«La esperanza salvaje y la desesperación marchita mancharon la carne, la locura de los animales encerrados».
Lo salvaje, primer libro de Julia Elliott traducido en España, se imprimió justo un año después de que la OMS declarase la situación de emergencia mundial por la pandemia de Covid-19. Con unas historias que desprenden el olor a sudor animal y a madera quemada de los días antes del apocalipsis, Elliott se presenta como una apuesta atrevida y sugerente de la recién creada editorial Horror Vacui.
Esta primera criatura pone punto de partida a una línea editorial que pretende traer al mercado español obras de ficción escritas por mujeres «que cartografíen nuestro tiempo desde un prisma más oscuro, tal vez siniestro, que muchas veces es el que acaba brindando los mapas más claros del entorno que nos rodea». ¿Dónde hay que firmar para suscribirse a esto? Quiero más.
Pero mientras llegan las nuevas publicaciones, quedémonos con ‘Lo salvaje’, una antología de once relatos donde una anciana espeluznante asusta a su nieta y sus amigas profetizando sobre la llegada del Día del Juicio Final; un doctor deleznable analiza las experiencias amorosas de un robot; unos parásitos provocan la adicción de adolescentes a pantallas y grasas procesadas; una joven se siente atraída por el poco agraciado vecino que se transforma cuando hay luna llena y ambos compartirán un sentimiento mutuo de «hermosa y dulce maldad». Y así hasta llegar al relato número once, ‘El fin del mundo’, en el que los elementos góticos, de terror, ciencia ficción o fantasía parecerán al lector algo apetecible comparada con la declaración de uno de sus protagonistas: «Nada va a cambiar. Moriremos frente a nuestros televisores».
En esta frase se concentra el propósito de ‘Lo salvaje’, donde, después de introducirnos en historias que transitan por lo grotesco, lo absurdo e, incluso, lo sublime y hacernos sentir cierta admiración por la belleza que la monstruosidad puede transmitir, el último relato nos recuerda que es más fácil imaginar el apocalipsis, que el fin del capitalismo. No sabía que la normalidad podía aterrar más que una invasión alienígena.
«Justo sobre el horizonte, formas de vida alienígena surcan los cielos en naves tan elegantes y negras como huevos de insecto. Me imagino el mundo rasgándose, gritos angelicales revoloteando en mis oídos y mi corazón abriéndose finalmente, como una rosa».
La deformación del capitalismo atroz en una cotidaneidad sureña asfixiante es el hilo conductor de una madeja que contiene reflexiones sobre la familia, la violencia, la destrucción de la naturaleza, el amor y los roles de género establecidos. Y es que, aunque distintas historias, todas giran en torno al mismo punto central. Cuando leía ‘Lo salvaje’ tenía la sensación de que perfectamente todos los personajes podrían vivir en el mismo vecindario con cielos rosados, olor a barro y agua estancada y un calor húmedo acompañado del zumbido de los mosquitos portadores de grandes males. Y tras cerrar el libro, lo único que quería era volver a ese vencindario. Julia Elliott engancha y estoy encantada con su aterrizaje en el mercado editorial español.
Podéis saber más sobre Horror Vacui y ‘Lo salvaje’ aquí.