La nueva ficción televisiva se viste de negro y sangre. El morbo y el sexo como epicentros de las nuevas historias de la televisión que exploran el lado más siniestro de la humanidad. El último estreno: Penny Dreadful.
Si hacemos un repaso a los últimos productos de ficción televisiva, podemos comprobar un incremento constante de los productos sombríos en los que el sexo, el sadismo, el morbo y la violencia son los cimientos sobre los que se sostiene. La culpa, probablemente sea de dos series que han revolucionado el concepto de la ficción en la pequeña pantalla: True Blood (2008 HBO) y American Horror Story (2011 FX). Una de vampiros en las que el sexo parece haber sido el leitmotiv de la serie, y la otra, AHS que a modo de temporada unitaria, ha recorrido distintos aspectos del terror. Ambas dentro de la fantasía y la Ciencia Ficción, ambas dirigidas para un público joven y sin pudor.
Estas producciones, que no dejan de ser ficciones arriesgadas para el conservadurismo de la televisión, han influenciado en creaciones sombrías y con un cierto halo de misterio donde la pasión se une al miedo, y por lo tanto, a la devoción. La última incorporación a la lista: Penny Dreadful.
Habiendo visto únicamente el primer episodio, no puedo elaborar un juicio de valor sostenible. Unos días después del visionado sigo reflexionando sobre las impresiones que me produjo el piloto. ¿Será Penny Dreadful una serie de éxito? Si bien la crítica, apuesta por ella, yo tengo mis dudas. Esta nueva producción de Showtime requiere un esfuerzo que muy pocos estamos dispuestos a realizar para verla. Ocho capítulos conforman la primera temporada, que cuenta entre otros con el oscarizado Sam Mendes en el lado de la Producción Ejecutiva, y en la dirección con el director español Juan Antonio Bayona. Echando un vistazo rápido a su equipo técnico-artístico llama la atención, y es una de las razones por las que le voy a dar una segunda oportunidad. ¿El problema? Josh Hartnett y Eva Green no convencen en sus papeles protagonistas.
Lo cierto, es que de aspecto técnico Penny Dreadful aprueba con nota. Una fotografía impecable y una dirección de arte nada envidiable a las producciones cinematográficas; un ejemplo más, de la tendencia de la televisión a producir series que rozan el cine. Sin embargo, y muy a pesar de muchos espectadores, la trama –que entremezcla las historias de terror de siempre– es difícil. Claro está, que hablo del Piloto, habrá que ver cómo se va desarrollando la serie. No obstante, hay pequeñas pinceladas que llaman la atención: el final del Piloto no puede ser mejor, si tuviera que definirlo con una palabra diría Hermoso; la historia del Doctor Frankenstein y su creación vista desde el lado humano. Como digo, veremos qué ocurre. Como dato curioso, Penny Dreadful hace referencia a una serie de historias de terror que se entregaban por fascículos a cambio de un penique.
Huelleros y huelleras, os ánimo a que le echéis un ojo, yo le daré una oportunidad y estoy segura que no nos arrepentiremos.
Fotografías: Tomadas de las Redes Sociales Oficiales de la serie: http://www.sho.com/sho/penny-dreadful/home