«Tenía 23 años. Vivía en Bruselas, en un estudio que daba casi al cementerio de Ixelles. Acababa de terminar cuatro años de Filología Románica, dos de Filosofía. Había obtenido la agregación para ser profesora pero tenía ganas de cursar cine. ¿Y qué más? Enviaba mis obras a editores parisinos que […]