Los medios de comunicación difunden cada día cientos de estereotipos y contenidos sexistas que dañan a mujeres y hombres y construyen nuestra percepción sobre el mundo que nos rodea. Desde la FAPE se ha denunciado recientemente la supremacía de hombres en los medios y la difusión de una visión muy masculina del mundo. En La Huella Digital analizamos el contenido de los medios y su papel en la creación de estereotipos de género.
Los medios de comunicación tienen una gran presencia en nuestro día a día; a través de ellos se difunden ideas, formas de pensar y estereotipos que van construyendo nuestra visión del mundo y nuestra concepción de nosotras y nosotros mismos. Un mundo que como se ha denunciado recientemente desde la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) continúa estando dirigido por hombres, así lo reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística. Según el organismo, en julio de 2013 el porcentaje de mujeres con cargos ejecutivos entre los siete partidos políticos más votados en España era del 37%. En el documental Miss Escaparate emitido por Documentos TV en La 2 de RTVE, también se recogen datos acerca del número de mujeres en los consejos de los principales grupos de comunicación: Viacom cuenta con dos mujeres entre sus once miembros, Time Warner y CBS cuentan con dos, Fox con una y Walt Disney con cuatro.
Esta supremacía masculina se ve reflejada en los contenidos que emiten los medios, quienes continúan utilizando un lenguaje muy sexista y difundiendo estereotipos denigrantes y dañinos sobre las mujeres. El cuento es el de siempre, solo cambia su apariencia, de esta forma el machismo y el sexismo encuentra nuevas vías para manifestarse. El documental Il corpo delle donne (El cuerpo de las mujeres) denuncia el sexismo en los medios de comunicación italianos y en concreto el del grupo Mediaset, al que pertenecen las cadenas españolas Tele 5 y Cuatro. En este documental se nos muestran imágenes de mujeres utilizadas como objetos en concursos de televisión, adornos para hacer bonito y llamar la atención del público. En su mayoría son mujeres que cumplen con los estereotipos de feminidad: guapas, atractivas, visten con ropa provocativa y actúan como niñas, además de soportar comentarios machistas y vejatorios por parte de sus compañeros masculinos. “¿Por qué todas las mujeres de Italia no bajamos a la calle protestando por la manera en que nos representan?”, se pregunta la creadora del documental Lorella Zanardo.
La publicidad es otro de los formatos en los que las mujeres siguen siendo atacadas diariamente. Hace tan solo 40 años, en España podíamos ver anuncios que ahora nos resultarían tremendamente machistas, en los que mujeres aparecían asumiendo su asignado rol de amas de casas y cuidadoras de la familia, sin embargo la historia no ha cambiado mucho. Los anuncios sobre productos del hogar siguen estando protagonizados en su mayoría por mujeres, los hombres aparecen en escasas ocasiones, y si lo hacen suelen adoptar el papel de profesional que recomienda el producto o como voz en off. Del mismo modo, anuncios como los de ropa y perfumes utilizan los cuerpos de las mujeres como reclamo para vender, mostrando cuerpos femeninos semidesnudos y en posturas provocativas. En algunos de estos anuncios no aparecen sus rostros, restándoles personalidad y aumentado la percepción de que lo que se muestra es un objeto que se puede poseer y consumir. Otro ejemplo son los anuncios de cosméticos: en su mayoría están dirigidos a mujeres y prometen reducir arrugas o tapar canas, ya que una de las principales condenas que arrastran las mujeres a lo largo de su vida es la lucha contra el tiempo para intentar parecer más jóvenes de lo que son.
Miss Escaparate denuncia este acoso continuado que sufrimos las mujeres en los medios: “los medios aportan contenidos que están dando forma a nuestra sociedad, a nuestra política y lo más importante, al cerebro, a la vida y a las emociones”. La profesora de Ciencias Políticas, Caroline Heldman, explica que cuando preguntas a los niños y niñas de siete años estadounidenses si querrían ser presidentes, alrededor del 30% afirman querer serlo, sin embargo, si formulas la misma pregunta a los 15 años “se observa que ya se ha abierto una gran brecha, por esta imposición social de género según la cual la política es cosa de hombres; el liderazgo se considera una aspiración masculina y se disuade a las mujeres de que luchen por él”.
Los medios difunden imágenes de mujeres que no son reales y que en muchos casos han sido modificadas con programas como Photoshop, de este modo se inculca la idea de que solo se es atractiva mientras se es joven y se tiene un cuerpo imposible. Conseguir que las mujeres nunca estén satisfechas con sus cuerpos justifica la venta de productos light, dietas y cirugía estética, y esto asegura los ingresos en un estado capitalista y de consumo cuyo fin último es ganar dinero. Según el documental, un 65% de las mujeres tiene algún trastorno de alimentación, “haga lo que haga una mujer, su valor sigue dependiendo de su aspecto”, añaden.
Otro caso alarmante es el sexismo que sufren las mujeres que se dedican a la política u ocupan puestos de responsabilidad. En pocas ocasiones veremos un informativo que hable sobre la apariencia, las arrugas o canas que le han salido a un presidente hombre de cualquier país, sin embargo, cuando la presidenta o candidata es ella, los medios se toman la libertad de criticar o comentar su forma de vestir o actuar, dejando de lado su discurso o capacidades intelectuales. En Estados Unidos, Hillary Clinton y Sarah Palin sufrieron un acoso voraz por parte de los medios. En 2009 los diarios El País y Público causaban polémica por sacar en portada una fotografía de Letizia Ortiz y Carla Bruni subiendo unas escaleras de espaldas a la cámara para ilustrar la noticia de la visita del Presidente Sarkozy a España. Y el mes pasado cuando la política Yulia Timoshenko salía de prisión, el diario El Mundo dedicó una noticia a comentar su aspecto demacrado y su característica trenza. Todas estas informaciones frivolizan e infravaloran a las mujeres que se dedican a la política trasladando el discurso a su apariencia física y dejando de lado lo realmente importante.
Cosificar a las mujeres es el paso definitivo para justificar la violencia fuera de la pantalla. Un programa de televisión, un anuncio de cosméticos o un programa infantil pueden parecer inocentes a simple vista, pero en el fondo son creadores de opinión, de percepciones y de ideas. Éstos tienen el poder para continuar justificando la pervivencia de una sociedad machista y patriarcal o asumir su función social y de servicio público, y apostar por la lucha en la igualdad y la destrucción de estereotipos dañinos. Volviendo a citar Miss Escaparate: “no podemos ser lo que no vemos”. Las mujeres necesitamos ver a mujeres que construyan una feminidad que no esté al servicio del placer masculino, necesitamos ver a mujeres ocupando puestos de responsabilidad, a mujeres adultas y bellas, poderosas, valientes y fuertes.
Fotografía: Laura Martínez (montaje)/ Público
5 ideas sobre “Sexismo, estereotipos y medios de comunicación”
Totalmente de acuerdo, Laura, magnífico repor… añado otro elemento más de discusión: el cuerpo de las mujeres vale para vender, pero no para protestar como hacen las activistas de Femen. Lo que no gusta es la protesta, no la utilización del cuerpo de la mujer para ello. País…
Muchas gracias Antonio 🙂
Tienes toda la razón y ese es un punto muy interesante, los medios tienen la libertad de difundir cuerpos de mujeres para vender todo tipo de productos pero las propias mujeres no somos libres de hacernos cargo de nuestro propio cuerpo y utilizarlo como queramos. Así estamos…