Pepitas de calabaza publica el XXIII premio Café Bretón y Bodegas Olarra —otorgado por unanimidad del jurado—, Cuidados paliativos (Diarios) de José Antonio Llera Ruiz. Esta obra nos presenta un cuaderno literario en forma de diario. En el cual, a través de entradas breves, hace un recorrido por recuerdos, reflexiones sobre cine, miedos, situaciones cotidianas, etc., dejándonos entrever pinceladas de melancolía y una carga de lirismo entre las líneas de la obra. Con una prosa cuidada y un estilo perfilado, el autor tratará de conocerse a sí mismo y no extrañarse.
Seis secciones compuestas por entradas breves, que otorga una visión fragmentaria, y sin fecha son la estructura de Cuidados paliativos (diarios). A lo largo de las páginas se abordan contenidos de diferente índole: abarcando desde recuerdos —de infancia y de madurez— hasta impresiones, comentarios, pensamientos sobre cine, literatura, filosofía, la vida, etc., interactuando en ocasiones. De este modo, la evocación de su Extremadura natal pueden derivar en la evocación de una película o frases, como las de Gille Deleuze, o ser el hilo conductor de una opinión. El libro contiene un equilibrio entre las vivencias más personales y reflexiones de diferente naturaleza, siendo la memoria el eje central; esta no es conocedora de la verdad objetiva, ya que puede ser bastante caprichosa en la construcción de recuerdos. Por ello, existe un cierto distanciamiento entre el autor y el texto.
José Antonio Llera también es autor de cuatro poemarios: Preludio a la inmersión (1999), El monólogo de Homero (2007), El síndrome de Diógenes (2009) y Transporte de animales vivos (2013). Además, es profesor en la Universidad Autónoma de Madrid. Sus estudios versan sobre el humorismo hispano y la poesía contemporánea española, abordándolos de modo interdisciplinar y comparatista. Conocedor de grandes autores de la literatura —entusiasta de los textos autobiográficos— y lector de maestros del género como Josep Pla o Jules Renard dejarán huella en su prosa pausada y perfilada.
Cuidados paliativos es una lectura atrayente que nos descubre una obra diferente a los poemarios anteriores del profesor de la UAM. Una estructura fragmentaria que muestra el prisma que forma la identidad del autor a través de apuntes sobre la literatura, el cine, los sueños, la salud, los encuentros, etc. Unas entradas de diarios en las que el lector se haya ante recuerdos narrados que, en ocasiones, da la sensación de habernos perdido en un microrrelato —no existe una clara frontera entre géneros y esto marca la obra del poeta: “la contaminación entre los géneros”—. Otras, que nos hacen reflexionar. Y un largo etcétera de sensaciones, ideas que se nos forman en numerosas entradas que encuentran divididas en esas seis secciones. Si los cuidados paliativos tratan de aliviar el dolor, en cierto modo, la escritura lo hará para Llera: “Para mí, sin embargo, la escritura es un modo de tratar de comprender aquello que no soy capaz de expresar oralmente.”