La Bella Varsovia publica, en una edición bilingüe, Bestia el primer poemario de Irene Solà que ganó el Premi de Poesia Amadeu Oller en 2012. Desde entonces la autora ha publicado varias obras más entre ellas Los diques o Canto yo y la montaña baila. Además, el éxito de sus textos es conocido en gran parte del mundo. Ahora podemos disfrutar de este tomo tan bien cuidado.
Bestia recoge un total de 32 poemas divididos en dos partes tituladas: “Boca roja y desagradecida” y “Sangre contenida y buena”. Dos títulos que muestra cuál es el comportamiento jaleado por la sociedad. Un golpe de ironía construido con un símil tan azaroso como el título: “bestia”. Este es un poco el espíritu de este poemario: la cara oculta que se esconde tras una forma, un acto, la naturaleza (humana). Solà propone una mirada íntima, sesgada por las emociones.
Este libro, Bestia, se construye con poemas breves con una gran carga significativa. Ellos muestran, como un vistazo curioso por la ventana una casa, una situación hiperconcreta que puede leerse como experiencias bastante comunes. Entre los versos se pueden encontrar temas como, por ejemplo, las relaciones interpersonales. Retrata las relaciones paterno-filiales incómodas porque la conexión entre ambas partes es extraña, a pesar de su naturaleza. También muestra el amor, la pasión de unas relaciones que pueden ser fuego, costumbre o adicción a lo conocido.
Con temas como estos, la autora trata de mostrar las notas discordantes de los sentimientos humanos: la incompatibilidad de las pasiones con lo aceptado en la sociedad, en la moral predominante o en la cultura heredada. Puedes rebelarte, ser incorrecto, siempre y cuando no molestes o no se te note. Ya lo dice la autora: “sangre contenida y buena”. Las estructuras impuestas parecen sofocar la insurrección con etiquetas y dedos que señalan. El mundo es denso como el alquitrán y las sombras son más grandes que las luces.
Irene Solà trasmite la impotencia, la acomodación, la explosión del carácter, un poco la tranquilidad efímera…, mediante ritmos erráticos, temas eclécticos y estrofas breves que muestran esa bestia que perturba, inquieta y que termina por no mostrarse tal y como es, como ese lobo con piel de cordero. Este primer poemario muestra la fuerza de la autora, sus líneas más líricas y una mirada de lo cotidiano, de lo que acontece con cada decisión, con cada acción. Es una lectura muy interesante y tengo pensado echarle un ojo al resto de su obra.