Rodrigo Rubio es el alter ego de Merluzo, el personaje protagonista de las historias de Merluzeando, uno de los blogs de humor más originales y personales de la red. O tal vez Merluzo sea el alter ego de Rodrigo, quién sabe. Incluso es posible que Rodrigo y Merluzo sean la misma persona todo el tiempo, indistinguibles e indivisibles, sufriendo de la doble personalidad propia de los súper héroes. Quizás cuando el teclado del ordenador les una sea Merluzo quien tome las riendas y cuando se aleje del mismo sea Rodrigo el que se ocupe de las decisiones. Persona y personaje en el mismo cuerpo, el uno acechando al otro, el otro siempre pendiente del uno. Y detrás, delante, encima, o debajo, el enigmático a la par que atractivo ilustrador que siempre adereza las aventuras merluzeras, pendiente de Rodrigo y de Merluzo, dispuesto a enriquecer la historia con sus magníficas ilustraciones.
Quedamos con todos ellos (o con parte, pues nunca sabremos si el dibujante nos observaba) en una cervecería de Madrid. El propio Merluzo tuvo que poner su smartphone al servicio de la entrevista y grabarla, mientras Rodrigo se ocupaba de pagar las cervezas. Todo muy merluzo, como no podía ser de otra manera. ¿Y el periodista qué hizo? Beber y preguntar, que es lo que mejor hacemos lxs periodistxs.
Pregunta: Cuando escribes, ¿es Rodrigo o es Merluzo quien lo hace?
Respuesta: Hombre, en principio es el personaje, lo que pasa es que al final se va confundiendo y compañeros del trabajo o amiguetes que me leen, me llaman Merluzo cuando no me lo han llamado nunca, toda la vida me han llamado Rodrigo y ahora, Merluzo…
P: ¿Es un alter ego que ha terminado apropiándose de tu propia vida?
R: Joder, qué bonito… supongo que sí, la verdad es que me hace un poco de gracia porque lo de Merluzo empezó como una bobada y al final es una parte de mí que no puedo quitarme… aunque algún día dejara el blog siempre me quedaría la cosa de decir “esto es muy merluzo”.
P: Hay quien escribe por necesidad y quien lo hace porque le sale más barato que ir al psiquiatra, ¿cuál es tu excusa?
R: Supongo que será para exorcizar demonios… todas estas cosas humillantes que te pasan les das una vuelta por el lado del humor… la cosa cambió cuando conté la primera vez que compré una revista porno, porque antes en el blog contaba otro tipo de reflexiones, pero después de esa historia a la gente parece que le gustó, me decían “jo, tío, lo que me he reído”, y vi que por ese lado la gente comentaba más, había más visitas… me siento muy a gusto con esas cosas que pienso que le han podido pasar a todo el mundo, como la primera vez que vas a comprar condones, todos hemos pasado por ese momento de dirigirnos a la farmacéutica y “mira, me das… es que quiero una cosa…”
P: Parece que sexo e internet siempre triunfan…
R: Yo pertenezco a una generación que acudía al kiosco a comprar revistas, y cada uno tenía su técnica y contarlo es algo muy merluzo… yo, por ejemplo, ponía los condones encima para que, si mis padres abriesen el cajón, ya fuese suficiente dosis de realidad y no siguieran buscando más allá. De esas cosas ya no queda nada, ahora basta con teclear en internet lo que quieras y tienes acceso a todo. Se ha perdido ese encanto.
P: ¿Todas las historias que publicas son autobiográficas o también robas ideas?
R: No robo nada, eso es algo de lo que me puedo sentir orgulloso. Yo lo cuento cuando me ha pasado a mí, es parte del rollo del blog. Sí que es cierto que hay una parte exagerada pero creo que lo suyo es que me pase a mí. Merluzo es un personaje creado por Rodrigo y, por tanto, las cosas las he tenido que vivir. No me sentiría cómodo contando algo que le ha pasado a otro.
P: ¿Cuántos años de historias llevas ya?
R: Con Merluzeando desde 2010.
P: ¿Y con qué periodicidad?
R: Estuve un tiempo sacando un post por semana y ahora estoy sacando uno cada dos semanas y aparte haciendo otras cosillas, alguna viñeta, las píldoras de humor…
P: ¿Y los dibujos?
R: Los dibujos me los hace un amigo y son una parte muy importante del blog. Yo tenía la idea de acompañar los textos con alguna ilustración que fuera en el mismo sentido, así que le pedí que me hiciera un dibujo. Me gustó y le pedí otro para otra historia. También me gustó y le dije “oye, parece que nos entendemos bien, podríamos hacer esto entre los dos”. Quedamos en que yo le mandaba el post, él me hacía el dibujo y lo íbamos comentando para ponernos de acuerdo pero vamos, él pone mucho de sí mismo y creo que el resultado funciona muy bien. Yo me siento muy a gusto con lo que hace y él también con lo mío. Aunque siempre me saca tocándome o con una revista de tetacas… siempre hay guiños, como dice él, para el ojo experto, poner un paquete de kleenex debajo de la cama como si yo fuera un pajero brutal. Siempre lo lleva un poquito más allá. Si yo digo que me quedé despechado y que me fui a llorar al cuarto de baño, él me hace un dibujo con la puerta del baño entreabierta y el ruido fap-fap-fap, como si me la estuviera pelando. Siempre le he dado mucha libertad en ese sentido. Y me queda una cosa maligna en el interior, porque esto lo hacemos entre los dos y no me parece bien tener todo el protagonismo, pero llegamos a este acuerdo del “enigmático a la par que atractivo ilustrador” y la verdad es que va muy bien.
P: Pero existe el ilustrador, ¿verdad? ¿O se desvelará de aquí a unos años que erais la misma persona?
R: Existe, aunque es bonito ese misterio y no debería desvelarlo… pero yo no le quiero quitar mérito porque lo que hace es muy bueno.
P: Además, entre ambos conseguís algo muy complicado en el mundo digital que es tener personalidad.
R: Estamos muy contentos de cómo funciona el blog y, sobre todo, muy cómodos con lo que hacemos.
P: ¿Qué proyectos futuros tenéis?
R: Nos gustaría hacer un cómic, algo como lo que hace Aleix Saló… tener una historia más larga ilustrada… a mí me gustaría llegar a alguna librería y encontrarme el librito de Merluzeando con todas mis cosicas y los dibujos… ésa sería la pretensión, porque el blog está genial, pero la cosa de tener algo físico es diferente… yo sigo imprimiendo las fotos, debe ser la nostalgia analógica de la que hablábamos antes, la pegatina en la cinta vhs en la que habías grabado porno y escribías otra cosa para despistar… esas cosas me gustan, me gustaría tener algo físico.
P: En las casas del futuro todos los recuerdos cabrán en un usb…
R: Eso es una mierdaca. A mí me gusta poseer, pero no por consumismo, sino por sentimentalismo. Yo sigo yendo a comprar películas en DVD, aunque me dicen que se va a acabar ese formato, pero me da igual, yo tengo mi DVD y mi reproductor y en el futuro seré capaz de conectarlo, por usb, por hdmi o por flaguer-froguel, pero yo quiero seguir viendo Posesión infernal en mi DVD… no quiero tener un archivo en un pendrive, eso mata todo el ritual, coger la cajita, abrirlo… e incluso comprarlo y quitarle el plástico en el que viene envuelto, no sé, yo soy un nostálgico de estas cosas.
P: Volviendo al blog, ¿cómo haces para que no se te agoten las historias?
R: ¡Es que pasan historias todos los días! Hay que ir con el ojo alerta. Dice Enrique Vila-Matas que existe un ojo literario. Estoy de acuerdo, si tú contemplas la realidad de una determinada manera podrás ver cosas que de otro modo no verías. Puedes sacar una realidad merluzeada que, junto con los dibujos del enigmático a la par que atractivo ilustrador de Merluzeando, se convierta en algo diferente, como cuando me fui a cortar el pelo hace poco. No tengo miedo a que se me acaben las historias, siempre pasan cosas.
P: ¿Y tus referentes en el humor?
R: El Jueves, ese sería el delirio de ambición máximo. Mis hermanos guardaban la revista en el baño y me he pasado la infancia leyéndola ahí. Me parece súper gracioso también Miguel Noguera, que te abre puertas en el cerebro que no sabías que estaban ahí. Hace cosas rarísimas y al principio te quedas muy flipado, que ni te ríes ni nada, pero después le coges el punto y es genial.
P: Todo depende de cómo se cuente una historia, ¿no?
R: El punto de vista es fundamental. Hay veces que empiezas una historia y la dejas porque no sabes por dónde tirar. La de los modernos era una historia que yo quería contar, pero me parecía muy complicada. Le di tres o cuatro vueltas y al final funcionó y a la gente le hizo mucha gracia. Lo que no se ve es todo el trabajo que hay detrás. Me pasa como cuando hago tortilla de patatas: pelar, cortar, fuego lento, cuajarla, dos horas en total para que lleguen los amigos y en diez minutos, muy rica, eh… me cago en la puta, el próximo día cojo unas ruffles y vais que chutáis.
P: ¿Cuál es tu proceso a la hora de escribir?
R: Escribo, releo, tiro, elimino, vuelvo a escribir… siempre llevo una libreta encima y en el autobús, en el metro, voy apuntando mis mierdas. Luego las paso a limpio en el ordenador y las estructuro. La primera escritura es visceral, con las tripas, pero después le das una vuelta con la razón, pero vamos, tampoco es un método fijo. Hay historias que salen del tirón y otras tardas más. Luego está el plazo de entrega que, aunque sea un blog y no haya obligación de hacerlo, hay que tener un respeto por el lector. A mí me da mucha rabia cuando veo la tele y cortan para publicidad cuando quieren, programan los episodios de las series en el orden que les da la gana… no tienen respeto por el espectador. Yo no quiero hacerles eso a los cuatro o cinco que me leen. Si les digo que publico el próximo lunes, siempre sacaré tiempo para que tengan mi mierda ese día.
P: ¿Os ponéis algún límite?
R: El blog es algo picante, sí, pero no más. Mi madre lee el blog y quiero que lo siga haciendo. Nuestro estilo es uno donde ambos nos sentimos cómodos: es el personaje y las historias las que marcan los propios límites de lo que cabe y de lo que no cabe.
P: Merluzeando también tiene su reflejo en las redes sociales, facebook y twitter, ¿cómo os organizáis?
R: Me absorbe la vida. He ido aprendiendo un nuevo oficio a base de hacerlo. El posicionamiento y el famoso SEO de los cojones…
P: En la presente edición de los premios 20Blogs de 20 minutos, Merluzeando ha terminado en tercer puesto en la categoría de humor tras la votación popular. Ahora falta la decisión del jurado. ¿Qué significaría ganar?
R: Supondría un reconocimiento muy importante, está claro. Con la cantidad de blogs que hay por ahí, que el tuyo tenga esa distinción, uff…
P: Y ya para terminar, porque nos hemos quedado sin cervezas, ¿algún consejo para quien esté empezando en esto?
R: Joder, si yo solo soy un merluzo, cómo voy a dar consejos… la pasión, hacer algo con lo que te sientas cómodo y la constancia, creer en tus cosas y trabajar duro. Yo echo la vista atrás y me siento orgulloso del recorrido de Merluzeando.
P: Rodrigo, Merluzo, mil gracias por tu tiempo y por las cervezas. Seguiremos leyéndote.
R: A vosotros. Ahora nos tomamos otra cerveza, ¿no?
Por supuesto.
Una idea sobre “Rodrigo Rubio, Merluzo en Merluzeando: «Pasan historias todos los días, hay que ir con el ojo alerta»”
soy fan de Merluzo y he de decir que es un fiel eco de nuestra sociedad.
Merluzo es el reflejo de una generación.
¡Muerte al formato flaguer-froguel!