Revista Digital

El universo maravilloso de los Mumin

Si eres un niño o una niña de los 80-90, probablemente te quedaste maravillado con esos adorables seres, mitad hipopótamos blancos, mitad troles, de la serie animada que podíamos ver en TVE cada día. Ellos nos hablaban de amistad, de perdón, de libertad y de convivencia con la naturaleza, animándonos a ser creativos y a disminuir la necesidad de bienes materiales. Ahora Salamandra Graphic ha publicado sus viñetas en blanco y negro en Mumin. Las tiras completas de Tove Jansson. Volumen 1 con traducción del inglés de Esther Cruz Santaella.

Y aunque en los noventa tuvimos a sus Mumin en la televisión pública (en una coproducción japonesa, finlandesa y holandesa), nos perdimos quién estaba detrás de estas singulares criaturas. Tove Jansson fue una escritora, ilustradora y pintora finlandesa (con el sueco como lengua materna) que dedicó su vida a sus dos grandes pasiones: la literatura y la pintura. Hija de artistas, siendo su padre escultor y su madre diseñadora gráfica e ilustradora, se formó en Bellas Artes en Estocolmo y París. Durante la Segunda Guerra Mundial creó a estos inocentes personajes, buscando siempre el lado amable y positivo e intentando escapar del contexto dramático que se estaba viviendo. En 1994 obtuvo el Premio de la Academia Sueca y en 1996 el Hans Christian Andersen de literatura infantil.

Este primer volumen está compuesto por cuatro historias (Mumin y los forajidos, Mumin y la vida en familia, Mumin en la Costa Azul y La isla desierta de Mumin) en las que aparecen los personajes principales que recordábamos de la serie: la familia Mumin, la señorita Snork, Sniff y Snufkin. Así, descubrimos la amistad de Mumin con seres variopintos y el primer amor hacia la señorita Snork, el viaje familiar a la playa y sus ocurrencias en un hotel de lujo, la visita de la tía Jane y el picnic que les hace conectar con sus ancestros.

Los troles de la autora nos contagian su pureza y nos transmiten una serie de enseñanzas que a veces olvidamos: la importancia de la amistad, del amor y de la familia, el respeto por la naturaleza o el valor de las pequeñas cosas que nos rodean. Aún hoy Tove Jansson logra hacernos sonreír con sus Mumin, igual que lo hacíamos en los 90, y que regresemos a un pasado en el que lo más importante era jugar y en el que todo era bello y fácil.

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