Tras la denuncia interpuesta por la Federación Española de Galgos (FEG) contra Waggingtale Films por el documental “Febrero, el miedo de los galgos”, la Federación de Asociaciones Protectoras y Defensa Animal de la Comunidad de Madrid (FAPAM) ha mostrado su apoyo a la productora.
La FAPAM se apoya en que el documental muestra la realidad del galgo en España. Esta raza, según afirman, es muchas veces tiroteada, ahorcada o abandonada cuando termina la temporada. Esta Federación de Asociaciones Protectoras agradece la denuncia realizada por la FEG ya que ha sido el empujón para que las asociaciones en defensa de los animales muestren todas las pruebas de las que disponen. Asegura que muchos aficionados a la caza con galgos saldrán mal parados porque se demostrará que la situación es aún peor que la que se proyecta en el documental.
En la denuncia que realizó el pasado jueves la Federación Española de Galgos, se solicita la rectificación de los datos falsos que aparecen en el documental. Los datos de esta institución junto con un informe elaborado por la Dirección de la Guardia Civil a través del SEPRONA, revelan que los datos que se dan en el documental “Febrero, el miedo de los galgos” no son totalmente ciertos. Según se cita en la denuncia, la FEG «únicamente pide una rectificación de unos datos falsos, que atentan contra el honor y la veracidad de los amantes de los galgos, y que están contribuyendo a crear una leyenda negra alejada de la realidad».
La denuncia expone que el importe que recibe una protectora por cada galgo español que es enviado a un país europeo se estima entre los 600 y 1000 euros. Esta afirmación ha creado un malestar en la FAPAM. Por ello, su gabinete jurídico, junto a otras asociaciones de toda España, está estudiando interponer una denuncia contra la Federación Española de Galgos y su presidente, Luis Ángel Vegas.
Según Matilde Cubillo, presidenta de la FAPAM, “Vegas tendrá que demostrar ante una juez lo que ha afirmado públicamente” ya que “sólo le ha faltado decir que somos las asociaciones las que sacamos beneficio económico de maltratar y abandonar a los animales”. Ha aprovechado para lanzar un mensaje a la FEG invitándoles a que agentes del SEPRONA y de la FAPAM seleccionen a quince o veinte galgueros federados y de manera sorpresa visiten las instalaciones donde viven los galgos.
La situación del mundo del galgo empieza a ponerse difícil, no para las asociaciones sino para los propios animales. ¿Hasta cuándo durará la batalla entre instituciones? ¿Por qué no se termina con la lucha y se afronta con unión el problema que existe? Los partidos animalistas y protectoras no están dispuestos a ceder pero deben mentalizarse de que con la ayuda de la Federación Española de Galgos todos será más fácil. Debe haber un consenso entre todos si de verdad se busca el bienestar de los animales.
Fotografía: Melisa Vara