La editorial barcelonesa Minúscula lleva cerca de veinte años ofreciendo al lector un catálogo con personalidad y, sobre todo en alguna de sus seis colecciones, un marcado sello propio. Es el caso, por ejemplo, de «Paisajes Narrados«, colección que acoge obras bastante desconocidas en España, donde puede encontrarse tanto ficción como no ficción, y cuya característica común es la relación del texto con un lugar o espacio, en un sentido amplio.
Es en el marco de esta colección donde acaban de lanzar su última novedad editorial: Chilean Electric. Se trata de un libro de la escritora y actriz chilena Nona Fernández, publicado en Chile en 2015 y que llega ahora al lector español. Imposible de clasificar en un género determinado, la obra de Fernández, a la que ella denomina “material literario”, combina crónica con autobiografía, ensayo, narrativa, e incluso aforismo y prosa poética. Más allá de su forma, está su contenido, que nos invita a una reflexión acerca de la memoria y acerca de la luz o la oscuridad que hay en nuestros recuerdos. La autora parte de un recuerdo de la infancia de su abuela: la noche en la que presenciaron cómo la Plaza de Armas de Santiago de Chile se iluminaba con la electricidad. Un recuerdo que toma como inicio de esta obra que da un giro al descubrir que su abuela había nacido veinticinco años después de ese hecho y que, por tanto, no podía custodiar ese recuerdo como propio. A partir de ahí, Fernández juega con el uso de la memoria, con aquello que recordamos y cómo lo recordamos, con cómo se reescriben los recuerdos hasta el punto de creer que se ha estado donde no se ha podido estar. La luz y la memoria atraviesan el libro, que también señala los claroscuros de la historia política chilena, con su dictadura, con sus desaparecidos, con su vuelta a la democracia. Y, en medio de tanta profundidad, una antigua máquina de escribir cuya “h” apenas funciona. Chilean Electric es una pequeña y luminosa joya literaria, perfectamente trazada y que te encandila desde las primeras páginas hasta la última.
Otra de las colecciones de Minúscula es “Tour de force”, dedicada a la narrativa de ficción. En ella ha aparecido La señora Caliban, de Rachel Ingalls, de la que han publicado también una edición en catalán. La novela, publicada originalmente en 1982, narra la vida de un ama de casa americana, infeliz en su matrimonio, que un día decide refugiar en su casa a una criatura extraña, una especie hombre anfibio escapado de un laboratorio científico donde experimentaban con él. La relación que surge entre ellos cubre, por un lado, las necesidades afectivas de la señora Caliban, pero, a la vez, pone de manifiesto para el lector todas las carencias del círculo y, por extensión, de la sociedad en la que vive, vistos ahora por los ojos de un ser de otro mundo. Con una prosa ligera y de lectura agil, seguimos la aventura de esta esposa americana y la transformación de todo su entorno a partir de la aparición en su vida de la criatura. Si bien el romance entre ellos puede jugar en nuestro imaginario con otras ficciones más recientes como la última ganadora del Oscar a mejor película, La forma del agua, la cotidianidad que envuelve esta historia, a pesar del sorpresivo final, hace que el origen extra-humano de la criatura sea, en algunos momentos, lo de menos.
Las dos últimas novedades editoriales de Minúscula, pues, no pueden ser más distintas entre sí. Pero tienen en común lo cuidado de su edición, lo manejables que son ambos libros; su singularidad dentro del catálogo editorial del país, ya que son títulos que el lector español (y catalán, en el caso del de Ingalls) no tenía todavía a su alcance; y su autoría femenina. Vale la pena seguir de cerca el catálogo de esta editorial, porque suele sorprender con sus publicaciones y deleita a todo tipo de lectores.