La saga de videojuegos Fallout arrancó en 1997 como un juego de rol puro ambientado en un universo postapocalíptico. Ha ido pasando por diferentes estudios y generaciones hasta que Bethesda Game Studios se hizo con la franquicia.
En 2008 lanzó su primer Fallout, que sirvió para relanzar la saga. Consiguió mezclar acertadamente el concepto de juego de disparos en primera persona junto con el desarrollo de personajes y la toma de decisiones clásica de un juego de rol. El resultado fue un bombazo, las ventas del juego se estiman en torno a los 13 millones de copias vendidas y las críticas fueron muy favorables, recibiendo incluso el título de juego del año en varios medios especializados. Tras él, 5 expansiones y un nuevo juego de la saga, New Vegas, lanzado en 2010 consolidaron la franquicia.
A mediados de 2015 Bethesda anunció Fallout 4 para finales de año. El juego sigue la línea de los anteriores títulos de la compañía y ha vuelto a demostrar que la fórmula funciona superando la barrera de 750 millones de dólares en ventas, cantidad superior a muchos taquillazos de Hollywood. Pero, ¿qué tiene de especial?
Con una base de mundo abierto, Fallout 4 sitúa al protagonista, un superviviente del holocausto nuclear, en un vasto mapa que puede recorrer a su antojo. La sensación de libertad es total desde casi el principio y pese a que la historia principal sugiere un camino para el jugador, lo verdaderamente interesante del juego es perderse en él. En todo el mapa se pueden encontrar decenas y decenas de localizaciones independientes, cada una con su micro-historia asociada. Ese es el punto fuerte del juego, sumergirse en su mundo.
La ambientación es otro aspecto clave. El argumento parte del fin de la Segunda Guerra Mundial tras los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki; en este punto se desarrolla la energía nuclear y se adapta para el uso común: los coches o las casas son alimentados con este tipo de energía. Ocurre entonces la Gran Guerra que tiene como resultado el lanzamiento de bombas sobre la población y el posterior invierno nuclear. El protagonista del juego es un superviviente que ha logrado mantenerse a salvo dentro de un refugio. Fuera, todo está arrasado: ciudades que son escombros y zonas contaminadas con mutantes entre su población. Realmente pensamos que si hubiera un evento de estas características todo se vería de una manera muy similar a la del juego. La localización geográfica se sitúa en la costa este norteamericana, en Boston y alrededores; todo ello bajo el nuevo nombre de la Commonwealth
Gráficamente no es el juego más puntero, incluso ha tenido algún problema de rendimiento que se está solucionando con parches. El mundo está correctamente representado y pese a tener algún efecto de vanguardia, se nota que el motor gráfico es una evolución del mismo que se usó en The Elder Scrolls V: Skyrim, un juego de 2011. Eso sí, a favor tiene la posibilidad de incluir mods. Bethesda trabaja también en incluirlos en las versiones de consola, tradicionalmente terreno vetado para estos añadidos.
También es interesante el trabajo realizado con la localización al castellano: Fallout 4 se encuentra traducido y doblado, hecho que no es baladí teniendo en cuenta las dimensiones y profundidad del juego.
A nivel jugable, sin demasiados cambios respecto a los anteriores. La vertiente de juego de disparos sobrepasa a la rolera, aunque esta incluye pequeños matices que invitan al jugador a avanzar por una u otra dirección. Los atributos del personaje se miden en la clásica escala S.P.E.C.I.A.L (acrónimo de fuerza, percepción, resistencia, carisma, inteligencia, agilidad y suerte, traducidos). Ninguno de estos es superior a otro, simplemente cambian la experiencia de juego. Además de estos aspectos base, el jugador desarrolla al personaje dentro de un árbol con habilidades específicas de todo tipo. Fallout 4 elimina el límite de niveles que sí estaba presente en los títulos anteriores, así que con tiempo suficiente, se puede crear un personaje que destaque en todo.
Todo este desarrollo del personaje se puede hacer a través del Pip-Boy, un ordenador personal que tiene el protagonista acoplado al brazo. Este sistema es típico de la saga, y sirve además para gestionar el inventario, las misiones y el mapa. Algo poco novedoso si no fuese por el lanzamiento de una aplicación oficial para móviles con el mismo nombre. Con ella, el jugador puede ver en su teléfono el Pip-Boy del juego al completo. La sincronización es fluida y realmente consigue sacar la experiencia de juego fuera de la pantalla. Es una de las companion apps que más nos han gustado por lo natural de su implementación.
Otra de las novedades respecto a los anteriores juegos de la saga está en la posibilidad de crear, mantener y expandir asentamientos. El modo de construcción es muy simple, con un par de teclas accedemos a un menú que nos permite crear o retirar objetos del escenario. Las ventajas de esto van desde establecer rutas de comercio hasta la defensa del territorio. Junto a este sistema, también se ha implementado uno para la modificación de armas, con los componentes adecuados se pueden modificar para aumentar la potencia, precisión, etc.
¿Puede ser Fallout 4 el juego del año? Difícil respuesta, aunque sin duda estamos ante uno de los lanzamientos más potentes que el mundo del videojuego puede ofrecer a día de hoy. Es un juego grande,muy bien ambientado y sobre todo, muy entretenido y adictivo, algo que no pueden decir todos. Pero peca de los mismos problemas que sus predecesores: una historia principal simplona y un apartado técnico poco novedoso. Con todo, 2015 ha sido un año plagado de juegos importantes y este Fallout 4 sin duda se sitúa en el podio, ¿es el mejor? Quizá, que cada uno lo pruebe y saque sus conclusiones, merece mucho la pena, eso seguro.
Juego cedido por Bethesda
Fotografías: capturas del juego y libro de arte