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XV Laboratorio de la APM: «El periodista debe tender a la transgresión»

Este jueves se celebraba el XV Laboratorio de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) sobre periodismo político. Periodistas como Jesús Maraña o Esther Palomera respondieron a algunos de los interrogantes que se plantearon en la mesa: ¿Qué tipo de periodismo político se practica en España? ¿Están los periodistas españoles demasiado cerca de los políticos?

De izq. a dcha. Jesús Maraña, Fernando Urbaneja y Esther Palomera.
De izq. a dcha. Jesús Maraña, Fernando Urbaneja y Esther Palomera.

En una sala llena de periodistas y estudiantes, Lucía Méndez, directiva de la APM, fue la encargada de moderar un debate conducido por profesionales de la información de distintos ámbitos: Fernando Urbaneja, expresidente de la APM, Enric Juliana,  director adjunto de La Vanguardia, Jesús Maraña, director editorial de InfoLibre, y la periodista Esther Palomera. El debate, que en esta ocasión se centraba en el periodismo político, se abría con la palabra protagonista de estas últimas semanas: casta. ¿Estamos convirtiéndonos los periodistas en casta?

Esther Palomera comenzó con pesimismo explicando  cómo se está jugando con la libertad de expresión y la profesión periodística: «se está haciendo un periodismo dócil que se pliega al poder político y financiero. El periodismo está siendo agredido por el poder político y los periodistas nos estamos resignando». En un relato anafórico precedido de la expresión ‘no me resigno’, aprovechó para denunciar que en muchas ocasiones se están callando determinadas informaciones y que son los propios directores los que les piden a sus redactores que «moderen sus palabras». También habló sobre los periodistas que se «alían» con el poder político y afirmó tajantemente que «los amigos se traen hechos de casa»; aún así, admitió que a veces para escribir buenas crónicas políticas hay que «tomar muchos cafés», sin que eso tenga que condicionar la información. Esther quiso terminar con un mensaje de esperanza y recordó que todavía existen muchos profesionales dispuestos a seguir luchando por la libertad: “creo que todavía estamos a tiempo, tenemos que exigirle al poder político que rinda cuentas”, concluía.

Por su parte, Urbaneja explicó lo que para él era una de las claves: la agenda periodística. Afirmó que los periodistas nos hemos vendido a la agenda política. Es el poder político el que parece imponer los temas que se van a tratar cada día y los medios contribuyen a ello asegurándoles  un «espacio fijo» en periódicos y telediarios. Instó a terminar con esta práctica y contribuir a la pluralidad, ya que cuando «todos los medios cuentan lo mismo» se pierde la riqueza. Terminó condenando el periodismo declaratorio y pidiendo más análisis. Además, afirmó que los periodistas no deben supeditarse a la línea editorial del medio: «el director que somete la opinión de los periodistas a la del medio es un cretino». Por último, concluía animando a periodistas y estudiantes a no ceder y diferenciarse: «el periodista debe tender a la transgresión».

En el centro, Lucía Méndez y Enric Juliana.
En el centro, Lucía Méndez y Enric Juliana.

El director adjunto de La  Vanguardia, Enric Juliana, aprovechó el debate para dibujar un mapa de la historia periodística del último siglo apuntado por ejemplos de su propia vida profesional. Recordó que la relación del periodismo con el poder siempre ha sido complicada y se quejó del «exceso de adulación» a los políticos. Propuso «la curiosidad, el deseo de contar, de dejarse sorprender por la realidad o de apoderarse del lenguaje» como mecanismos para hacer buen periodismo.

En la mesa también se encontraba Jesús Maraña, el director editorial de InfoLibre, un medio digital nacido durante la crisis económica. Maraña quiso incidir en la ‘revolución digital’, que ha cambiado la «forma de entender la comunicación y participación». De esta forma explicaba que, antes, cuando un lector quería quejarse sobre una información publicada en un medio, enviaba una carta que llegaba a la redacción a los dos días, sin embargo, ahora cualquier lector puede quejarse y transmitir su opinión en cuestión de segundos a través de las redes sociales, esto ha cambiado por completo la forma de entender la profesión y la relación con el público. El periodista afirmó que hay unas «élites que todavía no se han enterado de que los púlpitos se han acabado y tiene que haber honestidad». Maraña se mostró plenamente optimista y aseguró que el «futuro del periodismo es el periodismo», pero que éste debe de ser aplicado a las «nuevas herramientas».

«Una cura de humildad», como decía Jesús Maraña, apelar a la honestidad y la ética, no perder la esperanza, no resignarse y luchar por seguir haciendo periodismo. Esas fueron algunas de las claves que se dieron en este Laboratorio de Periodismo de la APM. Si consideramos que el periodismo cumple con un servicio público, y que es deber de las y los periodistas proporcionar a la ciudadanía un marco con el que poder entender la realidad, con honestidad y rigurosidad, es necesario seguir luchando por un periodismo de calidad que priorice a la gente y vigile al poder. Como recordaron los ponentes: «el periodismo sigue siendo absolutamente necesario».

Fotografía: APM/Laura Martínez

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