Negro como el mar, publicado recientemente por Plaza y Janés, parte del viaje inaugural del Queen Charlotte, el mayor crucero de lujo construido desde el Titanic, en el que todo está cuidado hasta el más mínimo detalle, desde el diseño de sus salones, la calidad de sus estancias, la decoración de los alojamientos, y su cocina gourmet, para que los pasajeros puedan disfrutar de un viaje idílico. La travesía cuenta con numerosos camareros y con mayordomos para atender las necesidades de los viajeros de la primera clase.
Celia Kilbride, gemóloga de profesión y la mayor experta de la Joyería Carruthers de Nueva York, viaja contratada por la compañía naviera como ponente para realizar unas conferencias sobre su especialidad: en ellas tratará sobre las leyendas de las piedras más célebres de la Historia y su relación con los signos zodiacales. El tesoro más preciado será el famoso collar de Cleopatra, reina de Egipto, que lucirá la viuda Lady Emily para la cena de gala de la travesía; hasta la fecha, no ha sido exhibido en público, debido a un supuesto maleficio, por lo que la expectación será máxima.
A través de internet, el ladrón más famoso, apodado «el hombre de las mil caras», ha anunciado su presencia a bordo. Amenaza con sustraer el collar de esmeraldas y se jacta de que todos sus golpes anunciados hasta ahora han sido ejecutados de forma sobresaliente y sin dejar una sola pista a la policía que sigue sus pasos muy de cerca. ¿Quién será el desconocido? ¿Cómo ha logrado formar parte del pasaje? ¿Pertenecerá a la tripulación? ¿Cómo habrá pensado escapar del barco con el botín? La lista de sospechosos aumenta con cada nuevo personaje que la autora nos introduce.
La intriga se intensifica cuando, al tercer día, encuentran a Lady Emily asesinada en su camarote. El hilo de la araña comienza a tejerse en un clima de glamour y tensión. ¿Será el ladrón también un asesino? Con un estilo ágil, Higgins Clark incorpora el uso de las nuevas tecnologías a sus personajes, dotando de modernidad a una de sus últimas novelas.
La maestra del suspense, Mary Higgins Clark, regresa para llevarnos al límite. A sus noventa y un años y tras cincuenta y siete novelas de misterio publicadas en Estados Unidos y Europa, cosechando ventas millonarias, es capaz de ofrecernos una obra trepidante como Negro como el mar, en la que disfrutaremos del toque de su pluma singular. No obstante, no es un título sobresaliente dentro de su producción, aunque el engranaje funcione perfectamente. Ojalá tuviéramos una mente excepcional como la suya y esa capacidad creadora con su edad. No podemos dejar de recomendar esta novela que nos hará pasar gratos momentos en su compañía.