Es bien sabido por todos lo complicado que puede llegar a ser darle un cierre a una trama abierta durante muchos años. Por más que uno lo intente, no a todo el mundo acabará contentándole ese final, ya sea porque el espectador no quiere que acabe su serie favorita, o bien porque no le ha parecido una buena conclusión. Sea como fuere, la gran mayoría de seriéfilos (por no decir todos) estamos de acuerdo en que hay ciertas series cuyas tramas empezaron bastante bien, pero acabaron decayendo, bien por un mal final o por una mala decisión argumental.
Este artículo contiene SPOILERS de Castle, Dexter, Expediente X, Lost, Prison Break y Once Upon a Time.
El ejemplo más reciente lo tenemos en la que hasta hace poco fue una de las series policiacas más divertidas de la parrilla televisiva, Castle. En su último capítulo, emitido el pasado lunes 30 de mayo en AXN, nos mete de lleno en la recta final de la trama de LokSat, un villano sacado de la manga para estirar más el chicle argumental sobre la conspiración que había detrás del asesinato de la madre de Kate Beckett. A pesar de este innecesario alargamiento, la temporada en general ha estado muy bien, con su buena dosis de humor e intriga, y este capítulo en concreto acaba resultando muy satisfactorio, con secuencias bastante intensas y emocionantes desde el inicio del mismo. Sin embargo, al llegar al clímax del capítulo, en el que Castle y Beckett resultan abatidos en un fuego cruzado con Caleb Brown en el apartamento de Castle, Kate se arrastra malherida hacia un inconsciente Castle, le agarra de la mano, y… Y acto seguido pasamos a una secuencia añadida de 30 segundos, en la que nos relata que han pasado siete años y Beckett y Castle viven felices con sus tres hijos, haciendo clara alusión al episodio 6×05, en el que un supuesto viajero del tiempo les decía que Kate sería senadora, estarían casados y tendrían tres hijos. Fin. ¿Y ya está? ¿Eso es todo? ¿Qué ha pasado con Ryan y Esposito (Expósito en la versión en castellano)? ¿Y con la madre y la hija mayor de Castle? ¿En serio este es el final que le dan tras ocho temporadas en antena?
Pongámonos en situación. Primero hay que retroceder unos meses atrás, cuando Stana Katic (Beckett) anunció su retirada de la serie de cara a una novena temporada. Novena temporada que, por aquel entonces, aún no estaba confirmada por parte de la cadena ABC, a pesar de que Nathan Fillion (Castle) ya tenía renovado su contrato para posteriores temporadas, por lo que los productores de la serie decidieron grabar dos finales alternativos, en función de si seguían adelante o no. Uno de los finales es el citado anteriormente, pero, ¿y el otro? ¿Cómo habría continuado la serie de haberles dado luz verde para una nueva temporada?
No cabe duda que la secuencia final de la temporada habría sido la de Beckett cogiendo la mano de Castle, dejando un buen cliffhanger al espectador. Y sería un buen cierre de temporada de no ser por la inesperada marcha de Katic. Continuar la serie sin ella tras esta secuencia implicaría como opción más probable la muerte de su personaje, y si ya de por sí quitar a la coprotagonista sería un tremendo error, retirarla eliminando a su personaje sería un suicidio mayúsculo de cara a la audiencia, sobre todo teniendo en cuenta el estilo de la serie. Al fin y al cabo, si mantuvieran al personaje con vida, siempre podrían justificar su ausencia de varias maneras, ya sea porque ande ejerciendo de capitana de la prefectura de policía, yendo a reuniones de un lado a otro (de la misma manera que justificaban la ausencia de la capitana Gates en numerosos capítulos), o bien porque decida meterse a senadora (y así seguir utilizando la referencia del viajero del tiempo) y esté demasiado ocupada en la campaña. Siempre podrían recuperar a Katic para cuando decidiesen rodar el último capítulo, dándole ese final feliz sin estar tan metido con calzador. Este recurso seguiría sin contentar a los fans, pero algo mejor es.
No obstante, tal como informa el periodista Michael Ausiello a través de TVLine, según apuntan sus fuentes, el equipo de la serie continuaría la historia haciendo que Beckett sobreviviera al tiroteo, pero tanto Castle como el resto de personajes pensarían que había muerto. Casi que habría sido mejor que hubieran puesto un fundido en negro al más puro estilo Los Soprano y que cada cual sacara sus propias conclusiones.
Otro momento muy sonado fue el final de Dexter, considerado como una de las mayores tomaduras de pelo al telespectador. A diferencia de Castle, esta última temporada fue bastante más floja, con un comienzo demasiado prometedor, dejando abierta una buena variedad de posibles maneras de que algún personaje acabase descubriendo el secreto de Dexter Morgan. Porque, admitámoslo, por mucho que quisiéramos al personaje, en el fondo lo que queríamos era que le pillasen y le diesen caza, dejándonos con la intriga de si al final de la serie le arrestarían o lograría escapar. Sin embargo, al final no sólo no le pillan, sino que, además, cuando Dexter pone fin a la vida del responsable de que su hermana acabara gravemente malherida en la sala de interrogatorios, y Batista y Quinn observan la grabación de la misma, estos hacen la vista gorda y actúan como si nada hubiese pasado, alegando que ha sido un claro acto de defensa propia, cuando en el vídeo se aprecia claramente el montaje que orquesta Dexter. Batista todavía tiene un pase, ya que quería verle muerto tanto como Dexter, y podría cubrirle la espalda, ya que desconoce su verdadera identidad, pero Quinn, que estuvo investigando a Dexter en varias ocasiones porque tenía (muy buenas) sospechas de su oscura personalidad… Pero el remate viene justo al final, cuando Dexter decide suicidarse lanzándose de lleno con su barco hacia el huracán. En la última secuencia, también de unos 30 segundos, vemos a Dexter entrar en su casa tras terminar un día de trabajo en su nuevo empleo de leñador, haciendo creer al resto del mundo que murió en la tormenta. ¿Cómo narices pudo sobrevivir al huracán? Supongo que la explicación más razonable sería, citando a Xena en Los Simpson, que lo hizo un mago. En definitiva, un final tan lamentable que hasta el propio Michael C. Hall (Dexter) admitió que ni se había molestado en ver el episodio desde que se emitió.
Por otro lado, Expediente X tampoco se libró de la decepción del público al emitir el final de esa décima temporada tan esperada. Aunque no estoy de acuerdo con mi compañero Felipe, pues a mí sí que me pareció una buena temporada, y me recordó mucho a los capítulos clásicos que vi en mi niñez, sí que coincido en que no han sabido (o más bien no han querido) responder como es debido a todo lo que dejaron abierto en su momento. Teniendo en cuenta que se realizaba esta temporada con ese propósito, pues nos la vendían como la temporada final (como bien figuraba en los créditos de apertura del último capítulo), descubrimos estupefactos en el último episodio cómo no sólo no nos resuelven nada, sino que además dejan un final abierto a más no poder, con Scully decidida a encontrar a su hijo William para poder salvar la vida de Mulder, justo en el momento en el que aparece una nave que les ilumina, cortando la electricidad de todos los vehículos que se encuentran en ese momento en mitad de la autopista, dejando a Mulder, Scully y Miller tan estupefactos como nosotros al descubrir que ya se había acabado el capítulo y que, en principio, no iba a haber más, sintiéndonos engañados. Afortunadamente se ha confirmado, aunque varios meses más tarde desde que se emitió esta Season Finale, que la serie renovará por otra temporada. Lo malo es que como mínimo hasta 2018 no podremos disfrutarla; más motivos para sentirnos molestos por estas decisiones tan mal desarrolladas.
Aunque sin duda el final que dio bastante que hablar fue el de Lost (Perdidos). La temporada, aunque no estuvo mal, era claramente la más floja de la serie, y si a eso le sumamos que Damon Lindelof y Carlton Cuse, principales guionistas de la serie, afirmaron que, si bien no darían todas las respuestas en la recta final, sí que darían suficientes, para al final acabar dejándonos con más dudas aún, si cabe, tenemos como resultado el odio generalizado por parte de los fans, odio bastante incrementado por aquellos que visionasen su desenlace en Cuatro, entre los cuales se incluye un servidor. Hicieron un evento, llamado La Noche Perdida (un nombre más apropiado del que cabría esperar, como explicaré a continuación), en el que emitieron de madrugada una maratón con los últimos capítulos de la serie, proyectando en primicia los dos últimos en Versión Original Subtitulada, emitiendo así el final casi a la par con EEUU. El primero de ellos muy bien emitido, ya que tuvieron toda una semana para poder preparar los subtítulos. Sin embargo, al llegar al último capítulo nos encontramos con varias escenas sin subtitular, y lo que es peor aún, con varias secuencias sin proyectar, perdiendo buena parte del hilo del capítulo, haciendo que termináramos de ver el episodio como 5 o 10 minutos antes de que finalizase en EEUU. Un error gravísimo que podría haberse subsanado fácilmente proyectando un corte publicitario para corregir todos los fallos durante los anuncios, y así al regresar de publicidad podrían volver a emitir el episodio desde donde se cometió la irregularidad y aquí no habría pasado nada. Aunque el broche de oro vino justo después del episodio, en una mesa redonda que hicieron con un grupo de “expertos” en la serie. Entre la conductora del programa (Ana García-Siñeriz), que comentaba que no llevaba la serie al día y que aún no comprendía por qué había un oso polar en la isla (humo negro, llévame pronto, por favor), y uno de los tertulianos que comentaba que todo era una especie de ensoñación de Jack (por lo visto en la parte en la que el padre de Jack le explicaba que todo lo que habían vivido en la isla era real, este muchacho debía de estar haciendo un pis o algo), hace que uno en el fondo se plantee si pusieron por error Telecinco y estaban viendo el final de Los Serrano en su lugar. No te lo perdonaré jamás, Manuela Carme… perdón, Cuatro. ¡Jamás!
Otra serie que acabó en declive fue Prison Break, la cual, tras ofrecernos dos temporadas bastante buenas, nos introdujo una tercera mucho más floja. A pesar de estar interesante la situación con Michael Scofield intentando escapar de esta nueva prisión, esta vez sin ningún tipo de plan premeditado como la anterior vez, el desarrollo de la fuga resulta bastante aburrido, aunque el momento clave para sentenciar la serie fue cuando cometieron la “brillante” idea de eliminar al personaje de la doctora Tancredi, papel interpretado por Sarah Wayne Callies. Esto fue debido a las discrepancias de la actriz con el equipo de la serie, tomando esta la decisión de abandonar la producción en la tercera temporada, optando el equipo al principio por hacer que secuestraran a su personaje junto con el hijo de Lincoln Burrows, mostrando a una doble de espaldas o con el pelo tapándole la cara cada vez que mostraban alguna escena de ellos; como al final el acuerdo para que volviera a la serie no llegaba a buen puerto, optaron por cortar su cabeza (la del personaje, se entiende) y enviársela a Lincoln Burrows, como advertencia de que si seguía metiendo las narices el próximo sería su hijo. Sin embargo, en la siguiente temporada, por obra y gracia del mago de Xena, la actriz acaba llegando a un acuerdo y Tancredi vuelve a la vida. ¿Cómo es posible? Muy sencillo. Resulta que la cabeza que mandaron era la de una mujer con unos rasgos similares a los de la doctora, para hacerle creer que la habían matado. Muy lógico todo, sobre todo el hecho de que Lincoln no reconociese a la doble. Lo normal cuando uno ha conocido a una persona durante un buen período de tiempo es que como mínimo sepas cómo son los rasgos de su cara, ¿no? Mucho tienen que mejorar en esta nueva temporada que están desarrollando para poder recuperar la esencia de antaño.
Y dejando lo mejor para el final tenemos la todavía inexplicablemente en emisión Once Upon a Time (Érase Una Vez). Como ya dije hace un tiempo, la calidad de la serie ha ido menguando a pasos agigantados, teniendo su origen en su segunda temporada, en el momento en que llegaba un extraño por accidente a Storybrooke, tras haberse roto la barrera que protegía el pueblo. Este hombre, de nombre Greg, afirmaba no haber oído hablar nunca sobre este pueblo, y más adelante descubría, estupefacto, a Regina realizando magia. Este, escondido, grababa un vídeo que le envía a una compañera, llamada Tamara, que resulta ser la novia de Neal, ex novio de Emma, padre de Henry e hijo de Rumpelstiltskin. Una vez esta se reúne con su compañero, descubrimos que en realidad ambos pertenecen a una organización que da caza a aquellos que practican la magia, hasta ahí bien. Sin embargo, en uno de los episodios nos desvelan que Greg ya estuvo en el pueblo cuando era un niño, pues él y su padre se encontraban en esa zona cuando la maldición trajo a los personajes del Bosque Encantado a este mundo. Entonces ya conoció a Regina y descubrió la existencia de la magia, llegando a escapar del pueblo antes de que esta le diera caza, aunque desgraciadamente el padre de Greg no tuvo la misma suerte. Esto no tiene sentido alguno, pues cuando Greg llega al pueblo y se vuelve a encontrar con Regina, no se sorprende al ver que no ha envejecido en 28 años, y sí que se sorprende, en cambio, al verla hacer magia, cuando ya lo había visto de niño. El colofón del sinsentido llega al finalizar la temporada y revelarnos que no sólo trabajan para una organización anti magia, sino que trabajan a las órdenes de Peter Pan, y que su verdadero objetivo es Henry, al cual secuestran y se llevan a Nunca Jamás. Entonces, ¿por qué no lo secuestraron antes, habiendo tenido ocasiones mucho más propicias para ello, sobre todo Tamara, dada su conexión? ¿Por qué una organización anti magia trabaja para alguien mágico que vive en otro mundo, y que, además, utiliza medios mágicos para ello? Con semejante agujero de guión, más los que siguieron en temporadas posteriores, dejan bastante claro a los espectadores que no se molestan en releer lo ya escrito, y que van improvisando a lo largo de la marcha.
Es una verdadera pena que series que empezaron tan bien como las aquí citadas hayan terminado de esta manera, y en algunos casos no se haya podido exprimir todo su potencial como es debido.
Una idea sobre “Cómo destrozar una serie en 30 segundos”
!!!Totalmente de acuerdo !!!Un insulto al espectador a nuestra imaginación!!!