La ciudad que nos unió es el último título de N. K. Jemisin publicado por Nova editorial. Los mitos tratan de narrar historias fantásticas con protagonistas de carácter divino o heroico. No obstante, cada uno de ellos guarda un fragmento de verdad. La magia engloba todo aquello que no comprendemos, ritos, sucesos contrarios a la naturaleza. Por lo tanto podría explicar muchas de las cosas que ocurren en una ciudad. La cultura de las ciudades se superpone capa a capa, se mezcla; a veces se simplifica olvidando costumbres y, otras veces, lucha por sobrevivir en un mundo globalizado. Nueva York posee cientos de fragmentos de mitos, magia y cultura. Todas y cada una de ellas son igual de importantes para comprender qué es ser neoyorquino.
Las ciudades, como los seres vivos, nacen, crecen y mueren. Por ello, toda polis posee un alma (o varias). Nueva York es una de las urbes más grandes y conocidas. En ella se encuentran los seis protagonistas de la historia. Cada una de ellos siente una conexión especial con alguna de las expresiones del distrito al que pertenece: su música, su pintura, su historia… La Gran Manzana ha eclosionado y comienzan a ocurrir fenómenos extraños, mientras un enemigo parece querer evitar algo. ¿Qué será? ¿Cuáles son sus intenciones? La diversidad palpita y no siempre es bienvenida, a pesar de que forma parte del tejido mismo de la urbe.
K. Jemisin construyen una historia desde la diversidad (LGBTIAQ+, racial, cultural…) de los barrios de Nueva York, tomando prototipos, injusticias y jerarquías desestructuradas para deconstruirlas. Todo ello servirá para plasmar la encarnación de Brooklyn, del Bronx, de Manhattan… Más allá de la ficción, entre las líneas Jemisin plasma el racismo latente Nueva York, el miedo, la rabia y la frustración de un colectivo oprimido que sufre un odio injustificado. A través de metáforas y de personificaciones construye un discurso sobre los principales problemas de la ciudad de Nueva York actual (extrapolables al resto de Occidente, por ejemplo) en todos sus niveles (humano, social, económico…) y sus virtudes. Una historia original con un ritmo temporal irregular que hace que el lector entre en la trepidante trama compartiendo la sensación de irrealidad con los protagonistas.
La ciudad que nos unió es una historia de fantasía ambientada en el Nueva York actual. Jemisin construye un texto con gran manejo tanto de las estructuras narrativas como del lenguaje (que el traductor David Tejera Expósito ha plasmado con maestría). A través de ello, la autora consigue construir una historia con una gran carga social, reivindicativa y con unos valores basados en la tolerancia y la inclusión. Es una autora de obligada lectura, tanto por sus dotes como escritora, como por los temas que toca. No dejéis pasar la oportunidad de leer esta obra.