El pasado lunes 27 de mayo se celebró una conferencia en MediaLab Prado (Madrid) con motivo del aniversario de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), la primera universidad completamente online en el mundo. Distintos profesionales del mundo académico y de la comunicación, como Iñaki Gabilondo, abrieron un debate sobre el modelo educativo en Internet, los medios de comunicación y la ciudadanía.
La UOC cumple veinte años desde su fundación en abril de 1995, y quince desde que se empezaron a impartir los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación, en septiembre de 1999. La exposición de una entrevista realizada al escritor ruso Isaac Asimov en 1988 abrió la conferencia con la premisa de la institución: «la gente es forzada a aprender lo mismo, a la misma velocidad, en la misma clase, a la vez», pero en la UOC «puedes estudiar y aprender a tu ritmo, cuando quieras y donde quieras».
A modo de anécdota, Jorge Bronet, delegado territorial de la UOC en Madrid desde el año 2000, narró que la «world wide web» no se abrió hasta 1992, y que cuando en 1999 empezaron los estudios, primero tenían que explicar qué era Internet, y después intentar hacer comprender cómo se podía estudiar a través de él. La presentación del acto siguió a cargo de Sandra Sanz, representante de la comisión del 15 aniversario y profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, quien rememoró algunos de los momentos más emotivos.
Eva Marin tomó la palabra y se encargó de presentar al periodista e invitado especial Iñaki Gabilondo. Lo hizo a través de una rápida selección de sus obras: Los años difíciles, testimonios de protagonistas anónimos de la posguerra; Testigo de la historia, una recopilación de entrevistas de Gabilondo; Verdades como puños, sobre la actualidad desde Noticias Cuatro o Un minuto a bote pronto.
Para el periodista es imposible vivir sin dedicarle mucho tiempo a saber qué está pasando. «Para los que crean que viven en una situación sin horizonte», sentenció que no es la primera vez que ocurre. «El periodismo es un oficio que se nutre de la libertad». Nunca ha habido un cambio como el de la globalización y las nuevas tecnologías para Gabilondo, las que han abierto todas las puertas y ventanas del mundo, aunque sí es comparable cuando se pasó de la no libertad a la libertad con el fin del Franquismo. «Coger la realidad y proyectarla al futuro es un disparate», decía, «y la política ha hecho mucho daño en esto». «Lo que proyectamos al futuro es una idea que mañana ya no va a existir (…) Todos los pronósticos de futuro están condenados a fallar». Todo esto es un disparate, significaría que tanto la política como la ciencia no hallarían progreso ni cambio para que esto no sucediese.
Continuó hablando de «qué es lo que está pasando en los medios de comunicación». Dijo que los medios están acostumbrados a ser «referentes estáticos a los que la gente se acercaba», y ahora son ellos los que tienen que salir a buscar a la gente. «La prensa escrita se da cuenta de que ha muerto».
«Con las nuevas tecnologías ha surgido un nuevo tipo de consumidor autonomizado y conectado, un solitario conectado con muchos otros solitarios». Y dijo que no es que el consumidor de información esté cambiando, sino que el ser humano en sí está cambiando. «El objetivo de la comunicación es hacer entender», puntualizó.
Continuó explicando «el relato de la complejidad» como concepto. «¿Cómo se casa la complejidad con el nuevo lenguaje?», se preguntó. Para Gabilondo, cada vez resulta más difícil relatar la complejidad en poco tiempo. «Preocuparse por lo que les pasa a las personas es fundamental, el periodismo está al servicio de la gente y de la libertad». Continuó diciendo que «un periodista es primero periodista y luego todo lo demás», al igual que un cirujano o un médico. Sin embargo, «el periodista nunca ha defendido su condición», y con estas palabras cerró su ponencia.