Beris, Jaime y Mon, los tres integrantes del grupo madrileño 84 se reúnen con nosotros en un castizo bar de Malasaña para hablar de “Varcelona”, el tercer disco de su carrera. Entre cervezas y pacharanes el triángulo equilátero que forma esta banda nos habla del cambio que ha supuesto su último disco, financiado por ellos mismos gracias al apoyo de sus fans y que les ha lanzado al mundo del formato físico.
Desde “El burdel de las sirenas” hasta hoy con “Varcelona”, ¿cuál ha sido vuestra trayectoria?
Jaime: La trayectoria normal de la mayoría de bandas. “El burdel de las sirenas” fue un poco el disco de romper el hielo, tampoco teníamos muy claro lo que queríamos hacer. “La hierba bajo el asfalto”, que fue el segundo, fue un poco la transición, lo veníamos hablando ahora. Fue un disco en el que lo teníamos todo más claro pero todavía no teníamos la personalidad musical formada. Yo creo que “Varcelona”, que es el tercero y además siempre se dice que es como el disco en el que ya una banda tiene que mostrar más o menos como es, es el disco donde más nos hemos dejado la vida y donde más se ve como es 84.
¿Cómo habéis conseguido sacar “Varcelona” adelante con el reto que supone autofinanciarse vendiendo cosas por Internet? ¿Creéis que es algo a lo que tendrán que recurrir parte de los artistas dada la situación económica?
Beris: Nosotros lo hemos hecho porque teníamos muy claro que queríamos sacar un disco. Yo creo que al final cuando quieres algo y estás seguro de que lo quieres hacer en ese momento, como nosotros, puedes hacer lo que sea para sacarlo. Nosotros recurrimos al crowfunding y genial, salió todo adelante y salió todo bien obviamente gracias a la gente, pero gracias a que nosotros pusimos mucho en juego. Nos subimos a grabar un disco a la sierra, apostamos mucho por ello, entonces al final yo creo que si apuestas tanto te sale bien. Y creo que sí, que muchas bandas recurrirán a esta forma de subvención, pero creo que es una trampa en realidad, es un parche. No te vale para hacer una carrera musical, no puedes sacar muchos discos a través del crowfunding, es algo que puede pasar en un momento y que te ayuda, pero el fan tuyo no puede estar todo el rato aguantando en su mano el peso de tu carrera.
Mon: Sobre todo es eso, que sirve para bandas algo consolidadas, entre comillas, o que tengan cierto público y que en una situación puntual necesiten de esa plataforma. Pero es lo que dice Beris, una banda que empieza no puede sacar su primer disco de un crowfunding porque no va a tener mucha gente que se lo compre, entonces no nos parece que sea un mecanismo que sirva de sustento de la industria para los próximos años ni mucho menos.
Mientras que vuestros dos primeros discos salieron en formato digital, “Varcelona” os ha introducido en el formato físico. ¿Qué ventajas y desventajas supone este formato? ¿Diríais que el formato físico está en decadencia debido al éxito del formato digital?
M: Por nuestra experiencia te diría que desventajas no tiene ninguna porque además el hecho de sacarlo en físico no implica que no lo saques en digital, suele ser un complemento, es decir, tú lo sacas en físico y también está en Itunes y en todas estas plataformas digitales. Restringirte solo al mercado digital…nosotros siempre tuvimos la sensación de que nos estábamos perdiendo algo. Jaime lo decía muchas veces en otras entrevistas, no hacen críticas de tus discos si no se hacen en formato físico. Tienes como la sensación de que no estás en el mercado, por decirlo de alguna manera. Entonces ventajas, todas, porque nos parece el método de promoción más antiguo del mundo el hecho de que esté en la tienda de discos.
¿Cómo compone 84? ¿Cómo se decide quién canta cada canción?
J: A piedra papel o tijera lo hacemos todo (risas). No, pues en realidad depende mucho de la canción. Hay veces que nos echamos para adelante y componemos juntos, hay veces que uno llega con una canción entera y la graba, hay veces que alguien tiene más dudas o que le falta un estribillo y otro le ayuda, hay veces que a uno le falta letra…depende. Respecto a quién la canta, normalmente el que la canta se puede decir que es el que la ha hecho, pero no siempre se cumple esa regla.
M: Yo creo que hay unos roles muy marcados, nosotros tres lo tenemos muy claro, sabemos cuál es el papel de cada uno. Siempre se ha mantenido así desde el principio, y lo que dice Jaime, hay canciones que hacemos cien por cien cada uno y la canta cada uno, y las que hacemos juntos, pues depende, si la estructura de la propia canción permite dividirla por estrofas que es algo que nos gusta hacer, que nos parece original, pues lo hacemos; si la estructura no lo permite tanto y es una canción que hemos hecho entre los tres, ahí ya decidimos.
¿Qué hay de realidad y de ficción en vuestras letras?
B: Depende de la canción, yo creo. Este tercer disco tiene mucha verdad en todo lo que dice y se nota a la hora de escucharlo. Y creo que los primeros discos a veces son más inocentes, porque uno no tiene tampoco tan claro que al hacer una canción cuánto más emociona es cuánto más te dejas en la canción.
¿Qué os inspira a la hora de componer?
J: Depende, para hacer canciones es verdad que te tienen que pasar cosas. Yo creo que tienes que buscar que te pasen además, es un poco la responsabilidad del artista. Sabina decía que desde que estaba casado no le salían canciones como las de antes, y es que es cierto. Yo cuando tenía pareja me han salido siempre canciones peores que cuando estaba solo, sufriendo y agonizando un poco. Yo creo que el artista tiene que vivir siempre un poco en el drama, porque si vive siempre en la alegría no le salen canciones que lleguen tanto. Porque a la gente la alegría le llega rápido pero no le llega tan dentro.
M: Nosotros cuando estamos bien nos esforzamos por estar mal. (Risas)
B: No, pero es verdad, nosotros somos tres y ahí nos ha valido mucho eso porque no estamos sincronizados respecto al estado emocional de cada uno, entonces siempre cuando uno está flojo, el otro está bien. Pero Sabina decía eso y tenía mucha razón, porque cuando le preguntaban en qué se inspiraba, él decía: “Yo cuando estoy bien lo que me voy es de putas y me meto farlopa” “Cuando estoy bien no quiero hacer canciones”.
¿Dais más importancia a la letra o a la música?
M: Yo un cincuenta. Me parece que las dos cosas son igual de importantes.
B: Yo un poco más a la letra, sobretodo en castellano, que creo que se ha escrito mucho y se ha escrito muy bien. Entonces para que una canción sea buena yo creo que tiene que ser muy original y contar las cosas de manera distinta.
J: Yo también, mucho más a la letra. Setenta o así.
¿Qué ofrece 84 en directo?
B: En general muy buen rollo, nunca hemos sido unos tíos ni de postura de rock & roll ni de movidas indies. Transmitimos, yo creo, mucho buen rollo y mucha naturalidad. Y también lo que ves, que son tres tíos cantando haciendo armonías vocales, que es algo muy raro. Cantamos todo el rato los tres, y eso parece muy fácil pero cuesta un montón preparar las canciones así porque hay que trabajar un montón, es muy difícil afinar…
¿Cómo os sentís más a gusto: en un escenario tocando en acústico o con banda? ¿En locales pequeños o en recintos grandes?
M: Hemos tenido experiencias de todo tipo y hemos disfrutado todas a su manera. Empezamos los tres en acústico en locales muy pequeños con lo cual, cuando esas situaciones se reproducen otra vez siempre nos sentimos muy cómodos. Quizás tenemos menos tensión previa que siempre hay, pero cuando estamos ahí vamos con mayor grado de confianza, como que nos sentimos que lo hemos hecho toda la vida así. Con la banda lo disfrutas porque lo oyes todo muy completo, tenemos una super banda que nos acompaña, que es una gozada…
B: Pero también estás preocupado por ellos, por si la pueden cagar, o sea que es verdad que hay más tensión.
M: Y por el sonido, que si la sala es tal que si la sala es cual, que si hay más ingredientes, hay que estar más finos a la hora de sacar el sonido…Es verdad que cuando vamos en acústico es como si vas al salón de casa a la chimenea y tocas. Hay un ambiente con un pelín de menos tensión. Y luego que lo disfrutamos porque interactuamos, es un ambiente más cercano, que muchas veces eso te pone más nervioso en según qué situaciones, pero por otro lado te permite hacer coñitas. Nosotros nos desenvolvemos muy bien en ese sentido.
¿Dónde diríais que se encuentra el público de 84?
J: En Madrid, la número uno sin duda, después yo diría: Valencia, Barcelona, Sevilla y Málaga.
¿Es Madrid un buen lugar para dedicarse a la música?
J: Yo diría que sí, es un sitio muy bueno, de España el mejor sin duda. Estás en el centro de todo, aquí es donde está el movimiento de la música en general, donde están las discográficas, donde hay millones de bares, millones de oportunidades para tocar, un público al que le gusta bastante ir a conciertos…
¿Hasta dónde queréis llegar con “Varcelona?
J: A dónde hemos querido llegar siempre. Seguir creciendo poco a poco, subir escalones y vivir, al final lo único que queremos es vivir de la música.
¿Cómo definiríais la situación de la música en España?
J: Yo, muy buena. Hay más grupos que nunca, más festivales que nunca, más oportunidades, más libertad, más fans, más gente que va a conciertos de bandas. Quizás está todo ahora muy centrado en el indie o en un solo movimiento pero bueno, es lo que hay. Lo importante es que la gente quiere música, mucho más que antes.
M: La gente sigue consumiendo, lo que creo que está cambiando es la manera de cómo hacerlo. La industria es una industria destruida y que tiene que reinventarse pero, por ejemplo, ahora funciona mucho el tema festival. En vez de ir dejándote la pasta en cada grupo que va a tu ciudad, lo que hacen es ahorrar, ahorrar, ahorrar y en verano se pillan el festival donde van a ver a todos a la vez. Es el “Boom” de los festivales pero más que nada porque la gente se ha tenido que adaptar a ese mecanismo.
¿Y la salud del pop rock?
J: Yo creo que de salud está bien, lo que pasa es que quizás el foco está menos en eso ahora y en parte lo entiendo. Nosotros estamos en tierra de nadie, no tenemos una etiqueta muy clara. Ojalá un día el foco se ponga en lo que hacemos nosotros, que no sé exactamente lo que es.
M: Independientemente de cómo esté la situación creo que las bandas de música van a existir siempre, y autores que vayan a hacer buenas canciones también van a existir siempre.
Si tuvierais que dar un concierto compartiendo escenario con otros dos grupos de cualquier época, ¿a quién elegiríais?
B: Yo españoles segurísimo Los Rodríguez, serían ellos y Sabina
M: Yo Enrique Urquijo, que me transmitía muchísimo cuando era pequeño y los Beatles.
J: Yo te iba a decir Sabina y James Taylor.
Además de 84, algunos trabajáis como pinchadiscos, ¿qué diferencia hay entre poner música y tocarla?
B: En realidad yo no hago de Dj, porque no sé hacer mezclas con loops, lo único que hago es poner canciones y creo que, cada vez que pincho, me doy cuenta de que en realidad no tiene ningún mérito comparado con lo que es hacer canciones y tener un grupo. Tiene mucho mérito poner buenas canciones y elegirlas, a mi es algo que me encanta y me apasiona. Y compartir una canción que tú sabes que es buena y que a la gente le guste, creo que es lo más bonito. Yo creo que ser pinchadiscos comparado con ser músico es como de risa totalmente, a veces me siento como estafando un poco, como mal conmigo mismo porque no puede ser que esto esté produciendo lo mismo que estoy ganando yo tocando, que requiere mucho menos esfuerzo.
¿Qué tipo de música os gusta escuchar en vuestro tiempo libre?
B: Yo nacional o internacional
J: Generalmente yo escucho más grupos españoles que extranjeros
M: Yo escucho muchos discos antiguos, que aún siendo antiguos no paras de descubrir cosas nuevas también. Y de las cosas actuales, los grupos nacionales e internacionales que me gustan son los que se parecen a esos discos antiguos.
¿Por qué “Varcelona” se escribe con V?
J: Es una canción de un amor que tuve yo hace un par de años, una historia de verano. Y nada, me puse a hacer una canción y un día yendo por la calle con Beris a trabajar no sé por qué terminamos hablando de ese concepto de “decirle a todas que mi Barcelona se escribe con V” y es cuando llegó el estribillo.