión en 2011 por La voz dormida, y la segunda por Tres bodas de más, sino que además de todo esto ha realizado también musicales como Hoy no me puedo levantar, y aun hoy en día podemos seguir viéndola en la serie de televisión Águila roja como Margarita.
Pero sin duda en esta última interpretación hemos visto una Inma Cuesta cargada de emoción, esa misma que genera la obra; sensualidad, que cautiva tanto al novio como a Leonardo; y duda, esa que la atormenta durante toda la película y de la que hace partícipe al espectador.
¿A quién elegirá? ¿Lorenzo? ¿El novio? ¿Se dejará guiar por su corazón o por su cabeza?
Veremos si a partir del 11 de diciembre el soberano público llena las salas y disfruta de esta emocionante obra de arte. Al menos por el momento ya ha conseguido ser nominada hasta en nueve ocasiones en los Premios Feroz, donde opta a galardones tales como el de mejor película dramática, director, guion, actriz protagonista, actor y actriz de reparto, música, trailer y cartel.
Fotografías tomadas de www.filmaffinity.com