¿Quién puede descifrar los misterios? ¿Quién es capaz de sugerir un más que intrigante trayecto metáfora entre distintas épocas, pero también entre lo real y el sueño? Al finalizar Jauja, un más que no esperado y arrebatador fundido encadenado nos hunde dentro de un misterio lírico para siempre dejarnos perdidos, así mismo atrapados dentro de un poliédrico juego de espejos, de ensoñaciones (sueños) que dialogan entre sí, de puertas también grietas que comunican las épocas, formas de representación y espacios geográficos diversos.
En apariencia “Jauja” nos cuenta una historia que se sitúa en la Patagonia. Así se presenta la Sinopsis y notas técnicas:
En la antigüedad, se creía que Jauja era una tierra mitológica de abundancia y felicidad. Multitud de expediciones fueron emprendidas para tratar de encontrar aquel lugar y así poder comprobarlo. Con el tiempo, la leyenda creció desproporcionadamente, lo que se puede achacar a las exageraciones de la gente. Lo que sí se sabe con seguridad es que todos aquellos curiosos que intentaron encontrar este paraíso terrenal se perdieron.
Viggo Mortensen es el capitán danés Gunnar, que en su trabajo en la Patagonia junto al ejército argentino liderando la campaña genocida de los indios nativos a finales del siglo XIX, emprende en solitario la búsqueda de su hija de quince años que se ha fugado con un soldado.
Jauja esta filmada en 35mm, iluminada con intenso cromatismo en formato 1:1,37 y con las esquinas del cuadro redondeadas. Da sensación de que esas imágenes, que nos hablan del siglo XIX, procedieran de antiguos daguerrotipos.
Esa búsqueda del capitán a través de un agreste paisaje pone en juego una dialéctica entre lo primitivo y la civilización, entre la llamada de la naturaleza y la sociedad
A partir de un momento dado todo viene a ser enigma, entramos dentro de un espacio libre lírico por cuyos extraños laberintos nos llegamos a perder. En esta cinta todos se pierden –una voz en off de una anciana dice y se pregunta, copio al pie de la letra, “Qué es lo que hace funcionar a la vida y la impulsa hacia delante”–
En ese preciso instante que hemos apuntado, la película de repente se desdobla en otra dimensión espaciotemporal o nos devuelve al presente, Viilbjork Malling Agger, la actriz que antes interpretaba a Ingeborg (hija de Gunnar) se despierta de un sueño. Parece entonces que lo que había sido narrado hasta entonces era una proyección onírica de la joven, que se imagina a sí misma como Ingeborg cuando es Viilbjork -el cuidador de perros la llama así-. O es que se nos ha proyectado al futuro dentro de un no menos misterioso bucle que finalmente nos devuelve al pasado, es decir al comienzo, quizás a esas tierras con las que soñaba esa anciana y predicaba su voz en off en un momento dado…
Son tantas cuestiones las que nos hacemos, tantas interrogaciones, tantas especulaciones que no se nos proporcionan y ni una sola respuesta. Las mismas imágenes no dejan por un momento de ser misteriosas abriendo aún más y más ventanas, generando aún más y más sugerentes interrogantes gracias a una no menos extraña capacidad de resonancias, a una densidad que nunca es impostada, a una belleza no autocontemplativa, a ese fecundo estribillo de ecos que resuenan bajo ese minimalismo despojado y nada psicológico diapasón dramático.
El misterio por lo tanto surge del interior de las mismas imágenes y de la construcción del relato, de las múltiples ventanas y juegos que hemos apuntado para hacer más que posibles incesantes circulaciones tanto de presencias, objetos y ecos entre diferentes siglos (viajes de una dimensión a otra), espacios geográficos y formas de representación
He llegado a la conclusión finalmente de que es mejor no racionalizar, ni buscar una coherencia narrativa, solo dentro de lo poético encontraríamos esa coherencia.
2014: Festival de Cannes: Premio FIPRESCI (“Un Certain Regard”)
Imágenes: Noucinemart