El horizonte se adivina gris oscuro, casi negro. Negro sotana, dicen algun@s. Negro pepero, matizan otr@s. ¿Acaso hay diferencias? Contra esta medieval ley del aborto que se nos viene encima, solo nos queda la calle, la lucha y los trenes de la libertad. ¡Sí se puede!
Lucha social
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¡¡Viva la marea blanca, claro que sí!! Ha logrado detener la privatización de la sanidad madrileña. Sin embargo, hay muchos más incendios que sofocar para salvar el maltrecho estado del bienestar. En la calle hacemos falta tod@s: es el sitio donde se apagan los fuegos neoliberales.