Según los primeros datos difundidos por la Comisión Electoral Central (CEC) ucraniana, el magnate Petró Poroshenko habría conseguido el 54,1% de los votos en las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Ucrania. A la espera de resultados oficiales, Poroshenko, ha superado a la carismática Yulia Tymoshenko y será el encargado de dirigir el país hacia la cohesión.
En medio de la crisis interna que azota el país desde que se iniciaron las revueltas que depusieron de su cargo al primer ministro Víktor Yanukovich, Ucrania votó el pasado domingo 25 de mayo el nuevo liderazgo del país. 35,5 millones de ucranianos con derecho al voto estaban llamados a elegir a un nuevo presidente, cuyos poderes están ahora limitados por el Parlamento, después de la re-adopción de la Constitución de 2004, tras la destitución de Yanukóvich. En la actualidad, el poder Ejecutivo lo ostentan el presidente (jefe de Estado elegido para cinco años, mandato que no puede ejercer durante más de dos períodos consecutivos) y el primer ministro (jefe de Gobierno), que es designado por la mayoría parlamentaria y forma su Gabinete. El jefe del Estado tiene la prerrogativa de nombrar a dos ministros (Defensa y Exteriores) y al director de los servicios de seguridad.
Según los resultados de los sondeos a pie de urna difundidos por la CEC -que corresponden al cómputo del 41,49 % de las actas electorales o a 7,45 millones de sufragios emitidos- el nuevo jefe de estado al que se le encomendarán todas estas tareas, será Petró Poroshenko, quién según la revista Forbes, atesora una fortuna de 1.300 millones de euros. El apodado “Rey del Chocolate” por poseer la mayor fábrica de confitería de Ucrania, se declara pro Unión Europea (UE) y ha mostrado su apoyo a las protestas de Maidán en reiteradas ocasiones. Su discurso durante la campaña electoral se ha centrado en perfilarse como el candidato a mitad de camino entre los bloques que se disputan la influencia en Ucrania. Ha manifestado su oposición a la federalización de Ucrania y promete que no introducirá al país en la OTAN.
Por su parte, la aclamada líder de Maidán, Yulia Tymoshenko ha reconocido su derrota públicamente al obtener, según las cifras preliminares, el 13,15% de las papeletas emitidas. Analistas políticos achacan su derrota a su pasado revolucionario como líder incombustible de la Revolución Naranja y por su periodo en prisión debido al abuso de poder cometido en la firma de contratos de gas con Rusia en enero de 2009, que resultaron perjudiciales para Ucrania.
Como era previsible, en las zonas al Este de Ucrania, principalmente en las autoproclamadas regiones independientes Donetsk y Lugansk, la jornada fue especialmente convulsa y se sucedieron los boicots a los colegios electorales impidiendo a cerca de cinco millones de electores ejercer su derecho al voto. Precisamente en Donetsk, en la madrugada de la jornada electoral, decenas de milicianos pro-rusos tomaron el aeropuerto internacional de Serguéi Prokofiev, a lo que el ejercito ucranio ha respondido con una contundente ofensiva militar en marcha desde el pasado Lunes para recuperar el control del aeródromo.
Arduo camino el que le sucede a Petro Poroshenko al frente de Ucrania con el creciente resquebrajo al Este y la radicalización de lo que empezó como un movimiento popular contra el abuso de poder. Por el momento, Poroshenko ha anunciado su inminente visita a Bruselas para firmar un acuerdo de libre comercio con la UE y ha insistido en la necesidad de apostar por el diálogo con Rusia como única manera de lograr la estabilidad del país y de la zona.
