El psicólogo Eparquio Delgado analiza la simbosis moderna de la mercadotecnia y la charlatanería en su primera obra, Los libros de autoayuda, ¡vaya timo! (Laetoli).
Los libros de autoayuda constituyen una «raza» consolidada dentro de librerías y colecciones particulares, y podemos encontrar numerosos títulos prácticamente para cualquier particularidad: autoestima, negocios, salud, relaciones personales… De un modo sencillo, Delgado explica en su obra debut de dónde surgen y cuáles son los rasgos típicos de este tipo de libros: sencillos, válidos para todos en general, suelen incluir historias de personajes que buscan cambios -con los cuales es fácil que nos identifiquemos- y sobre todo, incitan a la acción y están basados en la premisa tú puedes. Así, armados con ellos estaremos capacitados para afrontar cualquier dificultad con la que nos encontremos, desde mejorar nuestras aptitudes comunicativas hasta una dolencia: de hecho, no faltan autores para los cuales determinadas enfermedades están causadas por emociones, o que llegan a afirmar que somos nosotros mismos quienes atraemos la felicidad, la salud y el éxito mediante el pensamiento positivo. Con toda la libertad y ambigüedad que se permite una nómina de autores -a veces, profesionales y expertos reconocidos- para hablar de optimismo gratuito y de soluciones-infalibles-para-todo-lo-que-le-preocupa, no es de extrañar que estos libros se hayan convertido en un caldo de cultivo para las sandeces más inauditas maquilladas con pseudociencias, donde prolifera el de ánimo de lucro a costa de la ignorancia general.
Los libros de autoayuda son los nuevos aliados para paliar el sufrimiento –considerado algo anormal en nuestra concepción occidental,- y marcan las pautas para sentirnos bien a todas horas. Entre otras, Delgado explora la moda del coaching, la «religión del buenrollismo» y el bombardeo sistemático de mensajes de autosuperación, no sólo desde estos libros, sino también desde las redes sociales, la televisión u otros canales, siempre en busca de la felicidad (cabe aclarar que ni la misma psicología positiva o ciencia de la felicidad ha conseguido determinar qué es este concepto tan personal como abstracto). Dado que el objeto de este volumen no es abrir un debate sobre la calidad literaria, el autor no se posiciona en absoluto sobre gustos lectores y aclara que, desde luego, uno puede disfrutar de estos libros como lo haría con cualesquiera otros; eso sí, desde el recomendado margen cauteloso de la distancia crítica. Su objetivo serán los peligros de identificar autoayuda con eficacia y efectividad, pues, desde luego, no podemos encarar todas las dificultades vitales por nuestra cuenta y si buscamos la orientación que nos falta en pautas sin ningún tipo de fundamento podremos estar corriendo graves riesgos.
A modo de síntesis, el propósito del autor pasa por tratar de arrojar luz sobre si estas obras funcionan o no. Con todo, no hay que abandonar la esperanza ni el propósito de poder llegar a una autoayuda seria, y poder disponer de herramientas, al servicio de una sociedad crítica y próspera, y que funcionen realmente.