Valeria Vegas publica con Dos Bigotes un libro cargado de historia —quizá, más microrrelatos que conforman esa gran semblanza— del colectivo LGBTIAQ+ en España, titulado Libérate. La diversidad, concretamente, de orientación sexual o de identidad de género, ha sido un tema tabú: algo que se ha mantenido —vivido— oculto durante décadas, incluso durante siglos. Sin embargo, a lo largo de la historia, han existido personas, creaciones artísticas o lugares que se han salido un poco de lo normativo, de ese estereotipo alocishetero, creando, de este modo, referentes para toda una cultura.
Libérate es un libro estructurado de manera similar a un diccionario: se divide siguiendo las letras del alfabeto para recopilar personas, personajes, artistas y un largo etcétera de producciones creativas que abrieron camino a cada una de las letras del colectivo, generando referentes y visibilidad. De este modo, podemos encontrar títulos como Haz la loca… no la guerra, El Noa-Noa; personajes como La Agrado o Psicosis Gonsales; o, incluso, locales como Gay Club. El juicio de la autora para que estos nombres formasen parte del libro, y no otros, lo deja claro desde la introducción: «Hay ausencias más que justificadas. Empezando porque este no es un libro outing, donde un actor o una cantante tengan que ocupar un lugar por el simple hecho de su orientación sexual sin haberse manifestado abiertamente al respecto, siendo esto igual de respetable pero poco representativo en cuestiones de liberación». Como el propio título ya preludia, este volumen tiene como objetivo señalar aquellos movimientos realizados que supusiesen una ruptura con la norma establecida que generaron esa libertad.
El recorrido de la cultura LGBTIAQ+, que realiza Vegas, comienza a principios de los años sesenta. Estos actos se suceden en una España franquista y con una visión miope en relación a la identidad de género o la orientación, ya sea sexual o romántica. Estos primeros pioneros se encontraron con juicios, censura por el pensamiento predominante o caricaturización en algunos casos. Libérate realiza descripciones no muy extensas y concisas de lo que supuso la exposición de lesbianas, gays, personas trans o la creación de canciones que el colectivo reclamó como himnos propios, mostrando, de este modo, una serie de fenómenos que, en ocasiones, se han disipado en la actualidad, aunque no su efecto.
Dos Bigotes apuesta por un libro con alma de pequeña base de datos de una memoria colectiva que grita, pero no todo el mundo escucha. La importancia de la representación, de lugares seguros, de activistas, aliados, queda plasmada en Libérate de Valeria Vegas. A lo largo del libro nos podemos dar cuenta de que predominan las primeras letras: L,G, T; ello muestra que todavía quedan muchas luchas que librar, porque, como dice la autora, “[…] la historia de nuestra cultura LGTBQ todavía se está escribiendo, y hay que empezar a ordenar lo que ya ocurrió […]. Tener constancia de nuestro pasado nos permitirá asentar los cimientos de nuestro futuro”.
