Este lunes 15 de febrero se estrena el ansiado primer capítulo de la segunda temporada de El Ministerio del Tiempo. Tras traerte las entrevistas con sus protagonistas, La Huella Digital te cuenta sin spoilers este primer episodio así como los retos a los que sus protagonistas se tendrán que enfrentar en esta nueva entrega y la apuesta de TVE en cuanto a contenido trasmedia.
Muchos cabos sueltos son los que habrán de atarse en esta temporada venidera, demasiados (¡y eso es altamente gratificante!). Desde la traición de Irene (Cayetana Guillén) a la detención de Lola Mendieta (Natalia Millán), pasando por el futuro incierto y condensado en una fotografía de Amelia (Aura Garrido), la depresión de Julián (Rodolfo Sancho) por la muerte de su esposa o la desubicación temporal de Alonso (Nacho Fresneda) al fenecer en su época. Hay tela que cortar. Y tela que contar. Especialmente ahora que la sombra de la duda planea sobre el Ministerio.
Tiempo de leyenda, el nuevo episodio que abre la segunda temporada y que versará sobre la leyenda de El Cid, una de nuestras figuras heroicas más destacadas y ensalzadas, comienza intenso y en pleno fragor de la batalla. Se trata de un capítulo desatado: muy coral, vibrante, emotivo, repleto de humor y de guiños a esos ministéricos seguidores incondicionales de la serie, y con alguna que otra sorpresa que seguro nos dejará con la boca tan abierta como el pozo del Ministerio.
Si bien durante la proyección del capítulo logré identificar todas las claves que fundamentan el éxito de la serie tales como los marcados y diferenciados caracteres de sus protagonistas, los brillantes diálogos y trabajados guiones, ese humor socarrón tan patrio, y la ambientación cuidada al milímetro, en esta nueva temporada ya se atisban detalles que se me antojan novedades muy tentadoras.
En primer lugar, las escenas de acción han crecido en intensidad y se ha mejorado el ritmo en la trama. Se nota que los creativos, con su guionista a la cabeza, Javier Olivares, ya le están pillando el punto a lo que quieren contar y cómo lo quieren contar. Por otro lado, los efectos digitales son de mayor calidad y se han pulido; a pesar de ser preguntados al respecto sobre este tema, los directivos argumentaron tener el mismo presupuesto que el año anterior, no obstante el resultado en este aspecto es incluso mejor que en la pasada temporada, con recreaciones de paisajes y batallas ciertamente reseñables. En tercer lugar, y según Olivares, jugaremos con el género, y así disfrutaremos de capítulos más dramáticos, o más cómicos, otros de cine negro…, pero claramente diferenciados por temática narrativa.
Otro punto a destacar en esta temporada gira en torno a sus personajes. Presenciaremos pues la entrada de nuevas incorporaciones, como la de Pacino, interpretado por Hugo Silva; el aumento del peso específico en la trama argumental de algunos que ya conocíamos como la secretaria Angustias (Francesca Piñón), Velázquez (Julián Villagrán) o Susana Torres, el enlace con la Presidencia de Gobierno (Mar Saura); y la vuelta de recurrentes del nivel de Spínola (Ramón Langa), Lope de Vega (Víctor Clavijo) o Gil Pérez (Miguel Rellán), entre otros.
La serie, de boca de sus creadores, no es tanto una composición de personajes históricos como una serie de valores –amistad, honor, deber…–. Sin embargo, en esta entrega de 13 capítulos que está por venir viajaremos por el tiempo para encontrarnos con hitos del calibre de Cervantes –de quien se conmemora este año el cuarto centenario de su muerte–, Cristobal Colón, Felipe II o los últimos de Filipinas, en un especial doble capítulo a mitad de temporada que, según todo hace indicar, promete.
Experiencia trasmedia
Los actores, creadores y directores de El Ministerio del Tiempo saben que su serie no es una más. Hasta el gran Jaime Blanch que encarna al subsecretario Salvador Martí, autoridad máxima del ente, definió la serie como “una vacuna a la televisión actual”. Se saben tenedores de algo muy valioso y único, con unas posibilidades infinitas, como bien apuntó Hugo Silva, y su apuesta este año por su producto y niño mimado es absoluta.
De este modo, la experiencia trasmedia no se limitaría únicamente a las redes sociales, sino que además podremos disfrutar de El Ministerio en libros y una novela así como en otros soportes. Para empezar, Rodolfo Sancho se halla grabando una ficción sonora llamada Tiempo de valientes –coincide con el episodio doble de los últimos de Filipinas– que podrá descargarse en forma de podcast. Angustias, nuestra peculiar secretaria, nos relatará sus correrías y aventuras por los despachos ministeriales en un Vblog que se irá actualizando semanalmente, con la misma frecuencia que las claves para poder acceder a la intranet del ministerio, portal virtual donde encontraremos más información así como videos de nuestros protagonistas y sus tramas. Dichas claves irán cambiando y podrán ser encontradas en entradas de las páginas de Twitter y Facebook de El Ministerio cada semana, en lo que supondrá un reto para los fans de la serie. Finalmente, se lanzará el primer capítulo de realidad virtual interactiva de toda la televisión española, consumando pues una apuesta firme y potente de TVE por una serie que, de seguro, marcará un antes y un después en la historia de la televisión de nuestro país.
PD: mi reflexión final de telespectador de hoy es: La serie se va a exportar a Estados Unidos. Seguro que cuando se produzca, volverá a España y su versión americana será un éxito. Lo que supondrá, lamentablemente, un nuevo fracaso a la hora de apreciar la calidad de lo nuestro.