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Fiebre Jurásica

Veintidós años después del inicio de la saga , el estreno de «Jurassic World» se ha convertido en el mejor estreno de la historia con casi 525 millones de dólares de recaudación en todo el mundo en su primer fin de semana. Tras una espectacular campaña de promoción, con la que han estado bombardeando durante más de quince días antes del estreno por todos los medios posibles, parece que estamos ante un gigante difícil de batir en taquilla en un año que se tornaba complicado con grandes estrenos de otras sagas como «Vengadores», «Terminator» o «Star Wars». Analicemos el éxito de la cuarta parte de «Parque Jurásico».IMG_20150611_204752

La primera parte dirigida por Steven Spielberg supuso un hito en la historia del cine, no sólo por sus efectos especiales sino por la legión de seguidores que consiguió, niños en su mayoría, que se quedaron prendados del Tiranosaurio o de los Velociraptores.  Además contaba con un guión sólido basado en la obra de Michael Chrichton y con un plantel de actores espectacular, que por desgracia esta nueva película no ha sabido igualar. Por mucho carisma que tenga el personaje de Chris Pratt, no es el doctor Alan Grant que interpretó Sam Neill, y su historia no se desarrolla de manera tan heroica. Aún así Pratt es lo mejor de la película en cuanto a actores, ya que Bryce Dallas Howard no pasa de ser una creída y arrogante que no conectará con el público de la misma manera que lo hizo Laura Dern y su botánica Ellie Satler. Por supuesto echamos de menos a un excéptico como el Ian Malcolm de Jeff Goldblum y el nuevo mandamás de Ingen es una mera caricatura comparada con el recordado John Hammon que nos dejó Sir Richard Attenborough. La inclusión de Omar Sy, el protagonista del éxito francés «Intocable», puede recordar a la breve intervención del desconocido, por aquel entonces, Samuel L. Jackson.

Evidentemente «Jurassic World» no supera a «Jurassic Park», pero consigue recuperar el espíritu original de la saga. Ya está construido ese parque de dinosaurios que ideó John Hammon y volvemos a la isla Nublar. Tanto «El Mundo Perdido» como «Jurassic Park III», las anteriores secuelas, se adentraban en la otra isla, la isla Sorna, que servía de criadero para la isla principal a la que volvemos en todo su esplendor. Se añora una pequeña explicación de la historia de este nuevo «Jurassic World» para situar que ha pasado en todos estos años hasta conseguir abrir el parque, sobre todo a los nostálgicos, pero deciden centrarse en la ilusión de los visitantes.

Ilusión que veremos en los ojos de un niño. Si algo tienen en común todas las partes de la saga es que tienen niños entre sus protagonistas. Los nietos de Hammon, la hija de Malcolm o el niño perdido de la tercera son sus predecesores. En este caso, los sobrinos de la protagonista son meros acompañantes y ,como todo el argumento, genera una sensación de dejadez. Al fin y al cabo lo importante es que se escape algún dinosaurio, o algún activo como lo llaman, y empiece la acción. Pero cuando eso sucede a los responsables del parque parece que no les preocupa demasiado e intentan seguir con su vida normal. La moraleja que estaba tan clara en las dirigidas por Spielberg, aquí pasa a un segundo plano, hasta que aparece ese malo de segunda al que da vida Vincent D’onofrio.

Salvo por alguna escena del Mosasaurus, el nuevo Indominus Rex es el malo de la función y el auténtico protagonista de la cinta. Él es el que tiene los mejores momentos de este festival de efectos especiales al que nos lleva Colin Trevorrow de una manera efectiva, pero sin ser el maestro Spielberg. Si no tenemos en cuenta la trama, que realmente importa poco en este tipo de películas, estamos ante la mejor continuación de toda la saga. Tarda en empezar la acción, y tras una introducción de personajes sobrante nos metemos de lleno en todas las atracciones. De hecho me hubiese gustado saber más sobre esas atracciones, desde los paseos en canoa a esos pequeños ponis-dinosaurio, pero estando en la era interactiva el interesado puede bucear en el magnífico mundo paralelo de la pagina web de la película

La Experiencia Jurassic World recorre varias ciudades
La Experiencia Jurassic World recorre varias ciudades para promocionar de manera muy efectiva la película

Los homenajes a la primera película están presentes desde el principio, algunos muy evidentes y otros que habrá que buscar como si fuese un easter egg para los ahora treintañeros que disfrutarán como si volviesen a ser niños. Desde la atracción del Tiranosaurio que vemos muy de pasada, a los carteles que indican el puerto o esos ataques con cristales-escudos de por medio son claras referencias al universo jurásico. No faltarán alguna tradicional marioneta-muñeco que conforme iban saliendo continuaciones iban desapareciendo por los novedosos efectos digitales: de la mítica cabeza del Tiranosaurio, a la vergonzante cría del Rex en la segunda parte o los eternos Velociraptores. Personalmente me quedo con la escena de la bengala y esa reunión homenaje a los Vengadores que es la extraordinaria escena final.

No defraudará a aquellos niños de los noventa, se agradece que no supere las dos horas de duración y tras los resultados en taquilla asegura varias continuaciones. Ojalá que en esas secuelas se mejore el guión y la sensación de peligro vuelva a ser tan palpable como cada vez que escuchábamos las pisadas del Rex y el agua de los vasos o los charcos empezaba a vibrar, pero que no nos separen de este maravilloso «Jurassic World».

Fotografías:

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