Venezuela vive desde hace dos semanas una convulsa situación social con constantes protestas contra el intrusismo del Gobierno de Nicolás Maduro y la inestabilidad económica del país. En respuesta a las críticas, el gobierno venezolano ha blindado los medios de comunicación y arrestado al principal líder de la oposición. Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes se han cobrado hasta ahora la vida de ocho personas y herido a 37.
Las manifestaciones y la agitación social se han expandido por Venezuela desde la convocatoria el pasado 12 de febrero del “día de la desobediencia civil”. Los líderes de la oposición venezolana María Corina Machado y Leopoldo López, junto con los principales movimientos estudiantiles, fueron los impulsores de esta marcha contra el gobierno de Nicolás Maduro que sirvió de precedente para una ola de reivindicaciones contra el ejecutivo del actual mandatario. Tras las marchas iniciales, la confrontación se volvió violenta por el asesinato de tres estudiantes en el primer día de protestas. Las represalias se han centrado en la oposición política, caracterizada en la detención de Leopoldo López acusado de liderar las protestas violentas del 12 de febrero. El líder de Voluntad Popular (VP) se entregó a las autoridades venezolanas tras encabezar una marcha que había convocado su formación. Finalmente a López, le han sido retirados los cargos de terrorismo y homicidio y según el diario El Mundo, permanece encerrado en una cárcel militar mientras se desarrolla su juicio.
Son constantes los ataques gubernamentales contra los manifestantes y opositores a los que se califica de “golpistas”, “fascistas”, “enemigos de la patria”, “colaboradores de la extrema derecha” y “títeres del imperio”. Para contribuir al descrédito de la oposición y al ocultismo de la situación, Nicolás Maduro ha decretado el cierre del canal colombiano de noticias NTN 24 y el cese de las emisiones de CNN en español por su cobertura de las protestas. El bloqueo a los medios internacionales ha contribuido al blindaje de la cobertura de las protestas y a la manipulación de las informaciones emitidas y recibidas en todo el mundo. La prensa nacional tiene serias dificultades para publicar sus ediciones diarias por la escasez de papel- ante la falta de la concesión de divisas para importarlo- y muchos ciudadanos consideran que los medios tradicionales –la televisión principalmente- evitan la crítica al gobierno. Por ello, las redes sociales, y en especial twitter, son los principales canales que los venezolanos utilizan para intercambiar testimonios y obtener información no filtrada por el gobierno.
La persecución política se ha convertido en el signo de identidad de la actuación del gobierno de Maduro ante cualquier atisbo de indignación o protesta social. El sucesor de Hugo Chávez ha puesto en marcha un sistema de investigaciones para evitar lo que el califica de “ intento de golpe de estado” por parte de los manifestantes, de la oposición y de detractores dentro de su propio partido.
Lejos de un intento de golpe de estado, el clima de descontento social en Venezuela ha surgido principalmente del deterioro de la economía, con altísimos índices de inflación que provocan la escasez de los productos alimenticios más elementales. Esta situación se ha visto agravada por las constantes devaluaciones de la moneda nacional y la corrupción cambiaria, por la vulneración de los derechos civiles, la constante injerencia en la libertad de expresión y la creciente inseguridad ciudadana.
