Se puede decir de todo de Cuéntame cómo pasó, malo y bueno, pero de lo que no cabe duda es de que estamos ante uno de los mejores productos televisivos de todos los tiempos. Cuéntame cómo paso forma parte ya de nuestras vidas.
Este año hemos asistido a uno de los estrenos televisivos más aclamados en los últimos años, un ejemplo de cómo la autopromoción -en los diferentes medios que conglomeran los grupos multimedia de nuestro país- puede condicionarnos a la hora de elegir visionar determinados productos. Os hablo de El tiempo entre costuras y la incesante publicidad que ha rodeado, y rodea, a la serie semana tras semana; su paseo por las revistas de moda, en toda la prensa española, y alrededor de la programación de Antena3 TV. Con ello, no quiero decir que no aprecie la notable calidad de la serie, pues su realización y posproducción es exquisita. Pero a mí no me engañan, no estamos ante la mejor producción de los últimos años. Para mí, y espero que para muchos españoles, Cuéntame cómo paso (Ganga Producciones-TVE) es y será la mejor serie de todos los tiempos hasta que venga otra que la desbanque; difícil tarea.
Cuéntame cómo paso es un emblema de nuestra cultura televisiva, formando parte incuestionable de nuestro imaginario colectivo. Con ella hemos aprendido historia, nos hemos reído y hemos llorado, y sobre todo, hemos crecido y madurado a la vez que los personajes. Por qué es una de las mejores series de todos los tiempos, y me atrevo a decir, de la ficción nacional e internacional de la última década, es fácil argumentarlo. No sólo el guión, la interpretación, y mucho más importante, la realización son impecables. Que han bebido de la estética y narrativa de películas como Forrest Gump, no hay duda: era muy frecuente en las primeras temporadas ver insertados a los personajes en imágenes de archivo. El empleo de la música, siempre acorde con el año o la década que representan, es ya uno de sus elementos imprescindibles: la cabecera ha ido variando desde Ana Belén, Rosario o Miguel Bose entre otros artistas del panorama musical nacional; así como la canción final de cada episodio que nos ha permitido a los jóvenes conocer a músicos que por edad no hubiéramos llegado a escuchar.
Como todo producto de ficción tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, si muchos de los espectadores se han descolgado de la serie ha sido porque en estos doce años han sido muchas las tramas que han hecho que la familia Alcántara evolucione y suba escalones que socialmente para una familia media española sería imposible. A veces, peca de inverosimilitud, pocos creemos que en una familia sufra tantas desgracias juntas y en muy poco tiempo. Mas, qué queréis que os diga, es ficción y por lo tanto o hacemos un pacto con el producto y asumimos que les va a pasar de todo a los personajes, o muy fácil, dejamos de ver la serie y listo. No obstante, y ese es uno de los pocos defectos que tiene, en las últimas temporadas, desde el regreso de Inés y su adicción a la heroína, o el cáncer de Mercedes y el ingreso en la cárcel de Carlitos, nos han dejado entrever la cara más dura de los ochenta. Los años más difíciles para la generación de los cincuenta-sesenta puesto que tuvieron que vivir en un país en plena transformación de valores, convulso, y con la problemática de la droga de por medio. Ha sido dura en los momentos en los que era necesario, por guión y por año a contextualizar; pero también, ha sido amable y nos ha permitido conocer una España de dictadura, y también soñar junto a estos inolvidables personajes. Si bien va a ser difícil que Imanol Arias, Ana Duato o Ricardo Gómez se deshagan de Antonio, Mercedes y Carlitos, podrán presumir de haber formado parte de un proyecto, que aunque de ficción, ha servido para hacer un repaso a la memoria histórica tan olvidada por algunos. Quienes sigan la serie no se arrepentirán, y los que no, animaros a hacerlo porque de verdad es necesaria para entender muchos de los problemas de la actualidad.
El momento más feliz de la serie: cualquiera de las travesuras de Carlitos, y la ahora igual de traviesa María.
El momento, o los momentos más tristes y angustiantes: cuando encierran a Inés en la casa para que se desintoxique, la sospecha de cáncer de Mercedes y desde luego, ver a Carlitos caer fondo en la cárcel.
Fotografías tomadas de la web oficial de TVE: http://www.rtve.es/television/cuentame/
