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‘Sangre Joven’: un romance queer de colmillos

Portada. Es una ilustración. De fondo sale el instituto coloreado de rojo, porque ahí está el mal. En un plano intermedio, salen varios vampiros divinos de la muerte (chicos y chicas) y en primer plano Kat (femme) y Taylor (butch). Se dan la espalda, pero se cogen la mano

Sangre joven de Sasha Laurens es uno de los últimos libros de vampiros adolescentes que se ha publicado en España, en esta ocasión de la mano de Roca editorial. Se publicita, como pone en la cubierta, como “La nueva generación de  vampiros queer ha llegado”, pero lo cierto es que todo el vampirismo siempre se ha asociado con el colectivo y existen muchísimas historias de hijos de la noche LGBTIAQ+. Eso sí, nunca está demás leer un relato de este tipo. Por eso, me decidí por esta lectura.

Esta novela narra, por un lado, la historia de Kat una joven que sueña con una vida mejor: alejada de los problemas económicos y de la penuria del hambre. Así pues, decide pedir plaza en la elitista escuela para vampiros del Vampirdom. Un golpe de suerte convertirá sus sueños en realidad: le otorgan una beca completa. Con su sed de ser alguien mejor, se marcha dejando atrás a su madre y su relación con ella resentida —pues esta no quería que su hija fuera—. Por otro lado tenemos a Taylor la lesbiana, rebelde y solitaria de Harcote. También fue la mejor amiga de Kat hasta hace unos tres años. Ambas terminan compartiendo habitación. Un romance se cocina a fuego lento en una institución retrograda y fascista. Una con un secreto escondido.

Sasha Laurens construye una novela muy sencilla de vampiros cuya única característica relacionada con su mitología es que beben sangre. Esto se entiende cuando ella afirma: “No había leído ningún libro de vampiros […]. Beber sangre es asqueroso, por eso creé un mundo en el que los vampiros no pudieran hacerlo”. Así pues tenemos un mundo en el cual la sociedad vampírica no puede alimentarse de humanos, pues estos portan un virus mortal. Para poder subsistir, crearon una opción artificial. Al mismo tiempo, se basa en la supremacía del vampiro sobre el ser humano. Con nuestro contesto, me ha parecido interesante el regreso de los villanos fascistas y que se les retrate como un gran problema.

Aunque este arco narrativo no resulta realmente relevante, pues creo que lo que la autora pretendía, solo, contar una historia protagonizada por lesbianas con un romance salseante con clichés como el friend to rivals to lovers. Hay mucha emoción, celos, una habitación y malentendidos. En cuanto al resto, tengo sentimientos encontrados. La trama de conspiraciones, alrededor de ese mundo totalitario y elitista, comienza con mucha fuerza, pero el final se desarrolla muy rápidamente. Por ello, flojean algunos de los elementos que han sido relevantes para su ejecución. Sinceramente, mientras leía no tenía claro si era más de un libro o no. Porque últimamente pasas bastante con editoriales grandes. La la trama hubiese necesitado algo más de margen narrativo para darle un final con menos elipsis.

En conclusión, Sangre joven es una novela muy sencilla de vampiros, con críticas sociales muy interesantes. La protagonista posee conciencia de clase y sobre las minorías oprimidas. Y esto deja grandes reflexiones sobre el feminismo, antirracismo o personas queer. Kat consigue mover sus ideas sobre desigualdad y que calen. Esto me ha gustado. No obstante, para mí, ha sido una lectura con sus lagunas. Si buscas romance lésbico, es una buena opción, sobre todo si quieres algo ligero.

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