Nos hallamos inmersos en la denominada “Sociedad de la Información”, donde las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han pasado a formar parte de nuestra vida diaria. Internet, las redes sociales, los smartphones, los emails, etc. son sólo algunos de los elementos que han acaparado el entorno y conviven habitualmente a nuestro lado.
Los teóricos de la Sociedad de la Información señalan firmemente el paso a esta nueva sociedad cuya materia prima es la información y también el conocimiento.
Autores como Yoneji Masuda (1984), James Martín (1980) y John Naisbitt (1983) adoptan una visión optimista asumiendo la tecnología en general y las TIC en particular como esperanzadoras soluciones a los acuciantes problemas actuales. Para estos autores las TIC son herramientas que despiertan el intelecto del ser humano y aumentan su capacidad creativa.
Precisamente uno de los puntos fuertes de las TIC es que son tantas sus potencialidades que pueden proporcionar un servicio individualizado e integrador.
Se considera de especial relevancia destacar un uso orientado a alcanzar la igualdad de oportunidades de personas con algún tipo de discapacidad. El potencial de las TIC como herramienta didáctica se encuentra no sólo en las posibilidades que ofrece a la hora de graduar la dificultad de los contenidos, sino que también implica una interacción en la que intervienen habilidades de búsqueda, selección, organización y almacenamiento de la información.
En esta línea de trabajo, diferentes organizaciones desde diversas perspectivas, desarrollan proyectos que hacen de las TIC instrumentos de inclusión para alcanzar la igualdad de oportunidades. Enmarcada en este ámbito se encuentra Adisli, asociación que ofrece atención integral a personas con funcionamiento intelectual limitado. Se trata de personas que precisan una serie de apoyos justos y limitados para vivir de manera autónoma e independiente.
Entre sus proyectos se encuentra el Aula Abierta: Espacio Conecta, donde se trabaja y mejora la empleabilidad de 60 personas con funcionamiento intelectual limitado a través de diferentes acciones como aprender a elaborar un currículum, adquirir las habilidades necesarias para defenderse con éxito en una entrevista de trabajo, conocer páginas útiles para la búsqueda de empleo o definir una línea de actuación profesional adecuada a las capacidades y preferencias de cada candidato.
De esta forma, se refuerza la adquisición de competencias para la inclusión social y laboral de las personas con funcionamiento intelectual limitado.
La experiencia en el desarrollo del programa está demostrando que el aprendizaje se acelera y el alumno se implica significativamente al incorporar herramientas que lo facilitan, como las TIC. Todos los participantes de este innovador proyecto han mejorado sus competencias de manejo de nuevas tecnologías, alcanzando un porcentaje de inserción laboral del 30% en puestos de trabajo con empresas de diversos sectores. Las cifras se posicionan a favor al incorporar gradualmente estas herramientas en su formación.
Gracias al desarrollo de este tipo de proyectos y al apoyo de entidades como la Fundación Vodafone España, las personas con funcionamiento intelectual limitado se forman y aprenden para mejorar sus oportunidades de inserción sociolaboral.
Es necesario seguir avanzando para reducir la brecha digital, mejorando el acceso a las TIC tanto de este colectivo como de otros en riesgo de exclusión social, con el fin de conseguir la igualdad de oportunidades para su plena integración en la Sociedad de la Información.
