Federica Mogherini, la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, viajó a Cuba el pasado 23 y 24 de marzo. Según el comunicado de la diplomacia europea difundido el 13 de marzo, se trata de «un momento crucial para las negociaciones entre la Unión Europea y Cuba».
La jefa de la diplomacia europea aseguró en el comunicado que «Cuba afronta un periodo interesante y la Unión Europea quiere ver cómo impulsar la relación. Seguimos de cerca los acontecimientos y la relación cubana con actores internacionales clave, que crean nuevas dinámicas en la región y proporcionan nuevas oportunidades para todos”.
En la agenda de Mogherini se encontraban reuniones con el ministro de Asuntos Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, responsables del Gobierno, el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, y representantes de la sociedad civil. Ésta fue la primera visita a la isla de la Alta Representante. Anteriormente ya se había entrevistado con Bruno Rodríguez a finales de enero de este año al margen de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).
La Unión Europea (UE) y Cuba comenzaron en abril de 2014 una serie de reuniones con vistas a negociar un «Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación». Ya han tenido lugar tres rondas de negociaciones entre Bruselas y La Habana. Cabe destacar que a principios de marzo estuvo dos días en la capital de la isla una delegación europea para desatascar este proceso, que pretende acabar con el veto institucional vigente entre Bruselas y La Habana desde 1996, cuando la UE adoptó la llamada Posición Común Europea. Los negociadores avanzaron en cooperación y esbozaron otras dos claves: la que incluye diálogo sobre derechos humanos y el apartado comercial.
¿Qué significó la famosa Posición Común de la UE con Cuba? Todo comenzó en 1996, bajo la presidencia de José María Aznar en España, cuando Madrid propuso a Bruselas endurecer la política europea hacia Cuba y condicionar cualquier avance en las relaciones bilaterales al respeto a los derechos humanos y el desarrollo de las libertades democráticas en la isla. Aznar logró que la Posición Común Europea hacia Cuba saliese adelante con el apoyo de los 15 países que entonces integraban la UE. El Gobierno de Fidel Castro jamás aceptó la Posición Común de la UE: La Habana ni cambió su política de no reconocimiento y persecución de la disidencia, ni permitió el pluripartidismo, ni fomentó las libertades económicas que le exigían, por lo que las relaciones bilaterales Cuba-UE se enquistaron y llegaron a un punto muerto.
En la actualidad, ya que EEUU y Cuba han iniciado el proceso de deshielo de las relaciones comerciales, la UE no se quiere quedar atrás. El bloque comunitario es el segundo socio comercial de Cuba y nunca ha cortado del todo la relación diplomática con la isla. Aun así, la posición común ha situado a Cuba como el único país iberoamericano con el que la UE no tiene acuerdo bilateral.
Tras la visita de Federica Mogherini se producirá la del presidente francés François Hollande, el 11 de mayo, será el primer viaje oficial a la isla de un jefe de Estado francés y la primera visita de un mandatario occidental tras este deshielo entre Cuba y EEUU.