Recorrer el Museo del Prado en una hora y media puede ser suficiente para los turistas apresurados, aunque bien podrían ser tres, como las que dedicó Eugenio D’Ors en su guía de 1922 (Tres horas en el Museo del Prado: itinerario estético), o cuatro, o seis, porque el Museo del Prado está lleno de tesoros.
Si señalamos la hora y media es porque es esta la duración del documental Il Museo del Prado: La corte delle meraviglie (El Museo del Prado, la corte de las maravillas: mira aquí el tráiler) que acaba de ser estrenado en los cines de Italia, donde se ha hecho la primicia mundial. Proyectado durante únicamente tres días —15, 16 y 17 de abril de 2019—, pasará luego a los cines de otros países, hasta cincuenta, aunque uno piense fundamentalmente en los anglosajones y japoneses, y a España, adonde llegará en noviembre, aunque aquí con el título Pintores y reyes del Prado.
Que este documental se haya estrenado en Italia no es casual: España tiene una gran conexión histórica con ese hermoso país y de sus territorios provienen miembros de la realeza como Carlos III o María Luisa de Parma; anteriormente, ciudades como Nápoles o Milán eran regidas por la monarquía hispánica. Además, una buena parte de la colección del Museo del Prado proviene de pintores italianos, como Fra Angelico, Rafael, Tiziano, Tintoretto o el Veronés. Todo esto sin olvidar que Italia es, por su cultura clásica y renacentista, la cuna cultural de Europa. (Otra muestra de esta relación es la exposición actual, hasta julio de 2019, de las esculturas de Alberto Giacometti en el Prado.)
La directora, Valeria Parisi, consciente de todo ello, ha resaltado este vínculo, aunándolo con un alegato apasionado por la cultura española: la fuerza del baile flamenco, las visitas de Dalí y Lorca al museo, el palacio real, el monasterio de Yuste y el monasterio de las descalzas se entremezclan en su narración para contar la historia de este museo, que ha cumplido 200 años, de sus colecciones y de los reyes que la formaron.
No obstante, el documental no solo cuenta la historia pasada del museo: también, su futuro. Para mostrar los trabajos de ampliación que se están llevando a cabo, se entrevistan a Norman Foster y a conservadores del museo, que muestran su labor cotidiana más allá de las salas visitables. El Museo del Prado se quedó pequeño hace mucho y, tras la ampliación de Rafael Moneo, se ha sumergido en otra que conformará una de las áreas culturales más importantes de Europa. Acertadamente, se ha usado el antiguo Salón de Reinos del palacio de Buen Retiro para desarrollar la narración, espléndidamente contada por Jeremy Irons.
Ya hace dos años (¡cómo ha pasado el tiempo!) reseñábamos en La Huella Digital «Cuatro películas-documentales sobre museos que deberías ver» (08/04/2017), a la que tendríamos que añadir esta como la quinta. Es bastante distinta, pues ni se ha centrado en las obras de reforma que veíamos en El nuevo Rijksmuseum (2013), ni en la visión poética de El arca rusa (2002) de Aleksandr Sokurov, donde el Hermitage era simplemente un escenario que envolvía la historia de Rusia; sería más similar a la de Frederick Wiseman sobre la National Gallery (2014), pero, frente a aquella, fría y objetiva —como son los anglosajones y alemanes—, a la del Prado se le ha puesto pasión —como somos los españoles e italianos—, lo que ha sido un gran acierto y la hace, en mi opinión, mejor película.
Mostrar la belleza del Prado a través de sus obras, este ha sido el objetivo, y largamente se consigue, ya sea por las obras en sí, maravillosas —El jardín de las delicias de El Bosco, El descendimiento de Roger van der Weyden, las sublimaciones de El Greco, las pinturas medievales, las pinturas negras de Goya o la pintura cortesana de Velázquez, junto con el tenebrismo de Ribera, la dulzura de Murillo, o los paisajes de Claudio de Lorena…—, ya por la mirada detallista hacia lo que no hemos sido capaces de ver quienes lo hemos visitado muchas veces (si no vive en Madrid y no puede ir, descárguese el plano del museo en PDF o vea las imágenes de los cuadros digitalizados en la página electrónica del museo, https://www.museodelprado.es/).
Il Museo del Prado: La corte delle meraviglie prosigue la trayectoria cultural de esta directora, a la que habrá que seguir la pista y ver algunas de sus otras proyecciones, como Torre Branca. Giò Ponti (2003), Bill Viola Submerged (2014), Le Corbusier: 50 Storie di incontri che hanno rivoluzionato il design (2015) o Grida dal silenzio. La storia dimenticata del Genocidio armeno (2016).
Por nuestra parte, es nuestro deseo empezar con este texto una serie de visitas virtuales guiadas a diferentes museos que hemos ido visitando: un recorrido subjetivo por un museo cada mes, español o extranjero, donde se destaque lo más relevante de él, o quizá lo menos, pues no deja de ser un recorrido selectivo y literario. Y no siempre de los museos más relevantes o conocidos, pues allí están a veces las grandes sorpresas: la capilla dorada de São João Evangelista y los cuadros del Grão Vasco en el museo de Lamego (Portugal), o la habitación de una santa incluida en el itinerario del museo de Aveiro… Pasen y vean.