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‘Lemmy’ Kilmister, muy cerca de la leyenda

lemmy_cubiertaIan «Lemmy» Kilmister descubrió el sexo antes que el rock and roll debido a que cuando empezó a despertar sexualmente el rock and roll no se había inventado. Hijo de una madre trabajadora y un padre ausente, no parecía que Lemmy Kilmister, nacido en Stoke-on-Trent en 1945, fuera a tener un futuro muy prometedor. Pero pronto el rock and roll apareció en su vida, después del sexo, y Lemmy prácticamente ha vivido toda la historia del rock hasta nuestros días, buena parte de ella siendo uno de los protagonistas.

Roadie de Jimmy Hendrix, miembro de las bandas Sam Gopal o The Rockin’ Vickers antes de llegar a la que le catapultó a la fama, Hawkwind (de la que fue expulsado, según sus palabras, por ser el único miembro que consumía speed), el bajista y cantante tuvo tiempo de ver tocar a prácticamente todas las bandas de rock and roll británicas, intentar infructuosamente enseñar a Sid Vicious a tocar el bajo (algo que Johnny Rotten confirma en sus propias memorias), consumir toneladas de speed y litros de alcohol y, en 1975, fundar su propia banda: los imprescindibles Motörhead.

Lemmy, la autobiografía, publicada por Es Pop Ediciones, narra la vida de Lemmy hasta 2002. Por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, el título original White Line Fever –que es, además, el título de una canción de Motörhead del año 77- ha pasado a mejor vida en esta edición española. El libro es un viaje por la historia del rock, de la de Lemmy y sus bandas, en especial Motörhead, a través del sexo y las drogas, los viajes por medio mundo y las peculiares ideas del protagonista. Sus páginas están trufadas de anécdotas hilarantes, escabrosas o directamente insufribles (problema de hacer un libro como este: quizá la periodista Janiss Garza, coautora del libro, no realizó demasiado bien su trabajo); de encontronazos con las discográficas, peleas y detenciones policiales y todo el salvajismo hooligan que puedes esperar de los míticos Motörhead. La banda de Lemmy siempre se movió, en el fondo, en tierra de nadie: demasiado punks para los heavies, demasiado heavies para los punks, el rock and roll furioso y salvaje de Motörhead no es apto para todos los gustos. Para los fans de Motörhead, como el que esto escribe, queda un regusto amargo al leerlo. A veces parece que es el propio Lemmy quien te está hablando, pero para eso ya existe el documental Lemmy (2010, Greg Olliver, Wes Orshoski), y uno no espera encontrar esta voz en un libro. Quizá todavía no se ha escrito el libro que Lemmy merece, y quizá cuando eso ocurra, él ya no estará aquí.

Los problemas de salud después de toda una vida de drogas, alcohol, carreteras y conciertos, están haciendo mella en él. Parece ser que en directo ya no puede desenvolverse como antes, y recientemente ha tenido que suspender alguna actuación. Fue operado del corazón en 2013, sufre diabetes… puede que la muerte le sorprenda en un escenario, y quizá sea la mejor forma de dejarnos. Es un hombre que no sabe vivir de otra manera, simplemente. Está lejos de ser dios, por mucho que el cada día más insoportable Dave Growl se empeñe en lo contrario. Pero está muy cerca de ser leyenda.

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