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Demasiado ‘Expediente X’

Un mes después de su esperado y triunfal regreso, ha llegado el momento de analizar la décima temporada de Expediente X, desde la frialdad y perspectiva que da el tiempo sin mirar sus más que satisfactorios datos de audiencia. Porque seamos sinceros, el principal motivo del regreso de Mulder y Scully ha sido la audiencia, volver a ser líderes de audiencia, algo que necesitaba como el comer la cadena Fox. Y lo ha sido, salvo el lunes que coincidió con la entrega de los premios Emmy, sus otras cinco emisiones han liderado, arrasando el 24 de Enero, con su primer episodio, arrastrando la audiencia del fútbol.

Fuente: http://www.bolsamania.com/seriesadictos/
Fuente: www.bolsamania.com/seriesadictos/

Los fans de toda la vida teníamos dos miedos con este retorno: si iba a desentonar dentro de la vorágine seriéfila que vivimos en la actualidad, y si podía mantener los niveles de calidad, que con sus imprescindibles la convierten en una de las mejores de la historia de la televisión. El primero lo ha superado con creces. El segundo, lamentablemente, no, convirtiendo a esta décima temporada en la peor de todas, aunque bastante superior a la horrosa segunda película X Files: I Want To Belive (me niego a reproducir el horrendo título en España). Pero vamos a diseccionar los motivos de esta afirmación con un particular diario de esta décima tempora.

El primer episodio se tituló Mi lucha, clara alusión a la lucha personal que vivió Mulder al hacerse cargo de los expedientes X, y que arrastró a Scully. Se centró mucho en la conspiración y a los que ya la hemos vivido durante nueve años cansa, aunque quizás esté bien para la nueva generación con ese giro argumental y sea suficiente para captar nuevos adeptos. Pero al final lo importante es verlos juntos, relacionándose, y se añoran muchos más guiños al resto de personajes que nos acompañaron durante toda la serie. Nos encanta que hablen de William….y de que hallan reabierto los expedientes X. La esperanza era que los cuatro monstruos de la semana en los siguientes episodios no centrados en la conspiración mejorasen un inicio demasiado correcto, sin sorpresas ni cosas nuevas, pero con Mulder y Scully de vuelta.

Fuente: http://img.over-blog-kiwi.com/
Fuente: img.over-blog-kiwi.com/

Sin tiempo para asimilar la vuelta al día siguiente se estrenaba el segundo, La mutación del fundador. En él comprobamos que hay poca interacción entre ellos, casi no se tocan después de todo lo que han vivido juntos. A Scully se le ha quedado la mueca torcida para abajo con una cara de asco eterna, además de su rara peluca y descubrimos porqué Duchovny se dejaba barba en Californication, ya que sin ella tiene unos mofletes enormes. Muy gore las escenas del episodio, como debe de ser un expediente X en toda regla, aunque la resolución ha sido algo apresurada pero con la esencia de los orígenes. Mola que a los dos se les haya ido la pinza pensando en su retoño William, y cada uno exprese sus miedos en esos sueños-visiones. Aún así está lejos del mejor Expediente X, pero habían conseguido aumentar el interés por la serie, sobre todo por los comentarios de que el siguiente mejoraba bastante. Por aquel entonces todavía deseábamos larga vida a Expediente X.

Y una semana después llegaba el esperado tercero, Mulder y Scully conocen al hombre monstruo, capítulo enorme en muchos sentidos. El telespectador puede sentir una enorme decepción al terminar de verlo, porque se esperaba un típico caso expediente X, como han podido ser los dos anteriores. Si bien es verdad, puede dejar un cierto resquemor al terminar de verlo, por su historia un tanto absurda que sólo consigue mantener el interés hasta la mitad del episodio, sólo los que se han visto los 200 episodios anteriores habrán soltado una carcajada más de una vez.

Fuente: media.vanityfair.com/photos/
Fuente: media.vanityfair.com/photos/

Sonrisa al volver a ver a los dos drogados de la primera escena que ya salieron en la tercera temporada, Mulder clavando sus lápices en el «póster de Scully», la decepción porque en sus diez años de ausencia se han resuelto muchos de sus casos inexplicables, el slip rojo de Mulder igualito al que se pudo ver cuando salieron en Los Simpsons hace 20 años, Scully acordándose de su perrito víctima de un particular monstruo del Lago Ness, la cola de «Soy inmortal» que todos tenemos en mente desde la tercera temporada, la sintonía del móvil de Mulder, el contar la historia cada uno desde su punto de vista como en uno de los mejores episodios (Bad blood)..

Además se acuerdan de el fallecido Kim Maners que ha sido la persona que más capítulos ha dirigido en toda la serie, de paso Scully vuelve a sonreír y se permiten hacer un homenaje a sí mismos y a la ciencia ficción cutre de serie B, con moraleja incluida. Como todo lo bueno una vez reposado y meditado se disfruta más. Muchos terminamos decepcionados y al poco tiempo deseamos volver a verlo con otros ojos para ver cuántos guiños más se nos habían podido escapar. Era como si Perdidos hiciese un capítulo con todas las coñas y rumores que circulan por ahí. Homenaje a los fans, pero sobre todo un autohomenaje a Expediente X, sabiendo que muchos ojos estaban pendientes de ellos. Una serie para disfrutar del momento, lo que menos importa es que responda a todas las cuestiones abiertas. Mulder y Scully vuelven a tener feeling. Larga vida, sobre todo a ella…

Twitter ardió esa noche como muestra este de @Nofret
Twitter ardió con la emisión del 10×03, como muestra este tweet de @Nofret

El cuarto, En casa de nuevo, prometía reencuentros y así fue, pero cebándose con la pobre Scully, una vez más. Estuvo muy bien volver a ver a su madre, pero empezaban a pasarse con el tema William, demasiado presente en tres de los cuatro episodios emitidos. Aceptable, sobre todo los ataques del bicho desmembra miembros, pero con una explicación muy pobre, algo que se convierte en una constante en toda la temporada, su falta de saber rematar una buena historia inicial. Seguíamos sin noticias del Fumador y del resto de la pandilla, a falta sólo de dos episodios para el final, lo que no pintaba nada bien. Daba la impresión de que lo estaban preparando todo para terminar la temporada diciendo que se iban a por William…

El quinto, Babilonia, contó varias marcas de identidad de la serie, empezando por un inicio brutal, más propio de Homeland, justo antes de la cabecera. Pintaba muy bien con la aparición de los previsibles sustitutos-clonesprotagonistas de un posible spin off, los agentes Miller y Eistein. Con un tema tan fuerte como el terrorismo, no consiguen rematar con la escena del viaje psicotrópico, que para lo único que sirve es para recuperar demasiado breve y muy, muy de pasada a Los Pistoleros Solitarios. Genial el intercambio de parejas, jugando con los roles de excéptico y creyente. A los fans les encanta ver a Mulder y Scully paseando agarraditos de la mano pero lo estropea una conversación insustancial. Ya el corazón se dividía entre el deseo de seguir viendo por mucho tiempo la serie, sea cual sea el camino que tome, y el temor de que como siga demasiado tiempo sea un vago recuerdo de aquellos míticos episodios a los que esta temporada no le llega ni a la suela de los zapatos. Uno termina deseando que llegue el último para que le pueda dar un poco de coherencia a esta minitemporada tan rara.

Fuente: media.guim.co.uk/
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media.guim.co.uk/

Y sin haber pasado un mes desde el comienzo, llegaba el episodio final, Mi Lucha II, sin saber si sería el final definitivo de la serie. Estaba claro que el final de esta temporada iba a ser tenemos que buscar a William, pero muy sorprendente el motivo, aunque tampoco tenga demasiado sentido. El mejor capítulo de esta temporada decepcionante en tramas, pero demasiado apresurado. Lo que ocurre en este final, hubiese dado para contarlo bien en otros seis episodios, con más enjundia que los vistos. Interesante en la relación Mulder y Scully, pero sin duda la peor temporada de todas.

Los secundarios veteranos casi no se han desarrollado, con una decepcionante participación de Skinner, y con ganas de saber más de Reyes y el Fumador, que tiene el momentazo del episodio cuando descubre su verdadero rostro. Algunos fans estarán contentos con los guiños que ha habido durante los 6 episodios, otros esperábamos algo más, que fuese tan rompedor como lo fue en algunos momentos la serie original. No hay duda de que volverán, sobre todo tras el cliffhanger final, aunque no sabemos cuando y no desagrada un spin off con los nuevos agentes interpretados por Robbie Amell y Lauren Ambrose, creyente y pelirroja otra vez. Por cierto, Eistein se ha merendando a todos interpretativamente hablando. Gran elección la de la que fuera la menor de los Fisher en A dos metros bajo tierra.

Esto era una prueba, y no desentona con el resto de series que se emiten en la actualidad, por lo que habrá más y esperemos que mejor de Expediente X, sólo tienen que buscarse buenos guionistas para desarrollar bien las tramas y rematarlas bien. Cris Carter debe dejarse aconsejar, al fin y al cabo las colaboraciones de Vince Gilligan, Kin Manners y compañía fue lo que hizo grande a Expediente X.

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