A raíz de la adaptación cinematográfica llevada a cabo por el director canadiense Xavier Dolan estrenada en 2016, la editorial Dos Bigotes ha decidido empezar el año añadiendo a su catálogo la obra Tan solo el fin del mundo, del dramaturgo Jean-Luc Lagarce, uno de los imprescindibles del teatro contemporáneo francés.
Lagarce murió hace casi veinte años, en 1995, de sida, como otros grandes dramaturgos del momento como Koltès o Copi. Aunque en vida se dedicó al teatro como autor, director y dramaturgista, y estrenó algunos montajes en salas de renombre, no fue hasta después de su muerte que su obra empezó a ser descubierta y valorada por la crítica, a subirse a los escenarios y a traducirse a otras lenguas, siendo hoy en día uno de los autores franceses más representados. Su obra teatral es bastante extensa, pero escribió incluso un libreto de ópera basado en el Quijote, un guión de cine, un ensayo sobre teatro y poder en Occidente, y algunos textos narrativos.
Juste la fin du monde, la obra que ahora traduce y publica Dos Bigotes, fue escrita en 1990, en Berlín, gracias a una beca de escritura que le permitió pasar en la capital alemana medio año. Sin embargo, y aunque ahora está considerada uno de sus mejores textos y hasta forma parte del repertorio de la Comédie Française, en aquel momento supuso el primero que fue rechazado por todos los comités de lectura a los que la presentó. Tras ese desencanto, dejó de escribir obras propias durante dos años. Tan solo el fin del mundo no fue estrenada hasta 1999, ya muerto su autor.
La pieza, que se aleja del Lagarce político y crítico con la sociedad occidental de los primeros tiempos –como bien señala Cristina Vinuesa Muñoz, traductora y autora de uno de los dos estudios críticos que acompañan el texto en la edición de Dos Bigotes−, gira en torno al tema de la familia, del retorno al hogar y, cómo no, de la enfermedad y la proximidad de la muerte. Así, Louis, el hijo mayor, regresa a su pueblo natal para visitar a su familia y comunicarles que está enfermo y morirá pronto. Se fue siendo muy joven, han pasado muchos años, y apenas han tenido noticias suyas, de modo que su visita supone un acontecimiento en la casa, donde le esperan su madre, su hermana pequeña, su hermano y su cuñada, a quien ni siquiera conocía. Las situaciones se precipitan, los rencores y las cuentas pendientes afloran, y Louis no termina de encontrar el momento para transmitir su mensaje.
Dos Bigotes, especializada en literatura LGTBI, y que en los dos años que hace que funciona ha ganado varios premios por ello, presenta una edición cuidada y acompañada, como se ha comentado ya, por un “prólogo a modo de díptico” con estudios de Cristina Vinuesa y Daniel López García que contextualizan la obra tanto en la biobibliografía del autor como en las claves históricas y sociológicas en las que puede insertarse el texto.