La colección Roja & Negra de Reservoir Books publica el segundo volumen de la trilogía Los rostros de Victoria Bergman. Si la primera obra, Persona, ya nos intrigó y desconcertó, Trauma agitará nuestros más oscuros temores.
El tándem compuesto por Jerker Eriksson y Håkan Axlander Sundquist, los dos autores que se esconden bajo el pseudónimo de Erik Axl Sund, están de enhorabuena. Si ya es difícil engendrar una novela negra que desconcierte y fascine a partes iguales, resulta meritorio concebir una segunda obra con similares características. De hecho, deseamos que la última parte de esta saga continúe la fórmula y nos haga disfrutar tanto como sus predecesoras.
Trauma comienza tras el extraño suceso ocurrido en la noria, en el que el pequeño Johan desaparece. Al mismo tiempo y con el caso de los niños asesinados archivado, encuentran el cadáver de una mujer en Bandhagen. La comisaria Jeanette Kihlberg, inestable por sus problemas familiares, y su compañero Jens Hurtig presenciarán una oleada de brutales asesinatos que tendrán conexiones inesperadas. De nuevo, la imprevisible psicoterapeuta Sofia Zetterlund les ayudará en la resolución de los casos.
En esta segunda obra, la violencia vuelve a ser la protagonista, aunque apreciamos diferencias si establecemos una comparación con su predecesora. Persona era oscura y psicológica, y nos hacía sumergirnos en la mente de un asesino, al más puro estilo de la serie True Detective. Trauma, sin embargo, se acerca más al suspense e incluye una trama más enrevesada y detectivesca, propia de una buena novela negra. No podemos olvidar los detalles escatológicos que frecuentan la novela ni las imágenes macabras que recuerdan a ficciones televisivas como Dexter.
Algunas incógnitas que poblaban Persona se van desvelando en Trauma, obligando al lector a tener la mente alerta y estableciendo continuos paralelismos y relaciones entre personajes. Asimismo se introducen nuevos misterios que imaginamos que se desvelarán en Catarsis, el apoteósico (y esperado) desenlace. Las tramas prosiguen con la denuncia social y política que iniciaron en la primera novela y, aunque ocurre en Suecia, las situaciones se podrían extrapolar a otros países europeos.
La figura de Victoria Bergman es uno de los alicientes de esta saga: pocos personajes nos resultan tan enigmáticos, aterradores, inquietantes e imprevisibles como Victoria; y, sin embargo, muchos menos logran seducirnos de esa manera. No podemos olvidar a los secundarios que, página a página, logran cierto protagonismo y se erigen como grandes personajes; es el caso de Jens Hurtig, el subordinado de la detective Jeanette Kihlberg, que, con sus peculiaridades, aporta el punto cómico.
Si aún no habéis conocido a la indescifrable Victoria Bergman y queréis disfrutar de un buen thriller, Persona y Trauma serán vuestros compañeros perfectos estas vacaciones. Los que nos hemos iniciado con esta saga contamos los días para la publicación de Catarsis, el título que da nombre al desenlace de la trilogía y que publicará Reservoir Books en el mes de septiembre.