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Un año del brutal adiós a ‘Juego De Tronos’

A las 3 de la mañana del 20 de mayo de 2020, cuando la humanidad está haciendo frente a una pandemia y nuestra vida normal antes de todo esto parece tan lejana, queremos volver a esa vida, por lo menos recordando como vivimos la despedida de una serie que marcó una época, sin saber que justo un año después estaríamos viviendo algo realmente histórico: la lucha por la supervivencia de la especie. Así vivimos la última temporada de Juego de Tronos gracias a los compañeros de Mundoplus.tvEl 14 abril de 2019 regresaba tras casi dos años de espera la serie del momento en muchos sentidos, de la que se seguirá hablando muchos años después de su finalización, como bien pudimos comprobar en esa larga noche de espera hasta las 3 de la mañana. Gracias a los amigos de HBO España algunos afortunados pudimos pasar las ultimas horas antes de ese esperado regreso rodeados del maravilloso mundo creado en las novelas de George R.R. Martin.

Después de semejante preparación el capítulo de estreno fue sencillamente espectacular desde la intro, que nos puso la piel de gallina comprobando que era radicalmente nueva: sale el muro derribado, Último hogar de los Umber, e Invernalia y Desembarco vistos desde otro ángulo, entrando dentro y terminando en el salón del trono de hierro con el emblema de los Lannister. Además en las bandas circulares donde antes contaban la historia de los Targaryen y la rebelión de Robert ahora podemos ver el nacimiento de los dragones de Daenerys, la cabeza cortada de Ned, algunos dicen que la boda Roja… Una auténtica delicia para los fans.

El resumen del episodio podría ser que todo acto tiene su consecuencia. Tyrion sale poco pero empieza con una frase brillante en su linea y una respuesta aún más brillante de Varys. Todo lo de Invernalia muy bien, sirviendo para que algunos nos reconciliasemos con Arya, que ahora confía ciegamente en Sansa y juntas intentan mirar más allá. Aunque esta Sansa tan lista de repente que parece Sherlock, más lista que Tyrion, se acepta porque gusta ella pero no es muy creíble, sobre todo porque no nos han contado mucho de esa trasformación.

A Cersei se la ve desesperada tirándose al Greyjoy, su único aliado, para no perderlo y mandando a Bron a matar a sus hermanos porque se siente muy sola. Bron no los va a matar y muy grande la sonrisa de la reina cuando le dicen que los caminantes blancos han cruzado el muro. Es un disfrute que a Theon se le notase que quería ir a Invernalia a ayudar a los Stark. Será el primero en caer ya que ha completado su camino. Sir Davos hace la propuesta de que deberían gobernar Jon y Danny juntos, dando voz a todos los que soñaban con esa posibilidad.

Muy grandes Sam y Bran, orquestando la gran revelación. Al final del episodio piloto es Jaime el que hace daño a Bran con lo que tenía que hacer por amor y ahora ocho temporadas después es al revés pero sólo con una mirada. Ver esa mirada de arrepentimiento es el colofón final para un capítulo necesario y previsible, pero es lo que tenía que pasar y lo han contado muy bien. Por lo menos han tomado tiempo para todas esas conversaciones pendientes. El recuerdo a la boda de Joffrey entre Sansa y Tyrion provocó aplausos en el cine. No tenían tiempo para perder en tonterías y han intentado dar a cada personaje su momento. Lo que quedaba tenía muy buena pinta.

Muchos muertos, varias batallas y cinco episodios después llegábamos al último episodio.

Madrid, 20 de mayo de 2019 pasadas las cinco de la mañana. Todavía no había pasado una hora desde el final de Juego de Tronos y tocaba escribir sobre ello. Tras finalizar una de las series de mi vida, un año después sigue habiendo un sentimiento que prevalece: satisfacción. Muchos empezamos el episodio con un nudo en la boca del estómago, ojos húmedos, estremecimientos y terminamos rompiendo en un llanto desconsolado con lágrimas deslizándose por las mejillas. No fue la primera vez que lloro viendo Juego de Tronos, pero lo que es seguro es que sería la última.

Aunque la fecha elegida para un final de tal magnitud no era la idónea, tras recorrerme media España intentando participar de extra, no había que dejar pasar la ocasión de disfrutar de este final en pantalla grande y aprovechar lo que nos brindaba Movistar. Ataviado con la bandera de los Stark, de mi Sansa, y acompañado por la persona responsable de engancharme a este culebrón allá por 2011 en el Festival De Series, los nervios estaban a flor de piel. Si a todo esto le añades tener a la diestra al mayor seguidor de Tyrion Lannister, dispuesto a vitorear la muerte de Joffrey como si fuese el gol de Iniesta en el Mundial nada podía salir mal.

Muchas han sido las teorías y los deseos que esta polémica octava temporada ha ido desmotando, sobre todo por sacrificar a determinados personajes. Uno ya venía escamado de la anterior temporada donde la serie empezó a perder su esencia camuflada entre ese aluvión de efectos especiales y decisiones argumentales cuestionables si las pensabas dos veces: la carrera meteórica de Gendry que consigue llegar al muro y avisar a Daenerys antes de que se congelen sus colegas en apuros, tienes a los hermanos Lannister casi juntos tras la espectacular batalla de Los Barruecos y decides urdir una reunión secreta en las catacumbas de Desembarco cuando hubiese sido más fácil que Tyrion encontrase a su hermano….. Además las conversaciones brillantes entre personajes habían perdido efecto y brillaban por su ausencia, quizás por no volver a juntar a Varys y Meñique, dos de los grandes secundarios que la han convertido en lo que es.

Esperabamos que en esta última temporada ocurriese lo mismo y sorprendió que dedicasen prácticamente dos episodios completos a los reencuentros tan esperados. Los que no eramos muy fan del tema de los caminantes blancos nos gustó que el tema quedase zanjado en un sólo capítulo con ese movimiento de trilero de Arya, con la que ya todos nos habíamos reconciliado. La larga noche es una batalla tan trepidante que aunque lo veas mil veces te mantiene en tensión casi en su totalidad. Decepcionó que no hubiese más muertes de personajes importantes, pero lo mejor estaba por llegar. Los hater de la pareja Jon-Daenerys disfrutamos con su culebrón familiar. Aunque sinceramente tras el giro brutal de la Targaryen en su ataque a Desembarco del Rey deseaba que, como buena reina, pidiese perdón,»no lo volveré a hacer más» y poder verla gobernando con Sansa como la mano de la reina. Pero se quedaban sin tiempo material para contar todo lo que faltaba y sólo nos quedaba un episodio más.

También deseaba que la última escena fuese Cersei dando a luz y muriendo en el parto, pero Tyrion ejerce de testigo de que el mejor personaje de la serie tuvo su final feliz en brazos de su amado hermano Jaime. De hecho es Tyrion el primero al que vemos en este episodio final. Su deambular por las ruinas de la ciudad que ha quemado su reina a sangre y fuego es estremecedor. Pero más estremecedor es ver su llanto al encontrar los cuerpos de sus hermanos y su cara de horror al escuchar las palabras de su reina diciendo que todavía tienen muchos reinos que salvar al igual que han hecho con la capital.

La renuncia de Tyrion a ser la mano de la reina lanzando su insignia ha sido el primer aplauso compartido de los asistentes. Asistir a los primeros minutos de reinado de Daenerys es desgarrador: verla convertida en un dragón con sus alas, su serenidad al hablar a sus tropas, que otras veces hemos aplaudido diciendo lo mismo, ahora nos genera un nudo en el estómago. ¡Cómo cambia el cuento!

Tras lucirse  nuevamente el Tyrion cautivo en la visita de Jon y escuchar de su boca todas las muertes que antes había provocado su Dany y por las que había sido vitoreada, deja claro cual es la situación. Jon no lo tiene tan claro, pero al recordar la situación de sus hermanas y lo que Daenerys haría en Invernalia parece que le hace decidirse. Asistimos a una de las mejores escenas de toda la serie: el paseo de Jon hacía su destino, cruzándose con Drogon, e intentando convencer a la reina que ya ha podido tocar su trono de hierro pero en el que todavía no se ha sentado, ni se sentará.

Nos da mucha pena por Daenerys, por ese final tan triste, pero era la única solución. La hemos querido mucho, hemos sufrido con ella, pero desde que quemó a los Tarly algo cambió y el querer ayudar a los demás la ha convertido en lo que es. Le han arrebatado a lo que más quería: dos de sus hijos dragones, su fiel Jorah, su amiga Missandei…. Muere a manos de su amado, por no querer perdonar a alguien que también la ama y vemos la impresionante reacción del único ser que la ha amado incondicionalmente, el último dragón.

Mejor que preguntarnos porque no mata a Jon, nos quedamos con la fuerza de esa escena en la que Drogon derrite el trono de hierro y termina llevándose a su madre con él en un último vuelo. En el cine se escucha algún grito, pero las caras son de sorpresa y alucinación. Nos hemos quedado sin la Khaleesi.

El largo epílogo pone todo en su sitio. Volvemos a Itálica, Pozo Dragón, donde una vez más el juzgado es Tyrion (hasta tres veces se ha visto acusado a lo largo de la serie) y tras una maniobra brillante e inesperada llega un primer atisbo de democracia a Poniente. Gusano Gris, el inmaculado comandante de las tropas de Daenerys se da cuenta de que ya no puede oponer más resistencia, como bien le recuerda mi Sansa. Toca elegir un nuevo rey, y la única opción posible y el único motivo porque el que todavía permanece vivo es Bran Stark, el tullido, con una gran historia pero que dejó de ser un personaje relevante desde que se convirtió en el cuervo de Tres Ojos. Incapaz de sentir nada por sus seres queridos, como bien le echó en cara su protectora antes de desaparecer, hay dudas de que sea el mejor rey, pero tampoco han tenido tiempo de contarnos todo lo que pasa por su cabeza. Sorpresa que contentará a muchos, salvo a los seguidores de los Targaryen.

Sansa consigue lo que siempre ha querido, la independencia en el norte. Arya nos sorprende con que quiere ser Cristobal Colón y viajar al inexplorado Oeste. Tyrion volverá a ser mano del rey y tendrá un consejo de lo más atractivo: Sir Davos de la Cebolla, Sir Bron de Aguasdulces y señor del Dominio, Sir Brienne de Tarh y el maestre Sam Tarly. Todo muy final feliz, pero por una vez se lo merecen ellos y nos lo merecemos nosotros, que bastante hemos sufrido.

Eso sí las reuniones de los Stark siguen siendo como ellos, muy frías, y de paso despedimos a Jon Nieve que es condenado a volver a la Guardia de la Noche para que no se cabree Gusano Gris, y viva todo lo feliz que pueda, esta vez sí, acariciando a su lobo huargo Fantasma y con Tormund de Sancho Panza.

Digno final para una serie que vivió sus mejores momentos desde el final de la tercera temporada. De hecho termina como empieza, se abre la puerta del muro y alguien a caballo lo cruza en dirección al norte. La piel de gallina con Brienne escribiendo la historia de Sir Jaime Lannister, y llanto desconsolado al ver como los tres Stark que pueden andar se preparan para afrontar lo que les depara el destino. Gracias Juego de Tronos por este apasionante viaje. Ahora toca leerse los libros para volver a disfrutar la historia.

De hecho tras un año justo de verlo por primera vez, ha sido muy criticado su final, pero desde aquí quiero romper una lanza a su favor: pocos episodios finales de una serie de tanto éxito tenían tantas posibilidades. Podría haber pasado cualquier cosa y es muy meritorio mantener la intriga hasta el final. Muy pocas series han conseguido eso, la más reciente Homeland, y viendo como han terminado otras grandes series sin pena ni gloria el fan de Juego de Tronos debe estar agradecido. Es cierto que todo el cambio de Daenerys se hubiese merecido una temporada entera. Hubiese sido magistral seguir a Varys en sus chanchullos intentando asesinarla, pero afortunadamente esperemos que Martin lo cuente mejor en los dos libros que quedan. De momento para recordarlo he empezado a leer Canción de Hielo y Fuego y esta noche toca volver a ver el episodio piloto, eso sí únicamente las escenas que aparecen en el libro. De esta manera se puede volver a disfrutar de la serie de una manera distinta. Fotos: Mundoplus.tv

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