
El bipartidismo tiembla, la conspiración contra España cada vez es más evidente. Cubanos castristas, frikis, servidores de Maduro, gordas etarras, titiriteros y demás gente de mal vivir amenazan la placidez de los propietarios de las cuentas en Suiza. ¿Es cosa mía o el discurso es excesivamente parecido al del franquismo?