Uno de los géneros más destacables de las últimas décadas es la novela gráfica. En otros artículos, La Huella Digital ha hecho reseñas de muchas obras, pues cuentan con un público creciente. A medio camino entre el cómic y la literatura tradicional, se han creado auténticas obras de arte por su diseño. Igual podría decirse con ciertas obras de literatura infantil y juvenil, con ilustradores que son auténticos artistas.
En esta ocasión queremos señalar dos obras destacables tanto por su diseño excepcional como por su recreación literaria.
La primera es la versión de Metrópolis que ha publicado en 2021 los Libros del Zorro Rojo. La obra se suma a un catálogo editorial verdaderamente interesante. Siguiendo el guion de la película de Fritz Lang –basada, a su vez, en una novela de Thea von Harbou, esposa de Lang–, el diseñador argentino Christian Montenegro crea unas ilustraciones propias de las vanguardias, con sus geometrías cubistas. Construidas en blanco y negro, inspiradas en imágenes icónicas de la película, relatan la lucha entre la clase obrera y la burguesa con un trasfondo religioso de conciliación y redención. Si se ha visto la película, la novela gráfica no defrauda, pues en mi opinión está a su misma altura, al menos en lo que se refiere a la estética y al grafismo (algunas partes de la historia, en cambio, parecen necesariamente abreviadas o eliminadas).
Se incluye además un epílogo por Fernando Martín Peña donde narra el hallazgo en Argentina, en el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, de la única copia conocida de la versión extendida de la película, la de dos horas y media que se distribuyó en 1927 antes de que fuera luego recortada en los cines (a una hora y media), y que sirvió luego para la restauración definitiva por la Fundación Murnau. Recordemos que la película Metrópolis forma parte del catálogo “Memoria del mundo” de la UNESCO.
La segunda obra es el Don Quijote publicado por la editorial Dibbuks, perteneciente al grupo editorial Malpaso. El original, en lengua alemana, se publicó por entregas entre octubre de 2011 y mayo de 2012 en el Frankfurter Allgemeinen Zeitung y Märkischen Volksfreund, pero luego se editó en libro con añadidos en 2013. La traducción al español se hizo al poco después, en 2014.
La obra no es una versión gráfica de la obra de Cervantes, sino una interpretación libre y actualizada. En ella, Alonso Quijano es un anciano que se niega a vender su parcela de tierra en el Tobosow (remedo del pueblo manchego en tierras alemanas) a una empresa que quiere construir un enorme parque de molinos eólicos. Pero, ante algunos síntomas de incipiente demencia, su hija se lo lleva a Berlín para que resida con ella y su nieto. Con él escapará para regresar a su pueblo y comenzará su aventura de caballero andante. El nieto se convertirá en Sancho Panza y su bicicleta en Rocinante; Dulcinea será la gata que lo consolará en su último aliento.
El dibujante, Flix, ha sabido dar con esta historia un nuevo aire al clásico español.
Sin duda, tanto Metrópolis de Montenegro como este nuevo Quijote aportan una brillante actualización de obras que, sean audiovisuales o literarias, forman parte ya de nuestra cultura occidental. Pase por la librería o su biblioteca más cercana y disfrute de ellas en las vacaciones.