Revista Digital

El Indiana a la española vuelve a la carga

En agosto de 2012 se proyectaba en las pantallas de los cines españoles la primera entrega de Tadeo Jones, una película de aventuras estilo Indiana Jones pero con un antihéroe patoso y muy español. La película se llevó buenas críticas y muchos premios y se los merecía, porque es un gran trabajo de animación española de alto nivel y presupuesto, lo cual no es tan común en la filmografía de animación de nuestro país. ¿El problema? Que aunque la película funcionó bien, no dejaba de ser una historia tópica, con personajes a los que les faltaba algo más de profundidad para terminar de brillar como película al completo. Bien, 5 años después tenemos la secuela de dicha película, que ha esperado lo suficiente como para mejorar pero no lo suficiente, según mi criterio, como para llegar a todo el potencial que podía haber alcanzado.

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Fuente: https://kinefilia.wordpress.com/2017/08/25/tadeo-jones-2-el-secreto-del-rey-midas-2017/

Lo más destacable de la película es el gran trabajo de animación que conlleva este filme. Especialmente en el trabajo de recrear fondos y espacios. La animación del “prólogo” con la arqueóloga buceando, la animación de la ciudad de Granada, los manantiales de oro, y muchos otros detalles muestran el cuidadoso y maravilloso trabajo de todos los implicados en la película en cuestión de secuencias. Ya solo por ello merece la pena darle una oportunidad, sinceramente.
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Fuente: https://www.ocionews.com/llega-tadeo-jones-2/

La cuestión del argumento, sin embargo, sigue siendo en algunos momentos demasiado predecible. Spoiler: que la becaria va a irse con los “malos” porque quiere reconocimiento está cantado casi desde que el personaje abre la boca, que tendrá que haber otro sacrificio por amor, pues igual. Fin spoiler. Muchas de las situaciones pueden ser anticipadas fácilmente por un espectador avispado, y eso le hace perder un poco el toque que están tomando las películas de animación de estos días para dar juego para niños y adultos por igual. Aun así, la película es muy divertida y si eres un espectador acostumbrado a ir en familia al cine la encontrarás realmente satisfactoria, porque a los pequeños de la casa seguramente les divertirá muchísimo y a ti tampoco te dará tiempo de aburrirte. Probablemente no te reirás a carcajada limpia pero sí que tendrás una ancha sonrisa durante toda la proyección.

Otro tema concerniente a la película es que, no sé si para hacerse más internacional, o para dar una visión más general, tira de tópicos en muchas ocasiones. Los vestidos de flamenca, la paella (aunque he de reconocer que la paellera da buen juego más tarde con unos puntos muy bien insertados), el andaluz “majete” del taxi y, por supuesto, la siesta, que nunca puede faltar. No digo que como españoles no vayamos a reírnos con ello o que vayamos a enfurecernos de que nos marquen por unos tópicos manidos pero creo que, siendo la película española, podrían haber dado otro punto de vista o haber utilizado estos tópicos de otra manera. Aunque aquí entra más ya la opinión de cada uno.

El tema principal de la película, Todo es posible, está interpretado por David Bisbal y Tini Stoessel (si, has leído bien, la antigua Violetta, por si tienes niñas y se lo quieres contar para que la reproduzcan tantas veces que la odies). Que te guste la canción ya depende de tus propios gustos. A mí me parece bonita y adecuada a la película, lo que no me cuadra tanto es el momento en el que la encajan en la película. Es el momento dramático de toda película, especialmente de las películas de animación. Es el “pero” de la película hasta que lleguemos al final feliz y creo que la positividad de la canción y el ritmo rompen un poco esa atmósfera de “¿Y ahora qué?” y no llegas a sentir ese pequeño desasosiego que te lleva a dudar por un microsegundo del final feliz. Veo que el tema y la letra de la canción encajan con la intención de la escena pero no con la escenografía. Aunque, como siempre, cada uno deberéis juzgar si estáis de acuerdo o no con esta opinión.

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Fuente: http://www.telecinco.es/t5cinema/david-bisbal-tini-tadeo-jones_0_2343075816.html

Los personajes, al igual que en su antepasada, hubieran necesitado otra vuelta más, algo más de profundidad pues en muchos momentos son demasiado planos. Aunque me gusta que en esta película Tadeo tenga más ese punto de aventurero de bolsillo, valiente y comprometido y algo torpe, más que ese foco constante de que es totalmente torpe y todo le sale por casualidad, creo que en esta entrega da menos esa impresión. El personaje de la momia dará también de que hablar a los espectadores, en muchos momentos es la mejor baza para gags de la película pero en otros resulta un personaje algo cargante, aunque igualmente resulta divertido y como secundario “gracioso” encaja a la perfección en el papel. Como siempre, los dos pequeños animales compañeros de ambos protagonistas ayudarán también a la veta cómica de la película.

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Fuente: http://www.20minutos.es/fotos/cultura/un-vistazo-a-tadeo-jones-2-el-secreto-del-rey-midas-13267/

Por último, parece un detalle nimio en comparación con la película pero para mí, fue un agradable detalle secundario que creo que merece ser apuntado y que todo el mundo debería notar. No creo que los creadores lo hicieran con esa intención pero, al inicio de la película, Tadeo, obrero español trabajando en Chicago, dice que ha vuelto a la universidad a estudiar arqueología. No se ha dejado llevar por cuestiones de edad, conocimiento o valía que la sociedad de hoy tiende a etiquetar en todas las personas. Sigue en el mundo real, sigue trabajando pero no abandona su sueño de ser arqueólogo sea con la edad que sea. No creo que sea solo porque quiera estar a la altura de Sara, sino porque es su propio sueño y quiere lograrlo. Creo que eso debería enseñarnos a todos una importante lección que hoy entre cotizaciones y salidas profesionales a veces perdemos de vista. Se puede tener los pies en el suelo, y vivir en el mundo real y aun así no dejar de lado nuestros sueños, simplemente puede ser que vayan a tardar un poco más en llegar a nosotros de lo que esperábamos. Nunca hay que dejar de creer que todo es posible.

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