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Hablando con Santy Pérez: un cantautor sincero y sin pelos en la lengua

Santy Pérez, en concierto | Fotografía cedida por el cantautor
Santy Pérez, en concierto | Fotografía cedida por el cantautor

Si buscan a un cantante políticamente correcto se han equivocado con Santy Pérez. Las normas y la apariencia se dejan de lado cuando se pasa un rato con este sincero músico. Santy empezó a hacer canciones por la libertad que le invade cuando las compone, y no se corta. Bárcenas, el Rey y los continuos desvaríos políticos son la miga de sus composiciones, que aunque parezcan temas con fecha de caducidad son, sin duda, el arma arrojadiza que utiliza el cantautor contra la injusticia que nos rodea. Próximamente verá la luz un nuevo disco con temas nuevos, pero mientras tanto hemos hablado con él sobre sus dos trabajos publicados y muchas más cosas…

PREGUNTA: ¿Cómo empezaste en el mundo de la música?

RESPUESTA: Pues no me acuerdo muy bien, se que había mucha influencia en casa. En mi casa siempre había música y se escuchaba un tipo de música que es el que he terminado por escuchar. Además, uno de mis abuelos era batería profesional, pero no le llegué a conocer, así que no sé si tuvo alguna banda. Creo que fue a raíz de escuchar música que me gustaba y de decir: yo quiero hacer eso también.

P: ¿Entonces eres parte de un legado familiar de músicos?

R: Sí, porque me influyeron en ese sentido, en mi casa, con música que me encantó tanto que luego quería hacer lo mismo.

P: Eres cantautor pero antes habías hecho algo diferente, ¿verdad?

R: No exactamente. Cuando Mario y Dani, los Factotum, empezaron a hacer canciones, yo ya llevaba un tiempo tocando en salas, pero me gustaron mucho las letras que ellos hacían y creamos una especie de asociación en la que cada uno cantaba sus canciones, nos ayudábamos con los arreglos musicales, con la guitarra… Pero poco más porque empezamos a grabar una maqueta y nos quedamos en la quinta o sexta canción. Así que no llego a un puerto muy lejano.

P: ¿Qué es lo que más te gusta de ser cantautor?

R: La libertad que tengo de decir lo que quiera sin cortarme un pelo, sin que nadie me tenga por qué juzgar.

P: Pero, aunque seas cantautor, ¿sabes que antes o después la gente te juzgará?

R: Sí, pero bueno, no me pueden juzgar por expresar lo que uso como un desahogo. Sí que es cierto que empecé a hacer canciones porque lo que yo quería era tocar la guitarra cuando empecé en la música. Y empecé a hacer canciones porque era un medio en el que no me cortaba a la hora de expresar sentimientos y creo que si tuviera que expresar los mismos sentimientos que expreso en mis canciones en la vida real no me saldrían ni la mitad. La verdad es que me expreso mejor en un medio escrito.

P: El primer disco que hiciste, Charlas de Ética, está muy influenciado por Sabina, ¿por qué este amor a Joaquín Sabina?

R: Es un amor-odio, pero sí, está influenciado más el primer disco que el segundo por Sabina, o por lo menos en el primero se notan más las influencias. Supongo que es porque de pequeño fue el cantante que empecé a escuchar. Cuando era muy chico, con seis años, escuché un disco de Sabina en el coche de mi padre y me llamó la atención porque decía palabrotas, y creo que me puse a escucharlo por puro morbo infantil y estúpido. Y durante años me dediqué a escuchar todos sus discos en bucle, hasta que empecé a entender las letras y a darme cuenta de que era mucho mejor de lo que me pensaba. Por eso creo que ha sido como una especie de padre que me ha guiado, para bien o para mal, en los caminos de la vida, y al final he terminado con mucha influencia suya. Pero se nota más en el primer disco que en los siguientes.

P: Ha quedado claro que Sabina es tu mayor influencia, pero ¿podemos encontrar otras en tus discos?

R: Más que influencia en los discos, sí que he tenido más referentes a parte de Sabina. Son muy distintos entre sí, desde Bunbury, Javier Krahe, Nacho Vegas, que me gusta mucho, o La Cabra Mecánica. Aunque en realidad, los cantautores no es que me gusten mucho, sí que me gustan los que son más diferentes como Sabina que es muy rockero, La Cabra Mecánica que es muy verbenero, o Krahe que es muy políticamente incorrecto. Luego está el otro lado con Ismael Serrano por ejemplo, que no me gusta mucho (risas).

P: Tu LP Escala de Grises tiene una canción que me ha motivado especialmente que se llama “Canción Protesta” en la que das palos a todo el mundo desde el comienzo hasta el final, ¿te has dejado algo en el tintero?

R: Seguramente sí (risas). Salió esa canción en el LP pero era una canción que iba a morir, es decir, con suerte, si todo cambiaba iba a morir en pocos meses porque se habría pasado de moda Bárcenas, el monarca que dice que no quiere abdicar y luego abdicó y he tenido que cambiar la letra cuando la canto en los conciertos. Seguramente sí, me dejé mucha gente por dar palos, pero me quedé muy a gusto.

P: En este caso Bárcenas ya está en escena de nuevo, ¿será otra vez el centro de tu atención?

R: Sí, claro. Además los curas pederastas siguen también en escena, y los robos continuos, osea que para bien o para mal sigo sacando repertorio. Para bien porque tengo más temas para mis canciones; y para mal porque me jode que siga pasando esto pero puedo seguir tocándola.

P: Entonces, ¿cuál es el mensaje que lanzas con Escala de Grises?

R: Creo que ninguno. Simplemente que sigo aquí, haciendo canciones. A ver, como conjunto global creo que no tiene ningún mensaje general, aunque con cada canción sí que hay un mensaje concreto. Por ejemplo, con “Canción Protesta” lo que quería decir es que estoy hasta la polla de todos pero me río de ellos igual que se ríen ellos de nosotros.

P: Por lo que veo sí que hay un mensaje, ¿qué destacarías de este disco?

R: El sonido sin duda porque no tiene nada que ver con el anterior, Charlas de Ética, porque son otros músicos distintos con los que ensayo casi a diario, como casi todas las bandas, y sonamos más compacto. Antes no, éramos un grupo de músicos que acompañaban a un cantamañanas como yo, y no sonaba tan elaborado como éste. Quizá también hay una evolución en las letras, porque en el anterior me parecen un poco infantilonas algunas pero en este, todavía, me parecen más maduras.

P: Como has dicho antes, tienes que cambiar algunas letras del disco porque son temas que se agotan, ¿has pensado en hacer una segunda parte de Escala de Grises?

R: La verdad es que no. Ahora estamos preparando un disco largo, en el que ya tengo las canciones elegidas y no hay nada de política. Aunque lo que sí que he hecho ha sido cambiar la letra de canción protesta, sobre todo por la abdicación de Juan Carlos, el monarca, porque la gente que la escuchaba de nuevas se extrañaba porque ya había abdicado. La cambié por una cosa un poco más soez, por algo que no me acuerdo muy bien porque cuando la canto en directo la voy cambiando siempre de manera improvisada. La original dice: “Urdangarín empalmado en Mallorca y don Juan Carlos que no quiere abdicar, benditos tiempos aquellos de la horca; que ahora vivimos peor que con Aznar”. Y la que suelo cantar en los directos es algo así: “Urdangarín empalmado en Mallorca y don Juan Carlos follándose a Corina con el cipote igual que una mazorca cuando le pide jugar a la guillotina”. Un poco más hardcore si cabe (risas), además que es una canción que suelo escenificar bastante haciendo el gilipollas con gestos muy obscenos.

P: Y hablando de conciertos, alguna vez has tocado con El Chivi, ¿cómo empezó esa relación?

R: Sí, yo he sido su guitarrista. Siempre he sido muy seguidor suyo y de su música, iba a sus conciertos, y más tarde nos hicimos amigos y un día estaba cansado de la guitarrista que tenía porque no podía ensayar o algo por el estilo y le dije, tío me las sé todas; y me dijo, ¿sí? vamos a probarlas. Tocamos un par de canciones y esa misma noche me fui a tocar con él a un concierto que tenía en Madrid y desde entonces estuve tocando con él unos cuantos años. Ahora cuando toca pos aquí por Madrid me subo al escenario a tocar con él alguna canción, porque con la crisis ha tenido que recortar gastos y pudiendo ir el solo con la guitarra pues mucho mejor para él.

P: ¿Cómo ha sido la experiencia de tocar con El Chivi?

R: La experiencia de tocar con él ha sido distinta según los años, al principio flipante. Después del primer año presentamos un disco de cantautor serio (disco Estado Natural lanzado con su verdadero nombre, José Córdoba) con lo cual era distinto, no eran canciones grotescas pero no había tanta gente en los conciertos y era gente más calmada que no liaba ninguna movida y estaba más calmada a lo largo del concierto. Aunque siempre viene gente de lo más variopinta a los conciertos del Chivi y crean algunas situaciones de lo más grotescas o divertidas. En otros casos incómodas, como por ejemplo, subir al escenario y tirarse un eructo en la cara del Chivi mientras estaba cantando.

P: Si pudieras elegir un sitio en el que tocar, en España o fuera, ¿donde tocarías?

R: Pues nunca me lo había planteado. Aunque supongo que todos los músicos que tienen aspiraciones o unos gustos similares a los míos aspiran a tocar en Las Ventas, lo que pasa es que como soy antitaurino no me gusta mucho el lugar. Me conformo con tocar un día en la sala Galileo y que esté más o menos lleno, porque tiene muy buena acústica y me encanta esa sala. Imagino que si las cosas fueran bien y me dijeran que está todo vendido, invitaría a los que empezaron conmigo Chivi y Factotum.

P: ¿Cuál es el lugar donde más te gusta componer tus canciones?

R: En cualquier sitio donde no haya nadie y no haya ruido. O al revés, un sitio que este lleno de gente pero que no haya nadie conmigo, como un bar, o el metro, aunque sea muy típico y parezca mucho postureo, pero es verdad porque son lugares donde cada uno está en su mundo y puedes estar observando a la fauna diversa y que te inspiren alguna historia.

P: Elige una canción de las que has publicado, ¿cuál es tu favorita?

R: Sería “Despedida y cierre” que es la última de Escala de Grises. Porque pasa una cosa curiosa con esa canción, y es que el estribillo lo soñé, y cuando me levanté fui corriendo a apuntarlo porque si espero un poco más se me olvida. Luego hice el resto de la letra, y cuando estábamos escuchando ya la versión final del disco y tal le dije al productor que me dejara grabar una canción con la guitarra solo. La grabé y cuando la escuchó mi productor me dijo que qué mierda era esa, que no les gustaba. Con el tiempo grabamos el LP, y cuando tocaba esta canción en directo, solo con la guitarra decía a los músicos que se bajaran del escenario para que la tocara, y me decían que no, que era la mejor canción del disco. Entonces ya pensé: aquí pasa algo muy raro. Además es la única canción con la que una persona ha llorado en un concierto mío, y eso para mí ha sido entre emocionante y grotesco, eso la hace especial.

P: ¿Cuál es la palabra que te define?

R: ¿No vale músico ni cantautor? (risas) Qué pregunta más complicada. Libertino, sin duda, porque lo soy y porque no me gusta adaptarme a alguna norma por correcta o incorrecta que sea. No me gustan las normas.

P: ¿Alguna locura que hayas hecho?

R: Una locura es sacar discos tal y como está la cosa. Pero esta respuesta es fácil y no va conmigo claro. Por ejemplo, fui a tocar a uno de los conciertos que más importantes consideraba de ésa gira de empalme, sin haber dormido en tres días. No fallé en nada, o eso creo, y eso es una locura grande porque es el concierto en el que más me han pagado jamás, y fui sin dormir en tres días. O también que en mi juventud fui catequista, aunque gracias a Dios soy ateo.

P: ¿Dónde podemos verte próximamente en directo?

R: El viernes 30 en Coslada. Es un concierto que pertenece a esta gira para presentar canciones nuevas. Es concierto del que tengo muchas ganas porque la gente estará más pendiente. Y a partir de marzo hago la gira por Ávila, Toledo, y en abril Zaragoza, Granada…

P: Acabamos de empezar el año, ¿Qué propósito tienes para este 2015?

R: La gira que te he comentado, grabar el disco que saldrá en octubre si va todo bien y la gira de presentación. Y proyectos personales: plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo, ¿no valen no? (risas). Y como proyectos personales, dejar de fumar…y de beber (risas).

P: Muchas gracias por tu tiempo y suerte.

R: Gracias a ti.

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