Croosbook publica la esperada segunda parte de El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares: La ciudad desolada. En ella, Jacob y los niños peculiares, que vivían en el bucle temporal de Miss Peregrine, se encuentran huyendo de los wight y los huecos, los cuales quieren dominar el mundo, para poder devolver a la ymbryne —ahora atrapada en la forma de cuerpo de un pájaro— su aspecto humano.
Jacob lleva sobre sus hombros el peso del legado de su abuelo que fue un destructor de huecos. Pese a las dudas y al miedo que puede albergar sobre qué puede llegar a ser o a fallar a sus amigos, Emma y él liderarán al grupo de peculiares en su huida hacia Londres. Estos peculiares “niños perdidos” de Ransom Riggs demostrarán que, a pesar de su aspecto físico y su “niñez eterna”, son verdaderos gigantes que no se achantan ante las dificultades de un viaje en un mundo que se encuentra sumergido en la Segunda Guerra Mundial.
En La ciudad desolada nos encontramos con historias de gigantes, palomas, animales peculiares que hablan, gitanos circenses… El año1940 se presenta como un pasado inmutable, en el cual tienen que resolver los problemas que se les presentarán: en quién confiar, qué camino seguir o saber en qué momento retirarse. Estas serán algunas de las cuestiones que los personajes tratarán de solucionar y cuyo protagonista se verá obligado a madurar en este vertiginoso viaje. Del mismo modo, los niños peculiares, atrapados temporalmente en el bucle durante la mayor parte de su vida, dejarán entrever su madurez real afrontando uno de los mayores retos: enfrentarse a la muerte.
¿Si los cuentos no fuesen solo cuentos y escondiesen hechos reales? Uno de los puntos fuertes de la trilogía de El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares es el uso de fotografías que acompañan al texto: en el caso de La ciudad desolada, al igual que en el anterior libro, el autor apunta que “son fotos de época auténticas que, con la excepción de unas pocas que han sufrido tratamiento digital, no han sido alteradas”. Este recurso concibe un doble juego entre la ficción y la realidad: por un lado, se crea una identificación entre la narración y la realidad, ya que se parte de unas fotografías auténticas que encajan a la perfección con la novela, llegando, en algunos puntos de la narrativa, a cuestionarse si se han hecho a posteriori o no; por otro, la metaliteratura en forma de cuentos fantásticos sobre el mundo de los peculiares y su correspondencia con la realidad de la novela, enredando, así, la tradición y el universo fantasioso de Riggs.
Por lo tanto, en La ciudad desolada se crea un perfecto entramado cubista en el cual todas las piezas encajan a la perfección, demostrando una unidad en la trilogía y descubriéndonos a unos niños que tratan de romper con sus barreras emocionales y físicas para salvar a su cuidadora y mentora. Una historia rápida, emociona y amena, que cuenta con momentos de tensión, y cuya aventura concluye en un intrigante final. Os animo a no perderos esta historia de niños “reales” que todavía tienen que escribir el final de su historia.